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Vol. 79/No. 38      26 de octubre de 2015

 
(portada)
Resistencia y política: el camino del
Partido Socialista de los Trabajadores

 
POR JOHN STUDER  
A medida que crece la resistencia de los trabajadores a la depresión capitalista de combustión lenta, hay crecientes oportunidades para que el Partido Socialista de los Trabajadores se una con otros trabajadores a las luchas contra los ataques económicos, sociales y políticos de los patrones y su gobierno. El PST puede aumentar el alcance de su prensa, sus libros y campañas electorales para atraer luchadores hacia el partido y su programa obrero revolucionario. Esta fue la conclusión de la reunión del Comité Nacional del partido celebrada del 19 al 22 de septiembre y de una reunión del Comité Político al que asistieron dirigentes de las Ligas Comunistas de varios países.

No se ve fin a la crisis mundial capitalista, y los gobernantes capitalistas están intensificando sus ataques contra la clase trabajadora. El porcentaje de la clase obrera con empleo ha caído a su nivel más bajo en décadas; en todos lados se ven empleos de medio tiempo, temporarios y a través de agencias; y los salarios están estancados, dijo Jack Barnes, el secretario nacional del PST en su informe político.

La negativa durante décadas de la cúpula sindical a organizar a los trabajadores, y a utilizar el poder sindical contra los ataques de los patrones y su gobierno y a favor de las luchas sociales, ha conducido a derrotas y a una caída drástica en el número de miembros. La dependencia de la burocracia sindical en los partidos políticos de la clase patronal ha impedido que los trabajadores tracen un camino político independiente.

Nuevos vientos

Soplan nuevos vientos hoy en día. Trabajadores jóvenes de comida rápida, trabajadores subcontratados de los aeropuertos, empleados de cuidado médico domiciliario y empleados de Walmart están participando en huelgas y marchas, exigiendo 15 dólares por hora, horarios regulares y un sindicato. Sus luchas están teniendo impacto, forzando a los gobiernos municipales y estatales a aumentar el salario mínimo. Están inspirando a otros a luchar.

Dos tercios de los trabajadores automotrices de Fiat Chrysler rechazaron el 1 de octubre una propuesta de contrato que hubiera dejado intactas las divisiones creadas por los salarios de dos escalas, las cuales asestan un golpe a la unidad de los 36 mil trabajadores en la planta. El año pasado, los trabajadores del ferrocarril Burlington Northern Santa Fe Railway votaron en contra de una propuesta promovida por los funcionarios de la división de transporte del sindicato SMART que hubiera permitido la reducción de las tripulaciones de los trenes a una sola persona.

Los descarrilamientos y muertes son el resultado de la ofensiva de los patrones ferrocarrileros. Los patrones tratan de echarle la culpa a los mismos trabajadores que están atacando. El partido, incluso a través del Militante, puede ayudar a dirigir esfuerzos para ganar apoyo para la defensa de Tom Harding y Richard Labrie, miembros del sindicato de obreros del acero USW, que enfrentan cargos amañados por las 47 muertes causadas por el descarrilamiento en Canadá.

Muchos de estos hechos fueron parte de un informe sobre el trabajo de los miembros del partido en los sindicatos y en luchas obreras presentado por el director del trabajo sindical Norton Sandler.

Dada la negativa de los mal dirigentes sindicales a organizar a los trabajadores, muchas luchas obreras adoptan nuevas formas, como las de por 15 dólares la hora y un sindicato. En el estado de Nuevo México, trabajadores inmigrantes en los lavaderos de autos, quienes han sido ignorados o descartados por los funcionarios sindicales, han formado asociaciones obreras para resistir la sobreexplotación, los robos de salarios y otros abusos. Han logrado una serie de victorias, incluyendo el fallo de la Junta Nacional de Relaciones Laborales de que sus actividades por la sindicalización son protegidas por la ley.

Jóvenes africano-americanos están dirigiendo luchas contra asesinatos y actos de brutalidad policial. Estas batallas y mini rebeliones han hecho retroceder a los gobernantes, los cuales han comenzado a tomar medidas para frenar a la policía. Policías como los que mataron a Freddie Gray en Baltimore y a Walter Scott en North Charleston en Carolina del Sur, han sido despedidos, encarcelados y acusados en varias partes del país.

La indignación provocada por la decisión de gran jurados de no presentar cargos contra policías, incluyendo los involucrados en la muerte de Eric Garner en Staten Island, Nueva York, forzaron al gobernador Andrew Cuomo a que concediera poderes especiales al fiscal general del estado para intervenir en casos de muertes de personas desarmadas causadas por la policía.

Algunos en el movimiento Black Lives Matter (Las Vidas de los Negros Si Importan), y muchos radicales de clase media niegan estos avances. Creen que decir la verdad sobre esto podría debilitar la lucha contra los abusos policiales. Pero reconocer el verdadero impacto que el movimiento ha tenido es necesario para combatir eficazmente.

