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Vol. 80/No. 45      28 de noviembre de 2016

 
(portada)

‘Recuperación’ económica no ha beneficiado
a trabajadores

 
POR BRIAN WILLIAMS
La economía capitalista de Estados Unidos está en el octavo año de lo que el gobierno y los medios capitalistas describen como una recuperación económica. Pero esta recuperación está marcada por el estancamiento y la contracción de la producción industrial, lo que significa condiciones de depresión a fuego lento para decenas de millones de trabajadores. Enfrentamos la inflación, salarios estancados, una caída en el ingreso medio familiar y agrícola y en cifras históricamente bajas en el porcentaje de trabajadores que tienen un empleo.

“La economía de Estados Unidos se recupera, creció un 2.9% en el tercer trimestre”, decía el encabezado del Wall Street Journal el 29 de octubre. Una mirada más atenta muestra que durante el último decenio el crecimiento promedio del producto interno bruto real “se ha reducido a apenas 1.3 por ciento”, el más bajo desde la depresión de los años 30, escribió el asesor de inversiones John P. Hussman en su boletín del 26 de septiembre.

Las cifras del tercer trimestre se basan en un aumento de las exportaciones, especialmente la soja y otros granos, y una acumulación de los inventarios de los patrones.

Desde la década de los 70, una curva descendente de la acumulación del capitalismo mundial y las tasas de ganancia ha desalentado a los patrones de invertir en la expansión de la capacidad industrial y la contratación. En cambio, ellos se han dedicado a acaparar dinero en efectivo o a especular en acciones, bonos, derivados u otras formas de papel comercial.

Esto es lo que llevó a la acumulación masiva de los tóxicos préstamos hipotecarios subprima, empaquetados juntos y vendidos para la inversión especulativa, lo que explotó en 2008.

Hoy en día hay una burbuja de crédito en las ventas de autos con préstamos de automóviles pendientes que superan los 1.1 billones de dólares. Los préstamos para automóviles subprima, que representan alrededor de un tercio de todas las compras de automóviles nuevos, han crecido a 38 mil millones de dólares, comparado a los 2 mil millones de hace ocho años. Estos préstamos tienen altas tasas de interés, que van desde el 10 por ciento hasta el 25 por ciento durante seis a ocho años.

Los automóviles de un número creciente de trabajadores —1.6 millones en 2015— están siendo confiscados por los bancos y otras agencias de préstamos.

Agricultores enfrentan ruina Agricultores enfrentan ruina

La prensa financiera dice que el comercio está en ascenso. “Los barcos cargados de millones de toneladas de trigo, maíz y soja producto de Estados Unidos han estado saliendo de los puertos”, informó el Financial Times el 3 de noviembre, cuando los gigantes monopolios de alimentos —Archer Daniels Midland, Bunge, Cargill y Dreyfus— que controlan más del 75 por ciento del comercio mundial de granos, buscan expandir sus exportaciones.

Pero los agricultores de granos enfrentan la ruina económica. Por el tercer año consecutivo, los ingresos agrícolas están disminuyendo. El maíz, que superó los 8 dólares el bushel en el verano de 2012, ahora está a 3.50 dólares. Los precios de la soja se desplomaron de casi 18 dólares a menos de 10. El trigo rojo suave de invierno bajó de 9 dólares el bushel a 4 dólares.

Los que sufren las peores consecuencias son los pequeños agricultores que trabajan su tierra, muchos de los cuales tomaron enormes prestamos para expandir sus granjas en un esfuerzo desesperado para plantar más y compensar por un desplome de los precios de los productos básicos. Las solicitudes de quiebra de los pequeños agricultores subieron un 51 por ciento en comparación con 2013.

El volumen del comercio mundial se mantuvo estable en el primer trimestre de 2016, luego cayó en un 0.8 por ciento en el segundo trimestre. El New York Times dijo que esto fue “la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que el comercio con otras naciones ha disminuido durante un período de crecimiento económico”.

Millones de trabajadores han tenido que aceptar trabajo a tiempo parcial, temporal, de guardia o de contrato con salarios más bajos y menos o ningunos beneficios. El Christian Science Monitor informa que un estudio realizado por economistas de Harvard y Princeton encontró que solo el 6 por ciento de los 9.1 millones empleos netos creados durante la última década fueron en posiciones regulares de tiempo completo.

La tasa oficial de desempleo para octubre fue del 4.9 por ciento y se crearon 161 mil puestos de trabajo, dijo el Departamento de Trabajo. Sin embargo, los empleos en la industria manufacturera disminuyeron en 9 mil mientras que los empleos en el cuidado de la salud, los cuales tienen una baja remuneración aumentaron en 30 500. Al mismo tiempo, 425 mil trabajadores “desalentados” fueron borrados de las estadísticas sobre la fuerza de trabajo.

La llamada tasa de participación en la fuerza de trabajo —el porcentaje de trabajadores que están trabajando o desempleados que están “activamente” buscando trabajo— permanece por debajo del 63 por ciento, lo más bajo en 40 años. Más de 94 millones de personas mayores de 16 años no son consideradas parte de la fuerza laboral.  
 
 
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