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Vol. 77/No. 32      9 de septiembre de 2013

 
Australia: de puerta a puerta
colectan firmas para socialistas
(portada)
 

POR JOANNE KUNIANSKY
SYDNEY—Haciendo campaña en eventos políticos y yendo de puerta en puerta en barrios obreros y en esta ciudad, los partidarios de Ron Poulsen, un obrero y candidato de la Liga Comunista para el senado federal de Nueva Gales del Sur, colectaron en menos de dos semanas mucho más de las 100 firmas requeridas para asegurar que su nombre aparezca en la boleta electoral para las elecciones nacionales del 7 de septiembre.

Cuando un equipo de partidarios de la campaña tocó a su puerta, Stephen Roach, de 41 años, un operador de carretilla elevadora temporal en una empresa de transporte, firmó para Poulsen. Expresó su preocupación por el crecimiento de los empleos a medio tiempo y “el número de agencias” que se hacen ricas empujando a los trabajadores hacia los empleos temporales. Roach vio esto como la razón por la cual “los salarios por hora están bajando, destruyendo toda la estabilidad de los trabajadores”.

El candidato comunista explicó el llamado de su campaña “a la construcción de un movimiento de masas, que incluya a los sindicatos, para luchar por un programa de obras públicas, financiado por el gobierno, para proveer empleos para todos. Esta lucha debe también exigir un aumento del salario mínimo para mejorar las condiciones de los trabajadores peor pagados —temporales y jóvenes, mujeres e inmigrantes— y para ayudar a unificar a la clase trabajadora”.“Nuestra campaña electoral se centra en discutir el impacto de la creciente crisis mundial del capitalismo, que es cada vez más evidente ahora en Australia, sobre los empleos y el sustento de los trabajadores”, dijo Poulsen al Militante.

Las elecciones han estado caracterizadas por la competencia entre los principales partidos burgueses para demostrar quién puede proponer las medidas más restrictivas para cerrar la puerta a los llamados ilegales, los solicitantes de asilo que llegan a Australia en barco.

El líder de la oposición liberal Anthony Abbott declaró que el problema representa una “emergencia nacional”. Como respuesta, el primer ministro, Kevin Rudd del Partido Laborista, anunció que ya no se le permitirá a los refugiados sin papeles establecerse en el país.

“Estos refugiados son personas también”, dijo Roach al comprar una suscripción al Militante. “Tienen el derecho a escaparse de las condiciones horribles que están dejando atrás”.  
 
 
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