Esto quedó demostrado este verano en la ira y la respuesta digna de trabajadores de todos los colores de piel, al asesinato político de nueve africano-americanos en la Iglesia Metodista Episcopal Africana en Charleston, Carolina del Sur, por un individuo con tendencias nazis llamado Dylann Storm Roof. La abrumadora respuesta forzó a los gobernantes a bajar del capitolio estatal la bandera utilizada para aterrorizar al movimiento que derrocó a la segregación Jim Crow, y a remover ese odiado emblema de productos en los estantes de tiendas alrededor del país.

Estas luchas sociales y las crecientes batallas obreras se refuerzan mutuamente, concluyó el Comité Nacional. Estas luchas ofrecen crecientes oportunidades para que los trabajadores —tanto negros como caucásicos, tanto inmigrantes como nativos, tanto empleados como desempleados— se unan.

El Washington Post intentó pintar una imagen opuesta de los trabajadores caucásicos en el sur en un artículo el 12 de septiembre. Bajo el encabezado “Un vacío americano”, se enfocó en varios jóvenes que conocieron a Dylann Storm Roof. El difamante artículo pintó a los jóvenes y a sus familias como “chusma blanca”, cuyas vidas se centran en juegos de video violentos, fumar cigarrillos y marihuana constantemente, absorbidos por sus aparatos electrónicos, que no leen ni les interesa nada fuera del lote de casas móviles donde viven.

Su peor delito, el Post parece sugerir, es ofrecer un lugar donde pasar la noche a amigos o conocidos, ya sean blancos o negros, incluyendo a Roof durante varios días. Por hacerlo, Joey Meek, uno de los mencionados en el artículo, ha sido arrestado por el FBI bajo cargos amañados de mentir y no proveerles información sobre Roof.

Se deshace orden mundial capitalista

Estos acontecimientos toman lugar en un momento en que el “orden mundial” capitalista establecido bajo la hegemonía de Washington después de la Segunda Guerra Mundial está deshaciendose. Los países del Medio Oriente, que fueron creados de remiendos por las potencias imperialistas, se están haciendo añicos a raíz de los conflictos bélicos y sociales. China está presentando un desafío político y militar al dominio de Washington en Asia, a medida que crece su fuerza económica. Aumentan las tenciones en las relaciones en la Unión Europea, y los poderes europeos desde Alemania hasta el Reino Unido siguen recortando sus fuerzas militares.

Como respuesta, los gobernantes estadounidenses han buscado nuevas alianzas y pactos comerciales, con miras a apuntalar su poder en decadencia. Estos esfuerzos incluyen su “reajuste” con Moscú y Teherán, acuerdos con estos regímenes para lograr cierta estabilidad en Siria e Iraq (así como en Ucrania y en el “extranjero cercano” de Rusia en Europa oriental), el recientemente concluido Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica y planes para un trato comercial similar con los gobernantes europeos.

Cada uno de estos pasos contiene impredecibles e inevitables amenazas de fricción y conflicto. El primer fruto de estos “reajustes” han sido las decisiones de Moscú y Teherán de enviar bombarderos, tanques y tropas a Siria. La rapidez con que el gobierno de Vladimir Putin en Rusia ha actuado para apuntalar el gobierno asesino de Bashar al-Assad en Siria —bombardeando a los opositores del régimen y violando el espacio aéreo de Turquía— demuestra que los acuerdos de la administración Obama tienen consecuencias imprevistas y peligrosas para el pueblo trabajador en ese país y en todo el mundo. También incitan reacciones por parte de Israel, Turquía, Arabia Saudita y otros regímenes que pueden provocar nuevos conflictos.

Una consecuencia de la barbarie que está ocurriendo en Siria es el desplazamiento de más de la mitad de su población, con millones de personas obligadas a buscar refugio en campamentos y pueblos de Turquía, Líbano y Jordania. Los que tienen mayores recursos están buscando refugio en Europa. Dondequiera que llegan, se encuentran con policías antimotines, cercas de alambre y los abusos de los gobernantes capitalistas.

Por décadas los mal dirigentes sindicales se han negado a luchar por la unidad obrera; combatir la discriminación, las deportaciones, y los intentos de criminalizar a los inmigrantes; y organizar al pueblo trabajador en sindicatos, independientemente de sus orígenes. Esta lucha es clave para la clase obrera, para unir a los trabajadores inmigrantes con los nativos en la lucha de clases en Estados Unidos y en otras partes.

La agotadora crisis económica, política y moral del capitalismo, el debilitamiento de la supremacía del imperialismo de Washington, los crecientes conflictos y la emergente resistencia obrera están desgarrando el tejido de los partidos Demócrata y Republicano, y engendrando campañas como las de Donald Trump y Bernie Sanders.

