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Vol. 78/No.22      9 de junio de 2014

(artículo principal)  
Turquía: Mineros del carbón
luchan por mayor seguridad
Salen en huelga tras muerte de más de 300 obreros

Reuters/Osman Orsal
Mineros en Soma, Turquía, discuten con representantes del gobierno el 26 de mayo. Obreros de tres minas salieron en huelga tras muerte de más de 300 mineros en incendio el 13 de mayo.

POR SETH GALINSKY  
Mineros del carbón en Soma, Turquía, salieron en huelga exigiendo que los patrones implementen medidas de seguridad después de que más de 300 de sus compañeros de trabajo murieron y 486 resultaron heridos en un incendio en la mina subterránea de Eynez.

Los trabajadores de las minas Ata Bacasi e Isiklar ambas pertenecientes a Soma Holding realizaron una sentada de 10 días en las oficinas del gobierno local hasta que los funcionarios acordaron que esas minas no se pueden volver a abrir hasta que mejoren las condiciones de seguridad.

Los supervisores de la empresa Soma Holding enviaron mensajes a los mineros de Eynez el 25 de mayo ordenándoles que empezaran a trabajar en las otras dos minas de la compañía en Soma o que serían despedidos, informó el sitio web Today’s Zaman. Pero ningún minero se presentó a trabajar al día siguiente.

Cientos de mineros irrumpieron en la sede del sindicato Maden-Is en Soma el 26 de mayo después de varios días de sentadas en frente de esas oficinas. “Si [los dirigentes sindicales] hubieran cumplido con su trabajo, estos incidentes podrían no haber sucedido”, dijo el minero Engin Tursucu al noticiero Cihan.

“Cada vez que hay elecciones sindicales, ponen el nombre que quieren en un sobre y lo eligen”, dijo el minero Sevket Duman a Cihan. “El que selecciona la compañía es el elegido. Si alguien objeta, lo despiden”.

El presidente regional de Maden-Is, Tamer Kucukgencay, renunció después de ser abucheado por la multitud en varias ocasiones.

Trabajadores de todo el país se han unido a protestas de solidaridad con los mineros, desde Edirne en el noroeste y Zonguldak en la costa del Mar Negro hasta Diyarbakir, en Kurdistán, y la provincia de Antalya en el sur. Las protestas han sido incentivadas por el desdén del primer ministro Recep Tayyip Erdogan, quien dijo a los mineros que los accidentes “siempre están ocurriendo” y “la muerte es el destino de los mineros del carbón”.

Si bien no se ha reportado la causa del incendio del 13 de mayo, ha salido a la luz información sobre la negativa de la empresa y del gobierno a implementar medidas básicas de seguridad a pesar de numerosos informes de violaciones de seguridad previas al desastre.

Un informe de 2010 titulado “Los accidentes de trabajo en las minas”, emitido por la Unión de Cámaras de Ingenieros y Arquitectos de Turquía advirtió que el carbón de lignito en la cuenca del Soma tiene un alto nivel de metano. “No debería haber ninguna producción antes de que concluyan las investigaciones necesarias”, dijo el informe. “La falta de experiencia puede conducir al desastre”.

La mina no tenía una ruta de escape alternativa, observaba el informe, y no tenía un sistema de ventilación adecuado. Los patrones de las minas y el gobierno ignoraron las advertencias.

Sefa Koken, un ex técnico de seguridad de la mina Eynaz, dijo al periodista independiente Alexander Christie-Miller que su trabajo era apagar pequeños incendios que ocurrían con frecuencia en la mina y sellar fugas de metano tres o cuatro veces cada turno.

Koken dijo a CNN Türk que los mineros no tenían tiempos de descanso para comer fijos y que no había cuartos de baño bajo tierra. Otros mineros informaron que la empresa no proporciona guantes. Los mineros trabajan seis días a la semana, ganando un salario base de 25 dólares al día.

El ministro del trabajo Faruk Celik negó que la mina era insegura. “La mina en Soma se inspeccionó ocho veces”, dijo a la prensa turca. “Los inspectores hubieran tomado medidas de inmediato si hubieran encontrado algo que amenazara la vida”.

Pero los mineros dicen que la compañía era informada de antemano de las inspecciones, y que los inspectores nunca visitaban las áreas más profundas de las minas. “Ahí es donde deben estar revisando”, dijo el minero Allahverdi Elitog al Financial Times.

No sólo la mina carecía de un cuarto de seguridad, sino también las máscaras de gas que repartieron a los mineros tenían fecha de caducidad de hace 15 años. Según CNN Türk, las máscaras de gas baratas hechas en 1993 fueron diseñadas para durar sólo 45 minutos, mientras que las máscaras nuevas duran dos horas. El incendio produjo humo espeso y monóxido de carbono por toda la mina.

Alp Gurkan, presidente de Soma Holding, la empresa privada que opera la mina propiedad del gobierno, se jactó ante el diario Hurriyet hace dos años que había reducido los costos de extracción de carbón de 130 dólares por tonelada en 2005 a 23.80.

“¿Seguridad en el trabajo? No hay seguridad en el trabajo. Economizan donde quiera que puedan”, dijo al Guardian un minero de Soma, quien pidió que no se divulgue su nombre . “Los supervisores reciben un bono si producimos más carbón de lo previsto. Así que lo único que les preocupa es trabajar más rápido y extraer más carbón”.

Tratando de evitar que se culpe al gobierno por las muertes de los mineros, los fiscales han detenido a ocho patrones y ejecutivos de la mina, entre ellos a Can Gurkan, presidente ejecutivo de Minera Soma, el hijo del dueño de la compañía, pero no han presentado ningunos cargos formales.

 
 
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