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Vol. 77/No. 22      10 de junio de 2013

 
Opositores y periodistas son
blanco de la Casa Blanca
(portada)
 
POR JOHN STUDER
Y SUSAN LAMONT
Desde mediados de mayo han estallado revelaciones que la administración del presidente Barack Obama ha estado investigando a grupos políticos y a los medios de comunicación, lo que ha arrojado luz sobre la tendencia de la Casa Blanca a aumentar su dependencia en el uso del poder ejecutivo y los atentados contra los derechos políticos.

Los medios han informado sobre actividades de la oficina de impuestos (IRS) que han estado investigando a cientos de grupos conservadores del Tea Party (partido del té) y realizando sondeos especiales de su status fiscal. La agencia también seleccionó a partidarios de candidatos republicanos para auditorías e investigaciones fiscales.

A la vez, el Departamento de Justicia admite que inició intervenciones de las llamadas telefónicas y otras operaciones de espionaje contra la Prensa Asociada y otros periodistas. El objetivo, dicen los funcionarios del departamento, era detener fugas a la prensa de parte de empleados del gobierno.

El 19 de mayo el Washington Post informó que el Departamento de Justicia se había apoderado de registros telefónicos y de correo electrónico personales de James Rosen, reportero de Fox News, en una investigación vinculada a la detención de un ex contratista del gobierno acusado de filtrar un informe de inteligencia a Rosen.

Para conseguir una orden judicial secreta para obtener los registros, el FBI presentó una declaración en la que afirmaba que al obtener esta información Rosen estaba fungiendo como “ayudante, cómplice y/o co-conspirador” en la violación de la seguridad nacional.

Lois Lerner, directora de organizaciones exentas de impuestos del IRS, se disculpó públicamente el 10 de mayo por las acciones “inapropiadas” con sus sondeos de grupos conservadores.

Cientos de grupos, inicialmente muchos grupos locales del Tea Party, fueron blanco del IRS cuando solicitaron la exención de impuestos para llevar a cabo actividades de “bienestar social”. A dichos grupos se les permite participar en actividades políticas, incluyendo oponerse a candidatos y atacar sus posiciones, y no están obligados a cumplir con los requisitos de la Comisión de Elecciones Federales de entregar los nombres de sus contribuyentes. Unos 44 mil grupos cuentan con estas condiciones, desde la Fundación Barack H. Obama hasta la Asociación Nacional del Rifle.

Las solicitudes no recibieron respuesta por meses —más de un año en algunos casos— mientras eran “revisadas”. El IRS exigió “listas de donantes, listas de miembros, datos sobre todas las contribuciones, nombres de los voluntarios, el contenido de los discursos pronunciados por los miembros, publicaciones de Facebook, actas de todas las reuniones y copias de todos los materiales distribuidos en reuniones”, informó el Wall Street Journal el 18 de mayo.

El propio Obama se unió al coro de los grupos clamando la divulgación. “En todo el país existen grupos con nombres inofensivos como Americanos para la Prosperidad, que están publicando anuncios en contra de los candidatos demócratas con un costo de millones de dólares ”, dijo en un evento de recaudación de fondos del Comité Nacional Demócrata en 2010. Nadie sabe si están “bajo control extranjero”, dijo el presidente. De hecho, es bien sabido que el grupo Americanos para la Prosperidad está asociado con los hermanos Charles y David Koch, políticos conservadores que comparten una riqueza combinada de 50 mil millones de dólares.

El IRS también ordenó auditorías especiales de algunos opositores de las política del gobierno. Durante los últimos 80 años, presidentes sucesivos han utilizado al IRS para hostigar a los que se oponen a su política.

Pero el gobierno de Obama ha acelerado la tendencia hacia el uso del poder ejecutivo. Su presidencia se basa en la convicción, compartida por otros meritócratas dentro y fuera del gobierno, que están especialmente calificados para decidir qué se debe hacer por y para la gente común debido a su “inteligencia”.

El Departamento de Justicia informó a la Prensa Asociada el 10 de mayo que investigadores federales habían incautado sus registros telefónicos de abril y mayo de 2012.

El Departamento de Justicia dijo que los registros se incautaron como parte de una investigación criminal de fugas de una operación de la CIA por ciertos funcionarios. Supuestamente esta operación frustró un complot de al-Qaeda para detonar una bomba en un avión destinado a Estados Unidos. La Prensa Asociada publicó un artículo sobre el complot en mayo de 2012 después de retrasar su publicación por varios días a solicitud de la Casa Blanca.

Gary Pruitt, presidente de la Prensa Asociada, dijo el 19 de mayo en el programa de televisión Face the Nation que si la administración puede llevar a cabo intervenciones telefónicas de tal alcance, esto intimidará a la gente a hablar con la prensa. “El pueblo de Estados Unidos sólo sabrá lo que el gobierno quiere que sepa”, dijo.  
 
 
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