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Vol. 80/No. 43      14 de noviembre de 2016

 
(artículo principal)

‘El Partido Socialista de los Trabajadores es
tu partido’

PST lanza jornada de 10 días para extender su alcance

Militante/Maggie Trowe
Miembro del Partido Socialista de los Trabajadores John Benson (der.) con sindicalista Denny Chaney, frente a su casa en Memphis, Tennessee, el 4 de junio. El PST se está transformando para que discusiones sobre política revolucionaria con trabajadores sean su actividad principal.
 
POR MAGGIE TROWE
A medida que se acerca el fin de los comicios presidenciales el 8 de noviembre, se está profundizando la crisis de los dos partidos capitalistas. Ya sea que resulte elegida la demócrata Hillary Clinton o el republicano Donald Trump, el nuevo presidente será el primero en la historia de Estados Unidos que empezará su mandato con la desconfianza de la mayoría de la población.

Las elecciones no pondrán fin a las amplias discusiones que están teniendo lugar entre el pueblo trabajador sobre cómo enfrentar el impacto que está teniendo sobre ellos la agobiante contracción económica y crisis financiera del capitalismo.

A medida que esto se desarrolle, el Partido Socialista de los Trabajadores está extendiendo su actividad política en el seno de la clase trabajadora enfocándose en tener discusiones con trabajadores en sus casas sobre la crisis del sistema capitalista, y lo que el pueblo trabajador puede hacer para luchar por sus propios intereses de clase.

Los miembros del partido están organizando un esfuerzo especial de 10 días del 3 al 12 de noviembre en ciudades, pueblos y áreas rurales, donde participarán en el amplio debate político que se está dando entre los trabajadores. Ellos están explicando que la crisis que están enfrentando los trabajadores tiene sus raíces en la dictadura del capital y hablan sobre la necesidad de que la clase trabajadora tome el poder político.

Las ramas del partido por todo el país han cancelado los programas del Militant Labor Forum durante el fin de semana previo a las elecciones para dedicar más tiempo a tener discusiones con trabajadores en las puertas de sus casas.

El esfuerzo de 10 días servirá para colocar aún más estas discusiones en la clase trabajadora al centro de la actividad contínua de los miembros del PST. Dirigentes del partido viajarán a ciudades donde existen ramas para ayudar a dirigir el esfuerzo para aprovechar la amplia receptividad de los trabajadores a este tipo de discusiones, hoy y en los años venideros, sobre la política obrera y la lucha por el socialismo.

El historial antiobrero de los Clinton: Por qué Washington le teme al pueblo trabajador por Jack Barnes, el secretario nacional del PST, está ahora disponible (ver extracto) y será una valiosa ayuda en estas discusiones y para atraer a trabajadores al PST.

“¿Eso es contra Clinton?”, le preguntó Jim Kusek a la candidata presidencial del PST Alyson Kennedy cuando la escuchó hablar sobre el nuevo libro El historial antiobrero de los Clinton: Por qué Washington le teme al pueblo trabajador, por el secretario nacional del PST Jack Barnes, durante una visita a Lomita, California, el 29 de octubre.

“Sí, ambos partidos, el Demócrata y el Republicano, atentan contra los intereses del pueblo trabajador”, dijo Kennedy. “Necesitamos ver hacia nuestra clase para trazar un curso para avanzar”.

Kusek estuvo de acuerdo con eso.

“El principal elemento de estas elecciones es la clase trabajadora”, dijo el candidato para vicepresidente Osborne Hart a estudiantes de la Universidad de Vanderbilt, en un debate electoral en Nashville, Tennessee, el 24 de octubre. En el panel también participaron representantes del Partido Demócrata, del Partido Conservador y del Partido Verde.

“Los gobernantes capitalistas y sus representantes como Clinton y Trump nos temen. Es por eso que Clinton nos tacha de ‘deplorables’ e ‘irredimibles’”, dijo Hart. “El sistema capitalista, el cual ellos defienden, está en una crisis histórica para la cual ellos no tienen solución”.

Crisis de partidos capitalistas

Cuando se hicieron públicos los comentarios de Trump jactándose de tocar a mujeres sin su consentimiento, y cuando respondió a una tormenta de críticas atacando a las mujeres diciendo que eran “repugnantes”, sus niveles en las encuestas cayeron. Muchos políticos republicanos dijeron que no podían apoyarlo. Su partido se estaba deshilachando.

Los principales periódicos capitalistas, desde el Washington Post al New York Daily News, han realizado un incesante ataque histérico contra Trump. Pero esta semana su atención estuvo dirigida a Clinton cuando el director del FBI James Comey anunció que la agencia iba a reiniciar su revisión del manejo de correos electrónicos por parte de la ex secretaria de estado, tras descubrir miles de mensajes en una investigación independiente del ex congresista demócrata Anthony Weiner. Weiner es el esposo de la ayudante de Clinton Huma Abedin, quien ahora está separada de él.

La campaña de Clinton respondió con fuertes acusaciones contra Comey de estar tratando de influenciar las elecciones y de tener un “patente doble rasero” en la investigación de los correos de Clinton mientras rehúsa investigar los supuestos vínculos de Trump con Rusia.

Pero al siguiente día el presidente Barack Obama defendió a Comey diciendo que es “un hombre de integridad”.

El ala del partido compuesta por partidarios de “Occupy Wall Street” —encabezada por el senador Bernie Sanders y la senadora Elizabeth Warren, están buscando como incrementar su influencia.

Sanders dijo en una columna publicada el 27 de octubre en el Boston Globe que una nueva administración demócrata debe tener un secretario del tesoro que esté “preparado a confrontar la avaricia y el comportamiento ilegal de Wall Street, y no alguien que venga de Wall Street o que se vaya a Wall Street cuando deje su puesto”.

Los partidarios de Clinton están diciendo que realmente no importa si Trump gana el voto popular, porque nunca podrá ganar en el Colegio Electoral.

Trump ha dicho que las elecciones están “amañadas”. Pero no importa quien gane, las familias capitalistas gobernantes controlarán la Casa Blanca. La crisis económica, política y moral del régimen capitalista se profundizará.

Los comicios de 2016 pasarán a la historia, pero el PST continuará extendiendo su alcance, tocando en las puertas de las casas de trabajadores, participando en discusiones y demostrando con sus acciones que el PST es el partido que necesita la clase trabajadora.

Sam Manuel en Atlanta y Deborah Liatos en Los Angeles contribuyeron a este artículo.

 
 
 
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