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Vol. 81/No. 6       13 de febrero de 2017

 
(portada)

Rinden tributo en Washington a Fidel Castro, Revolución Cubana

Le Canal Nabo News
Embajador cubano José Ramón Cabañas (al microfono), y Gnaka Lagoke (derecha) del Foro de Renacimiento del Panafricanismo en evento en Washington el 7 de enero para celebrar la vida política y liderazgo de Fidel Castro y el internacionalismo de la Revolución Cubana
 
POR ARLENE RUBINSTEIN
WASHINGTON — Alrededor de 200 personas se reunieron en esta ciudad el 7 de enero para rendir homenaje al dirigente histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, quien falleció el 25 de noviembre. Bajo el título “Cuba, África y el mundo: Homenaje a Fidel Castro”, los oradores debatieron sobre el liderazgo político decisivo de Castro en todos los momentos importantes de la Revolución Cubana y su inquebrantable internacionalismo proletario.

“Gracias por hablar de la vida de Fidel con felicidad y sin un sentimiento de pérdida”, dijo José Ramón Cabañas, embajador cubano en Estados Unidos. “Muchos trabajadores estadounidenses respetan a Fidel”.

Hace años que los enemigos de Fidel han especulado sobre la “Cuba pos-Castro”, dijo Cabañas. Describiendo cómo los trabajadores y jóvenes cubanos, en sus millones, reafirmaron su compromiso con la revolución socialista cubana y sus valores, continuó diciendo: “Saben que tienen algo que aportar, así es cómo Fidel nos educó. Por muchos años, nos dijo, que si en algún momento estás aislado, en cualquier parte del mundo, serás tu propio comandante. Sabrás qué hacer, y cómo hacerlo. También sabrás que nuestra revolución nunca te olvidará. Fidel dijo que los Cinco Cubanos regresarían y ganamos su libertad”.

Miguel Fraga, primer secretario de la embajada de Cuba, acompañó a Cabañas y fue presentado en el evento.

Otros oradores incluyeron Gnaka Lagoke, fundador del Foro de Renacimiento del Panafricanismo, quien presidió el acto; José Pertierra, abogado cubano-americano que representó a Juan Miguel González, padre de Elián González; el Dr. Piero Gleijeses, catedrático de la Universidad John Hopkins y autor de Misiones en conflicto: La Habana, Washington y Africa, 1959-1976; Mary-Alice Waters, dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores y presidenta de Pathfinder Press; Heather Benno, de la Coalición ANSWER y del Partido Socialismo y Liberación; Jennifer Bryant, organizadora de la Brigada Venceremos; y Netfa Freeman, del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad, y de Acción Comunitaria Panafricana, y el Instituto de Estudios Políticos. Carlos Ron, cónsul en la embajada de Venezuela, extendió saludos.

“En los próximos años, necesitaremos más eventos sobre la Revolución Cubana en más países, especialmente en África”, dijo Lagoke, quien ha organizado eventos anuales para dialogar sobre África y la Revolución Cubana.

Los participantes vinieron de Washington, Filadelfia, Nueva York y de más lejos, como Chicago.

La solidaridad internacionalista que une a Cuba revolucionaria y África fue un tema central del acto. “Fidel es nuestro vínculo con África. Para nosotros en Cuba, África no es otra cosa, somos africanos”, dijo Cabañas entre aplausos.

“Fidel fue un panafricanista del más alto nivel y la solidaridad y huella de Cuba en el movimiento panafricano se remonta a los años 60”, dijo Netfa Freeman. Durante la guerra de independencia de Argelia contra el colonialismo francés, los dirigentes revolucionarios de Cuba enviaron barcos para llevar armas al Frente de Liberación Nacional de Argelia y regresaron con huérfanos de guerra y niños heridos para brindarles tratamiento y educación, solo dos años después de su propia victoria revolucionaria, dijo.

José Pertierra relató como durante un almuerzo de Navidad en casa de Fidel en 2010, Fidel se puso en contacto telefónico con médicos voluntarios cubanos que combatían una epidemia de cólera en Haití. “Habló con ellos como un general que desplegaba tropas de un lugar a otro, transmitiéndoles coraje y entusiasmo”, dijo.

