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Vol. 80/No. 5      8 de febrero de 2016

 
(artículo principal, editorial)

¡No a los ataques del FBI y la policía en Oregon!

Brooke Warren/High Country News

Exigen libertad para rancheros Dwight y Steven Hammond frente a la casa de los Hammond en Burns, Oregon, el 2 de enero, días antes de su regreso a la cárcel en caso amañado.
 
El Partido Socialista de los Trabajadores insta a los trabajadores a que se nos unan para exigir que el gobierno de Estados Unidos libere a Dwight y Steve Hammond, dos ganaderos de Oregon. Los trabajadores también deben condenar la muerte a manos del FBI y la policía de Robert Finicum y la detención el 26 de enero de Ammon Bundy y otros por cargos de conspiración por participar en la ocupación del refugio de vida silvestre Malheur en protesta contra el encarcelamiento de los Hammond y para oponerse al control federal de alrededor del 50 por ciento de la tierra en la parte occidental del país.

Los Hammond han sido encarcelados dos veces por los mismos cargos amañados de incendio intencional por tratar de proteger su rancho y su medio de sustento de la interferencia y el abuso del gobierno. Fueron declarados culpables en abril de 2014 de “dañar y destruir maliciosamente, por medio del fuego” 139 acres de tierras federales en 2001 y un acre en 2006. Eso es menos de un cuarto de milla cuadrada.

Los incendios controlados son comúnmente utilizados por los ganaderos para deshacerse de árboles de enebro y para proteger las tierras agrícolas de los incendios forestales.

Su sentencia fue alargada por el sistema federal de “justicia” a través del uso de una ley antiobrera conocida como la Ley Antiterrorista y de Pena de Muerte Efectiva. Esta ley fue adoptada para ser utilizada para atacar los derechos de los trabajadores. Washington utilizará estas leyes para atacar a otros que se defiendan de los ataques de los patrones y el gobierno, desde los piquetes sindicales hasta protestas contra los abusos de la policía.

Independientemente de lo que uno piense de los esquemas propuestos por Bundy, ellos no representan ninguna amenaza a las vidas de trabajadores. Desde el inicio, los funcionarios gubernamentales, el FBI, numerosos grupos de izquierda y los medios noticiosos liberales los han calumniado como terroristas de derecha, preparando el terreno para un ataque asesino como el perpetuado contra la secta religiosa Branch Davidian en Waco, Texas en 1993. Realizado bajo la administración del presidente William Clinton, en el ataque fueron asesinados 86 personas, incluyendo 17 niños.

Esa es la razón por la que muchos en Burns, Oregon, querían que Bundy y sus colegas se fueran. No necesariamente quiere decir que estén en desacuerdo con su apoyo a los Hammond o con su protesta contra el uso discriminatorio por Washington de grandes extensiones de tierra. Era el temor a que la ocupación resultara en otro Waco.

“Para los trabajadores de todo el mundo que vieron la carnicería en Waco esto fue un recuerdo insoportable del tipo de violencia que el gobierno capitalista, los partidos políticos capitalistas y sus bandas armadas… no titubearán en usar”, dijo el secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores en una declaración emitida en esa fecha. “Hoy su blanco podría ser un grupo religioso marginal. Mañana podrían ser obreros que se salgan de línea o sus sindicatos u otras organizaciones de la clase trabajadora”.

¡Libertad para Dwight y Steven Hammond! ¡No a otro Waco! ¡Retiren los cargos contra Ammon Bundy y las otras personas que ocuparon la reserva Malheur!  
 
 
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