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Vol. 78/No. 44      8 de diciembre de 2014

 
‘La incesante ola de solidaridad nos llevará a casa’
Hermana de Antonio Guerrero habla sobre nuevas pinturas de prisión
de su hermano en coloquio por los Cinco Cubanos
(especial)
 
POR RÓGER CALERO Y
MARY-ALICE WATERS
 
LA HABANA — El Décimo Coloquio Internacional por la Libertad de los Cinco celebrado aquí del 11 al 12 de septiembre reunió a 300 delegados de 48 países para impulsar la campaña internacional para liberar a los Cinco Cubanos. Entre los momentos más destacadosdel fin de semana de actividad política estuvo la inauguración de las 16 nuevas acuarelas pintadas en la prisión de Antonio (Tony) Guerrero, uno de los cinco revolucionarios cubanos encarcelados bajo cargos amañados por el gobierno de Estados Unidos en 1998.

Después de la inauguración de la colección titulada “Absueltos por la solidaridad”, María Eugenia (Maruchi) Guerrero, hermana de Antonio, habló con el Militante sobre su hermano y su última obra.

“Tony nos había dicho que quería ver si podía participar en el coloquio de alguna manera a través de sus pinturas”, dijo Maruchi. “Pero como él se llena de proyectos, incluyendo una exposición en la prisión de pinturas de los presos. Él habló con los directores de la prisión para que dejaran a los presos hacer una exposición, y él organizó todo eso. Le ocupó mucho tiempo y no había podido empezar a hacer sus pinturas”.

“Y el 3 de agosto cuando vio la fecha, dijo, ‘voy a proponerme a ver si puedo hacer una cada día. Y empezó a recopilar”.

“Se puso una meta, 16 acuarelas en 16 días”, dijo Maruchi. “Fue un trabajo muy intenso, pero ya sabes cómo es mi hermano. Él es muy insistente. Cuando se propone algo él siempre lo logra por difícil que sea”.

Lo logró y las acuarelas originales fueron exhibidas durante el coloquio. También fueron exhibidas en la sede del sindicato de trabajadores de la salud SEIU en Washington, el 13 de septiembre, reproducciones de alta calidad, como parte de las actividades realizadas en Estados Unidos para conmemorar el 16 aniversario del arresto de los Cinco.

“A través de las pinturas Tony está diciendo, ‘el mundo reconoce que el juicio fue una injusticia y que debemos estar libres’”, dijo Maruchi, al explicar por qué su hermano nombró la exhibición “Absueltos por la solidaridad”.

Durante el último año su obra anterior — una colección de acuarelas titulada “Yo me muero como viví” — ha sido exhibida ampliamente en centros comunitarios y culturales, bibliotecas, iglesias, universidades, restaurantes, galerías de arte, festivales, eventos auspiciados por sindicatos y en otros espacios en Estados Unidos, Canadá y en otras partes del mundo. Cada una de las 15 acuarelas representa un aspecto de los primeros 17 meses de encarcelación, durante los cuales los cinco revolucionarios fueron mantenidos en celdas de aislamiento de castigo conocidas como Unidades de Alojamiento Especial, o simplemente como “el hueco”, en el Centro de Detención Federal en Miami mientras esperaban su juicio.

El artista cubano Alexis Leyva Machado, conocido como Kcho, construyó una replica fiel de la celda de castigo basada en las acuarelas. La replica es parte de una exhibición de las pinturas de Guerrero en el Museo Nacional de Bellas Artes en La Habana. Los participantes en el coloquio visitaron la instalación durante las actividades en torno al aniversario.

“Tony dijo, ‘bueno, hice las pinturas sobre el hueco, una de las experiencias que nos marcó tanto. Hay otro momento que marcó tanto la injusticia, nuestro juicio”, dio Maruchi. “Tony habló con Kcho por teléfono en la inauguración de la exposición en el Museo de Bellas Artes en abril y le dijo, ‘ahora quiero hacer lo mismo en acuarelas pero sobre el juicio’”.

El juicio de siete meses de duración, que comenzó en Miami el 27 de noviembre de 2000, estuvo caracterizado por la flagrante violación de las protecciones constitucionales, algo que no es ajeno a los millones de trabajadores atrapados en el sistema de “justicia” capitalista de Estados Unidos. Las 16 pinturas de Guerrero evocan diferentes aspectos del caso amañado, la negación de un debido proceso y el trato deshumanizante en la prisión. Entre estas se encuentran el rechazo de la jueza de 11 peticiones hechas por los Cinco para trasladar el juicio fuera de Miami debido a la extensa publicidad tendenciosa y los actos de contrarrevolucionarios cubanoamericanos destinados a intimidar al jurado; la confiscación de miles de páginas de documentos pertenecientes a los Cinco por el FBI, material que luego fue clasificado como “secreto”, negándole de esa forma a los acusados el acceso a “pruebas” utilizadas en su contra; y el hecho de que periodistas que estaban cubriendo el juicio en la prensa de Miami estaban recibiendo pagos de la Oficina de Transmisiones hacia Cuba del gobierno de Estados Unidos.