Al mismo tiempo, el Partido Socialista de los Trabajadores está encontrando un creciente interés en su programa proletario, desde las demandas para satisfacer las necesidades inmediatas del pueblo trabajador, al apoyo a Cuba revolucionaria, y la necesidad de romper con los partidos de los patrones y forjar un partido obrero basado en los sindicatos. Estas y otras cuestiones apremiantes para el pueblo trabajador serán aspectos centrales de la campaña presidencial del PST en 2016.

Se fortalece la Revolución Cubana

La decisión de Washington anunciada el 17 de diciembre de 2014 hacia el establecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba refleja la atracción y perseverancia de la revolución socialista hecha por los trabajadores y agricultores de ese país, dijo Mary-Alice Waters, miembro del Comité Nacional, en un informe sobre el trabajo de construcción del partido y la defensa de la Revolución Cubana. Ante el fracaso de su curso mantenido por 55 años para derrocar la revolución mediante la violencia, el aislamiento diplomático y la estrangulación económica, Washington tenía que cambiar su táctica para lograr su objetivo. Los gobernantes estadounidenses y su estrategia hacia Cuba también estaban enfrentando un creciente aislamiento en Latinoamérica.

La Revolución Cubana es un ejemplo vivo de lo que los trabajadores y agricultores pueden lograr cuando luchan para tomar el poder político, transformándose a si mismos en el proceso, y actúan para avanzar los intereses del pueblo trabajador tanto en su país como a escala mundial, como han hecho los revolucionarios cubanos.

La atracción política de la Revolución Cubana se ve reflejada en la respuesta de los trabajadores y agricultores en Francia, Sudáfrica, Venezuela y otros países visitados por los Cinco Cubanos, cinco revolucionarios encarcelados por una década y media en Estados Unidos por sus acciones en defensa de la Revolución Cubana.

Waters acababa de regresar de una conferencia en Vietnam sobre cómo promover la lucha contra el embargo de Washington y ganar apoyo para la Revolución Cubana en Asia y el Pacífico. Waters explicó los planes para aumentar el trabajo del partido para exigir el fin del embargo y el retorno a Cuba del territorio ocupado por la base naval en Guantánamo, la cual los gobernantes estadounidenses han transformado en un campo de tortura y una mancha en la faz de la humanidad. Waters discutió la importancia de aumentar la circulación de los libros de Pathfinder que explican los logros conquistados por los trabajadores y agricultores de Cuba.

También señaló las nuevas oportunidades para reforzar la lucha por la libertad de Oscar López, quien ha estado preso más de 34 años en Estados Unidos por su inquebrantable apoyo a la independencia de Puerto Rico.

Implementar las decisiones

Basándose en las conclusiones políticas del Comité Nacional y del Comité Político Barnes habló sobre los pasos que el Partido Socialista de los Trabajadores debe implementar para aumentar su participación en las luchas sindicales y sociales, uniéndose a trabajadores jóvenes que están en la vanguardia de estas batallas y captar jóvenes al partido.

Dos cosas atraen a los jóvenes, dijo Barnes, la acción y las discusiones políticas de alto nivel que “estiren sus cerebros”.

Los miembros del partido que trabajan en Walmart y otros lugares incrementarán sus esfuerzos para impulsar la lucha más amplia por los 15 dólares por hora, horarios regulares y un sindicato. Este movimiento explosivo ya está teniendo repercusiones y puede impulsar el movimiento obrero.

A diferencia de todos los otros grupos que dicen hablar en nombre del pueblo trabajador, muchos de los cuales ya han abandonado la publicación de sus periódicos o han reducido su frecuencia, el PST está haciendo campaña para ampliar la circulación del Militante, y de los libros de la editorial Pathfinder que contienen la historia y continuidad del partido y del movimiento obrero revolucionario. Los miembros y partidarios llevan estas armas para compartirlas con trabajadores en las líneas de piquetes, protestas sociales y actividades políticas, tanto en las ciudades grandes, como en los pueblos y áreas rurales.

Libros como Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero; El rostro cambiante de la política en Estados Unidos; Política Teamster; La clase trabajadora y la transformación de la educación y los volúmenes de Nueva Internacional, una revista de política y teoría marxistas editado por los dirigentes del partido, son esenciales para los miembros del partido y otros que quieren entender el desarrollo de la lucha de clases. Leer y estudiar estos libros hace posible que los trabajadores hagan realidad el programa del partido —engendrado en luchas durante décadas— para luchar a favor de demandas a favor de los intereses del pueblo trabajador arraigadas en las lecciones de las luchas del pasado.

La incrementada participación del partido en las luchas obreras de hoy, vinculada a la ampliada circulación de la literatura del partido ayudarán a forjar una corriente marxista en el movimiento obrero, fortaleciéndolo. La implementación de este curso facilitará el crecimiento del partido.  
 
 
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