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Vol. 77/No. 44      9 de diciembre de 2013

 
Kurdos en Siria defienden sus tierras
(artículo principal)
 
POR JOHN STUDER  
Milicias kurdas han aplastado a las fuerzas tipo al-Qaeda en el noreste de Siria, asegurándose el control de más de 20 ciudades y aldeas. Para finales de octubre, las fuerzas kurdas habían extendido su control sobre la mayoría de la provincia de Hasakah. Dicho territorio, conquistado en el curso de la guerra civil siria, es parte de un ascenso amplio de la lucha del pueblo kurdo, una nacionalidad oprimida que incluye alrededor de 30 millones de personas concentradas en Turquía, Irán, Iraq y Siria.

De los más de 2 millones de kurdos en Siria, la población más numerosa se encuentra en la provincia de Hasakah, la cual es un 70 por ciento kurda. La segunda está en el distrito de Efrin en el noroeste, en el cual el número de kurdos se ha duplicado durante el curso de la guerra. Los kurdos también representan una minoría considerable en Damasco y en Alepo.

Dado que la provincia de Hasakah contiene la mayoría de las reservas petroleras y funciona como el corazón agrícola del país, la captura de Ras al-Ain en la frontera turca y Yarubiya en la frontera iraquí, implican que el Partido de la Unión Democrática (PYD) y su ala militar, los Comités para la Protección del Pueblo Kurdo (YPG), ahora controlan la mayoría del petróleo sirio, así como su corazón agrícola y sus medios de exportación.

El Partido de la Unión Democrática fue forjado de una alianza con el Partido Kurdo de los Trabajadores (PKK) de Turquía. Entre 1980 y 2012, alrededor de 5 mil kurdos sirios murieron luchando con el PKK contra el gobierno turco.

Desde 2011 se ha estado librando en Siria una guerra de tres frentes, en la que los trabajadores y agricultores están luchando contra el gobierno de Bashar al-Assad por más derechos democráticos y políticos.

Al centro de la guerra está el intenso conflicto entre los grupos rebeldes bajo la bandera del Ejército Libre Sirio y las fuerzas armadas sirias, las cuales han recibido refuerzos de grupos paramilitares pro gubernamentales y de las fuerzas de Hezbolá enviadas desde Líbano y que reciben apoyo de Teherán. Aunque las fuerzas pro Assad están debilitadas, recientemente lograron algunas victorias tras su ofensiva terrestre en los suburbios de Damasco y Alepo, posteriores a una campaña de bombardeos aéreos.

El segundo frente consiste de grupos reaccionarios islamistas asociados con al-Qaeda; principalmente los llamados Estado Islamista de Iraq y Siria y el Frente al-Nustra, los cuales buscan aprovecharse de la guerra para arrebatar territorio y control de recursos. Aunque han ganado cierto territorio de otros grupos rebeldes en algunas regiones, han fallado en sus batallas contra los kurdos.

El tercer frente, el cual ha logrado avances, es la lucha kurda por el control de las regiones donde ellos predominan. Los kurdos han sido oprimidos desde el imperio otomano. Cuando éste fue derrotado en la Primera Guerra Mundial, los poderes victoriosos en Londres y París se dividieron entre ellos la región de lo que hoy es Siria, Iraq, Jordania, Líbano, Palestina e Israel, conscientemente dividieron a los kurdos y les negaron un territorio nacional. Al acabarse el domino colonial tras la Segunda Guerra Mundial, los gobernantes capitalistas de Turquía, Iraq, Irán y Siria mantuvieron el status de segunda clase de los kurdos.

En 1962 el régimen militar sirio anuló la ciudadanía de 120 mil kurdos, y declaró que eran “extranjeros que viven en el país”. Ellos y sus descendientes fueron forzados a llevar carnets rojos que los identificaban como extranjeros, sin derecho a poseer tierras. Se restringió el uso de la lengua kurda.

En 1963 el partido Baath llegó al poder y declaró que Siria era “un país árabe” y definió a los kurdos como “desplazados refugiados de Turquía ”.

El cambio más grande a favor de la lucha kurda por la soberanía nacional fue una consecuencia no intencionada del derrocamiento, dirigido por Washington, de Saddam Hussein en Iraq. Los kurdos iraquíes aprovecharon la oportunidad de este conflicto para establecer una región autónoma bajo el gobierno regional kurdo. Estos sucesos inspiraron a los luchadores kurdos por toda la región.

Cuando las protestas contra Assad se expandieron por todo el país en 2011, la juventud kurda se involucró. En general, los cuadros del PYD permanecieron distanciados de las protestas. Pero estos sucesos abrieron la puerta a un nuevo auge de las luchas nacionales kurdas. “La autodeterminación en las áreas kurdas es nuestro derecho”, dijo Redur Xelil, portavoz del PYD, en un artículo de Reuters el 11 de noviembre. “No pedimos la separación, simplemente el derecho a manejar nuestros propios asuntos”.

El 7 de noviembre miles de kurdos protestaron en Turquía enarbolando la bandera nacional kurda cerca de Nusaybin en la frontera siria, donde el gobierno turco está construyendo una muralla para separar a las dos comunidades kurdas.  
 
 
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