El Militante (logo)  

Vol. 77/No. 19      20 de mayo de 2013

 
Gobierno usa ataque en Boston
para socavar derechos
(portada)
 
POR JOHN STUDER  
Desde que tuvo lugar el atentado en Boston el 15 de abril en el que murieron tres personas y más de 260 fueron lesionadas, representantes y comentaristas de la política burguesa se han aprovechado de los vínculos de los dos inmigrantes chechenos implicados en el atentado con yihadistas islamistas para exigir que se incremente el espionaje de los musulmanes en Estados Unidos y se instituyan nuevas restricciones a los derechos de los inmigrantes. Están exigiendo también que se aumente la actividad de vigilancia policiaca por todo el país.

“Nuestras leyes y nuestra forma de interpretar la Constitución, creo, tienen que cambiar”, dijo el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg en una conferencia de prensa el 22 de abril. “Vamos a tener más cámaras y ese tipo de cosas”.

El pelotón de inteligencia del Departamento de la Policía de Nueva York —y sus operaciones de espionaje y de fabricación de cargos— integrado por mil policías, se está usando como un ejemplo para toda la nación. Judith Miller escribió en el Wall Street Journal sobre los policías que “vigilan agresivamente a grupos e individuos sospechosos de ser radicales” y sobre su “red de soplones y agentes encubiertos” que se dedican a vigilar barrios donde viven muchos musulmanes.

Miller alabó el “Anillo de Acero” del departamento de policía de Nueva York, por su red de “cámaras de seguridad sofisticadas que alimentan la información a un sistema de monitoreo centralizado para detectar actividades cuestionables o ilegales”.

“El uso de aviones no tripulados es una gran idea”, dijo el comisionado de la policía de Boston Edward Davis a la prensa el 24 de abril. Dijo que se deben utilizar en el próximo maratón y en otros eventos.

Las autoridades de Boston anunciaron el 1 de mayo que otras tres personas —incluyendo dos que han sido identificados como compañeros de estudio de Dzhokhar Tsarnaev, quien ha sido acusado del atentado— han sido detenidos por haber presuntamente ayudado al acusado después del ataque.

Además de la repulsión que el ataque en Boston provocó, la campaña de los gobernantes, ha fomentado una discusión entre los trabajadores.

“Realmente no me gusta cómo el gobierno utilizó los acontecimientos en Boston para paralizar la ciudad y reprimir los derechos políticos”, dijo Dan Ventor, trabajador en la limpieza de sitios tóxicos, a partidarios del Partido Socialista de los Trabajadores en Seattle. “He tenido una polémica con algunos de mis amigos que creen que está bien sacrificar los derechos democráticos en nombre de la ‘seguridad’”.

Según una encuesta realizada una semana después del atentado por el New York Times y CBS News, el 20 por ciento de los participantes dijeron que creen que “el gobierno había ido demasiado lejos en su restricción de las libertades civiles al luchar contra el terrorismo, mientras que el 26 por ciento dijeron que no había hecho lo suficiente y el 49 por ciento dijeron que el balance estaba bien”.

Hay creciente evidencia de que Tsarnaev y su hermano, Tamerlan, quien murió en un tiroteo con la policía, tenían vínculos con grupos islamistas salafistas. Dzhokhar “les dijo a sus interrogadores en respuestas escritas que los hermanos actuaron como yihadistas y como resultado de su ira religiosa musulmana contra Estados Unidos”, reportó el Wall Street Journal.

Cada vez más, la prensa capitalista se refiere a los hermanos Tsarnaev como “radicales” y “militantes”, insinuando una similitud con los trabajadores que luchan contra los ataques de los patrones o los que se oponen a las guerras de Washington. Pero, sus puntos de vista y sus acciones yihadistas no tienen nada que ver con las batallas del pueblo trabajador contra la explotación capitalista y la opresión nacional en Estados Unidos, Chechenia o en otros lugares. Estas fuerzas reaccionarias y antiobreras realizan actos de terror, ya sea en Boston o el Medio Oriente, en contra de los trabajadores u otras personas a quienes se oponen.

Josefina Vidal, directora de la División de Asuntos Norteamericanos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, entregó una nota el 16 de abril de parte del gobierno revolucionario de Cuba a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, en el cual dice que Cuba “rechaza y condena inequívocamente todo acto de terrorismo, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia y cualesquiera que sean las motivaciones”.

La declaración cubana ofrece “las más sentidas condolencias del pueblo y el gobierno cubanos al gobierno y al pueblo de Estados Unidos, en particular, a las personas afectadas y en especial los familiares de las víctimas”.  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto