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Vol. 80/No. 9      7 de marzo de 2016

 
(portada, Comentario)

Muerte de Scalia y el debate sobre la
Corte Suprema y Carta de Derechos

 
POR MAGGIE TROWE
La muerte del juez de la Corte Suprema Antonin Scalia el 13 de febrero ha desatado un debate partidista sobre la nominación del juez que lo reemplazará y un debate más amplio sobre el papel de la Corte Suprema, la Carta de Derechos y otras enmiendas a la constitución que defienden la igualdad de protección ante la ley.

Los candidatos presidenciales demócratas Hillary Clinton y Bernie Sanders han instado al presidente Barack Obama a que nomine rápidamente a un liberal para la posición. Los republicanos le han exigido a Obama que no haga ninguna nominación y le deje esta función al próximo presidente para el 2017.

Scalia era detestado por la mayoría de los liberales e izquierdistas por sus posiciones sociales conservadoras, pero más importante aun porque él argumentaba que las decisiones de la corte deberían apegarse estrictamente a la constitución, rechazando decisiones ‘impulsadas por los resultados’ lo que equivale a usar la corte para decretar leyes.

Pero favorece a los intereses de la clase trabajadora que la corte se apegue a la constitución, y especialmente a la Carta de Derechos y las enmiendas posteriores, las cuales se ganaron en la lucha y son protecciones del pueblo contra el gobierno.

En su documento de discrepancia sobre la decisión del año pasado de legalizar el matrimonio gay, Scalia, señaló lo estrecho que era la composición social de los jueces, y escribió que “son solo nueve hombres y mujeres, todos ellos abogados exitosos que estudiaron en la escuela de leyes de Harvard o de Yale”.

Los jueces son todos católicos o judíos, señaló. “Ni uno solo es cristiano evangelista (un grupo que incluye aproximadamente a la tercera parte de la población estadounidense), o ni siquiera protestante de cualquier denominación. … Ocho de ellos crecieron en los estados de la costa este y oeste”.

Ruth Bader Ginsburg, una magistrada liberal que ha servido por mucho tiempo en la Corte Suprema, ha planteado otras inquietudes con respecto a lo que se conoce como el activismo judicial con respecto a la decisión de la corte en el caso Roe contra Wade de 1973, la cual despenalizó el aborto. “No es que la decisión fuera errónea, sino que fue demasiado lejos y demasiado rápido”, interrumpiendo la lucha política que se necesitaba, dijo Ginsburg en un simposio en la escuela de leyes de la Universidad Columbia en 2012. También ha criticado a la corte el no basar su decisión en la Enmienda 14 de la constitución que garantiza a toda persona igualdad de protección ante la ley, una conquista de la lucha revolucionaria que eliminó la esclavitud.

Los partidarios liberales del activismo judicial y una “constitución viviente” dicen que la corte debería dar prioridad a lograr con su juicio un resultado que estimen positivo y progresista, y ya después hallar como justificarlo.

Es mejor para la clase trabajadora cuando la corte se atiene estrictamente a la constitución y sus enmiendas, que establecen límites a los abusos del gobierno.

Por ejemplo, en el caso Kyllo contra Estados Unidos en 2001, Scalia escribió que el gobierno violó la Cuarta Enmienda que prohíbe el registro e incautación injustificadas al usar tecnología de imágenes térmicas para detectar el cultivo de marihuana dentro de la casa de un sospechoso sin contar con una orden judicial.

Cuando la corte derogó una ley de “crimen de odio,” contra el discurso racista en St. Paul, Minnesota en 1992, Scalia escribió, “Incendiar una cruz en el patio de alguien es reprensible. Pero las autoridades de St. Paul tienen medios suficientes a su disposición para impedir ese tipo de comportamiento sin echar al fuego la Primera Enmienda”.

Hasta que el pueblo trabajador pueda construir un movimiento lo suficientemente fuerte para derrocar la dictadura de la clase capitalista, necesitamos una Corte Suprema que ejecute estrictamente las protecciones que hemos ganado en luchas obreras y consagrado en la Carta de Derechos y otras enmiendas a la constitución.  
 
 
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