El gobierno estadounidense, sus agentes del FBI y los funcionarios penitenciarios también utilizaron muchos y diversos métodos en su fallido intento de desmoralizar a los Cinco. Estos no solo incluyeron largos períodos de confinamiento solitario y otros abusos sistemáticos en la cárcel, sino también otras represalias más personales. Olga Salanueva, esposa de René González, fue arrestada por agentes del FBI y de inmigración en Miami el 16 de agosto de 2000 y después deportada el 21 de noviembre, solo seis días antes de empezar el juicio. A ella y a Adriana Pérez, la esposa de Gerardo Hernández, les negaron la entrada a Estados Unidos para visitar a sus esposos.

La nueva colección empieza con “El cambio de sede denegado” y termina con “Cinco distantes prisiones”, que muestra como las autoridades carcelarias separaron a los Cinco después de haber sido condenados y los enviaron a prisiones separadas por grandes distancias por todo el país, obstruyendo de esa forma su capacidad de preparar sus apelaciones.

“Varias de las obras pueden ser acompañadas por documentos relacionados con lo que pasó en el momento que la pintura representa”, dijo Maruchi a los reporteros del Militante mientras observaban cada una de las pinturas. “Por ejemplo, la que se refiere al diario que René escribió a partir del 21 de noviembre, cuando deportaron a Olguita, puede llevar la carta que René escribió ese día”.

“La pintura de la nota de prensa sobre los periodistas pagados puede ir acompañada por uno de los artículos del periódico”, dijo ella. “Tony estaba pensando en incluir estas cosas para complementar la exhibición. Pero no dio tiempo para prepararlas todavía”.

La última obra de Guerrero, como la anterior “Yo me muero como viví”, provee a los partidarios de los Cinco por todo el mundo nuevas oportunidades para ampliar la campaña de defensa para lograr su excarcelación.

Cuando se monte la exhibición en el Museo de Bellas Artes “mi hermano dice que Kcho va a tener que construir una replica del estrado de la jueza donde fue el juicio”, dijo Maruchi, al comentar sobre las pinturas.

“Esta, la del pie, representa cuando les quitaban la ropa para poderlos revisar todos los días antes de ser transportados a la corte. Como el no puede poner una persona desnuda, agachada así, como se lo hacían a ellos, pinta solo el pie. Pero sus comentarios explican lo que significa”.

‘Este fue el verdadero jurado’

“También está esta pintura muy bonita que representa el momento cuando regresaron a sus celdas el día que fueron sentenciados. Cuando regresaron a la población penal, los otros presos estaban esperándolos con un gran aplauso. Ves sus manos aplaudiendo.

“En la nota acompañante Tony explica lo que esto significó para ellos. Ese fue el verdadero jurado, dijo él, fue el primer acto de solidaridad que ha crecido por todo el mundo”.

La resistencia, la dignidad y sentido de humor de los Cinco se ve también a través de la exhibición. En la acuarela titulada “Las evidencias”, Maruchi dice, “mi hermano quiere que la gente vea que uno de los “documentos secretos” incautados por el FBI era una receta de familia” ¡para lechón asado!

“Es maravilloso lo que hizo con las acuarelas”, agregó Maruchi. “Refleja su creatividad, su fortaleza”.

“Nunca nos sentimos derrotados”, escribió Antonio en su introducción a las pinturas. “Sabíamos que seríamos absueltos por los hombres y mujeres honestos del mundo, convertidos hoy en una incesante ola de solidaridad que no se detendrá hasta llevarnos de regreso a nuestros hogares”.

“Las 15 pinturas de Antonio describiendo sus vidas en las celdas de castigo han dado impulso a una ‘renovación de la campaña’ para liberar a los Cinco”, dijo Kcho al Militante en La Habana varios días después, cuando comentaba sobre la previa colección de acuarelas de Guerrero, las cuales han sido vistas por aproximadamente 15 000 visitantes del Museo de Bellas Artes de La Habana. “Estamos revirtiendo una complacencia que ha crecido, una insensibilidad hacia lo que significa estar preso por 16 años”.  
 
 
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