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Vol. 80/No. 11      21 de marzo de 2016

 
(portada)

Crisis capitalista, refugiados aceleran desintegración de una ‘Europa unida’

 
POR EMMA JOHNSON
El mito de una “Europa unida” se está desintegrando a un ritmo acelerado. La llegada masiva de refugiados de Siria, Afganistán y otras partes está agravando los conflictos que existen en la Unión Europea, una alianza política y comercial de 28 países dominada por el imperialismo alemán.

La zona Schengen en la que se puede circular sin pasaporte ha sido suspendida para todos los efectos a medida que un número creciente de gobiernos ha establecido controles fronterizos. Nuevas alianzas regionales están tomando medidas para sellar sus fronteras desafiando y debilitando los intentos de la canciller alemana Angela Merkel de improvisar una solución a escala europea.

Las contradicciones dentro de la UE —marcadas desde el principio por la competencia entre las clases capitalistas nacionales y los desiguales niveles de productividad y desarrollo entre ellas— se han agudizado durante años de declive en la producción y el comercio a nivel mundial. Estas tendencias sustentan el creciente apoyo en Europa hacia partidos que se oponen a la UE a favor de perspectivas políticas nacionalistas, incluyendo en el Reino Unido. Un referéndum sobre “Brexit”, si salirse o quedarse en la UE, está previsto para el 23 de junio.

El gobierno de Austria convocó una reunión el 24 de febrero con funcionarios de nueve países balcánicos, incluyendo seis que no son miembros de la UE, para discutir cómo restringir aún más el flujo de refugiados hacia el norte desde Grecia. Atenas y Berlín no fueron invitados. El grupo acordó enviar más policías para ayudar a Macedonia a fortalecer su frontera con Grecia. Los gobiernos de Austria y Macedonia ya han establecido límites a los migrantes que entran en sus países, dejando a miles de personas atoradas en Grecia.

Aumenta la crisis en Grecia

Más de 100 mil personas han llegado a Grecia en los primeros dos meses de este año, aún antes de la llegada de los tiempos cálidos. Los refugios están repletos y miles de los que buscan asilo duermen en parques y a lo largo de las autopistas. El gobierno ha abierto instalaciones militares y ha establecido campamentos temporales en el norte de Grecia, incluso alojando refugiados en transbordadores.

Esto solo ha empeorado la crisis económica en Grecia, donde por años los trabajadores han sufrido el alto desempleo, reducciones salariales y de pensiones y recortes masivos en el cuidado de la salud y otras necesidades sociales. Los imperialistas más poderosos, en Berlín y por medio del Fondo Monetario Internacional, están exigiendo que Atenas imponga ataques más intensos contra la clase obrera como condición para nuevos préstamos que eviten la quiebra y el abandono del uso del euro.

Funcionarios del FMI dicen que Atenas debe recortar su presupuesto por un monto equivalente al 4 o 5 por ciento de su producto interno bruto en los próximos tres años, la mayor parte en pensiones, porque ya se han recortado “hasta el hueso” los otros gastos públicos y los impuestos ya son “sofocantemente” altos. Atenas ha ofrecido recortes del 1 por ciento este año.

Una cumbre entre funcionarios de la UE y Turquía fue celebrada el 7 de marzo. Desde octubre la canciller alemana Merkel ha venido negociando con el gobierno turco un acuerdo para controlar el flujo de migrantes y para establecer un sistema de cuotas para el asentamiento de refugiados en Europa.

Hay alrededor de 2.5 millones de refugiados en Turquía, con decenas de miles de recién llegados que vienen huyendo de los bombardeos de Moscú contra Aleppo, en Siria. “Podemos abrir las puertas hacia Grecia y Bulgaria en cualquier momento y poner a los refugiados en autobuses”, dijo el presidente turco Recep Tayyip Erdogan a la comisión europea en noviembre. Erdogan está utilizando a los refugiados como moneda de cambio, incluyendo en los esfuerzos de Ankara para detener los avances de la lucha nacional de los kurdos y está buscando lograr un acuerdo que redistribuya a los refugiados kurdos de Siria en países de la UE.  
 
 
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