El Militante (logo)  

Vol. 78/No. 40      10 de noviembre de 2014

 
Kurdos hacen retroceder al
Estado Islámico en Kobani
(portada)
 
POR BRIAN WILLIAMS
Pese a una enorme desventaja numérica y en armamentos, los combatientes kurdos en Kobani, Siria, han defendido su ciudad por más de un mes de la ofensiva a gran escala de las fuerzas del Estado Islámico. Durante la tercera semana de octubre, hombres y mujeres kurdos armados forzaron a las fuerzas reaccionarias a retirararse de algunas de sus posiciones en la ciudad.

La manifesta capacidad de los kurdos no solo han asustado al Estado Islámico, sino que han desafiado todos los pronósticos de aquellos que no apoyan su lucha por derechos nacionales y por soberanía, incluyendo al régimen de Bashar al-Assad en Siria, los gobiernos capitalistas en Ankara, Teherán y Bagdad, y los poderes imperialistas encabezados por Washington. A la vez, la batalla heroica por Kobani ha inspirado no solo a millones de kurdos, sino también a trabajadores y mujeres por toda la región y más allá.

El Estado Islámico, el cual ha tomado control de una gran parte de Siria y del oeste de Iraq, emprendió el 15 de septiembre su avance hacia Kobani, una ciudad en el norte de Siria cerca de la frontera con Turquía. Superando a las fuerzas kurdas tres a uno y usando tanques y artillería pesada, los reaccionarios tomaron control de alrededor de una tercera parte de Kobani. Pero el 16 de octubre los principales medios de comunicación informaron que Unidades de Protección Popular (YPG) de los kurdos que se encuentran en la ciudad no solo habían detenido el avance del Estado Islámico, sino que los habían forzado a retirarse parcialmente.

Durante por lo menos un mes, los comunicados oficiales estadounidenses y la prensa estaban saturados con una indiferencia fatalista sobre la inminente caída de Kobani, la subsiguiente masacre de civiles kurdos, y la insignificante importancia estratégica de la ciudad para los esfuerzos bélicos dirigidos por Washington. Entretanto, tropas turcas fueron desplazadas en las colinas que bordean la sitiada ciudad. Y con Kobani rodeado por el Estado Islámico por tres lados, Ankara selló su frontera, bloqueando el único corredor por donde podían ingresar los apremiantes refuerzos de armas y municiones.

Pero con el pasó de los días, el mundo observó los sucesos y los kurdos fueron ganando una creciente simpatía y respeto. Washington también reconoció la oportunidad presentada para asestarle golpes al Estado Islámico, el cual había acumulado unos 10 mil combatientes y artillería pesada en las cercanías de Kobani, sobre extendiendo así sus fuerzas y líneas de suministro. Para el 19 de octubre, se habían realizado más de 135 ataques aéreos estadounidenses en el área, según el Comando Central, más que en cualquier otra área de Siria o Iraq.

Luego, el 19 de octubre, aviones estadounidenses C-130 lanzaron suministros sobre Kobani. “Los aviones entregaron armas, municiones y provisiones médicas proveídas por las autoridades kurdas en Iraq”, dijo un comunicado del Comando Central de Estados Unidos. Aunque la asistencia fue limitada, y algunos de los paquetes fueron lanzados accidentalmente en territorio controlado por el Estado Islámico, esta representó el primer aprovisionamiento que los necesitados luchadores kurdos en Siria habían recibido. Al mismo tiempo, el comunicado militar estadounidense añadía que “Kobani aun puede caer”.

El día siguiente, mientras visitaba Indonesia, el secretario de estado John Kerry dijo a los periodistas que los suministros aéreos no representan un cambio en la política norteamericana. Fue un “esfuerzo momentáneo”, resaltó.

Las YPG en Siria están vinculadas con el Partido Obrero de Kurdistán (PKK), el cual ha sido designado como una “organización extranjera terrorista” por el Departamento de Estado de Estados Unidos desde que la lista fue creada en 1997. Durante tres décadas, hasta el establecimiento de un cese al fuego el año pasado, el PKK había librado una lucha armada contra el gobierno turco a favor de los derechos de los kurdos y por más autonomía. Hasta ahora, la única asistencia que Washington había concedido a las fuerzas kurdas fueron unas cuantas armas y entrenamiento limitado al ejército Peshmerga del Gobierno Regional Kurdo en Iraq.

Unas cuantas horas después de los lanzamientos aéreos de Washington, el gobierno turco anunció que permitiría el paso de las fuerzas del Peshmerga del norte de Iraq por Turquía para sumarse a la batalla por Kobani.

Mujeres lideran unidades de combate
Cuando los vencedores imperialistas de la Primera Guerra Mundial se repartieron el Medio Oriente, le negaron una patria al pueblo kurdo. Hoy día esta nacionalidad oprimida cuenta con alrededor de 30 millones de personas en una región que abarca partes de Turquía, Siria, Iraq e Irán. Su lucha de décadas ha abierto espacio para los trabajadores y las mujeres de la región, un hecho que es evidente por la importante proporción de combatientes kurdos que son mujeres.

Más y más artículos en la prensa están admitiendo este aspecto de las unidades kurdas a medida que se desarrolla su batalla contra el Estado Islámico, con titulares como “Conozcan a las agresivas mujeres que luchan contra el Estado Islámico” en la revista Foreign Policy, y “Estas impresionantes mujeres están luchando contra ISIS. Ya es tiempo de que las conozcas”, en la revista de moda femenina Marie Claire, que incluye fotos y perfiles. “Mujeres kurdas en primera fila contra el Estado Islámico”, se tituló un artículo de primera plana del Wall Street Journal del 17 de octubre. Se estima que un tercio de los combatientes kurdos en Siria son mujeres y una proporción aun más alta son comandantes, dirigiendo tanto a hombres como a mujeres en batalla.

“Cuando ando con mi fusil, los hombres que no se han ofrecido como voluntarios bajan su cabeza”, dijo al Journal Dilar, de 19 años, quien recientemente regresó a su aldea tras haber combatido al Estado Islámico cerca del pueblo de Ras al-Ayn junto a la frontera turca. “Mi valentía los avergüenza”.  
 
 
Portada (este número) | Página inicial | Página inicial en versión de texto