Varios oradores describieron el papel decisivo de los 425 mil cubanos internacionalistas que lucharon junto a las fuerzas angolanas y namibias en una dura guerra por la libertad contra los invasores del apartheid sudafricano y sus partidarios en Washington. La lucha comenzó en 1975 cuando Angola ganó la independencia de Portugal y duró dieciséis años.

“El ejemplo de Cuba fue sin precedentes. No estaban guiados por intereses estrechos, sino por el sentido de misión revolucionaria de Castro. Su internacionalismo lo superó todo”, dijo Piero Gleijeses. Fidel consideró la lucha para derrotar al apartheid como “la causa más hermosa de la humanidad”.

Ante las crecientes amenazas bélicas de Washington en la década de los 80, Cuba se negó a disminuir su apoyo o retirarse de Angola, dijo, aún cuando esto significaba rechazar el curso de los dirigentes de la Unión Soviética, que estaban enfocados en lograr la distensión con Washington. “Cuando el presidente Jimmy Carter ofreció restablecer las relaciones con Cuba si Cuba se retiraba de Angola, Cuba dijo que no”, explicó Gleijeses. “La oleada de la victoria cubana en Angola recorrió la región”.

Fidel pertenece a Cuba y el mundo

“Fidel pertenece ante todo a los hombres y mujeres de Cuba. Pero también pertenece a los trabajadores del mundo”, dijo la dirigente del PST, Mary-Alice Waters. “Él demostró en acción lo que significa el internacionalismo proletario, y cómo y por qué es inseparable de la revolución socialista en Cuba y el fortalecimiento de esa revolución.

Fidel entendió históricamente que la lucha en el sur de África duraría hasta que el apartheid fuera derrotado y que solo su derrota garantizaría la soberanía e independencia de Angola, explicó Waters. “Fidel fue uno de los grandes comandantes militares de los trabajadores del mundo. Comprendió que la dirección militar de la clase obrera en la lucha revolucionaria comienza con un liderazgo político. Eso es lo decisivo por encima de todo”, dijo Waters.

“En el siglo 20 hubo dos grandes revoluciones socialistas, la rusa y la cubana”, dijo Waters. “Ninguna fue la obra de un solo individuo, surgieron de las condiciones creadas por el propio capitalismo. Pero sin la presencia y la dirección política de Lenin y Fidel, en esas revoluciones en momentos decisivos, las probabilidades de que cualquiera de las dos hubiera triunfado eran pequeñas”.

“Hay momentos en que el papel de un individuo en la historia es decisivo. La habilidad de Fidel para dirigir a los otros dirigentes en momentos decisivos fue crucial”, dijo. “Sin Lenin y Fidel, la historia del siglo 20 y del siglo 21 sería difícil de imaginar. Es por eso que estos dos gigantes se destacan sobre todos los demás y por qué pensamos en ellos a la vez. Sabían que solo erradicando las relaciones capitalistas se podría construir un nuevo orden”.

Dos cursos diferentes fueron presentados en la reunión sobre cómo defender a Cuba revolucionaria hoy. Algunos oradores sostuvieron que “detener” al nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, era fundamental.

La agenda de Trump es aplastar a los sindicatos, abolir las regulaciones ambientales, realizar deportaciones masivas y desencadenar ataques masivos contra los derechos de las mujeres, dijo Heather Benno. “Su objetivo es regresar a Estados Unidos a la forma más irrestricta de dominio capitalista, sin protección para los sectores oprimidos”, dijo. “Protestar contra Trump es el corazón y el alma del legado del Comandante”.

“No solo estamos protestando contra Trump, sino que estamos protestando contra el sistema que permitió que Trump resultara elegido para encabezar el mayor país guerrerista e imperialista del mundo”, dijo Jennifer Bryant.

“Nuestra responsabilidad aquí es mantener el fuego contra Washington”, respondió Waters, en respuesta a una pregunta durante el debate. “Ya sea que el presidente es Trump, Clinton, Obama o algún otro político capitalista, las familias propietarias que dictan la política exterior de Washington se han empeñado incesantemente durante décadas para destruir la revolución, independientemente de los cambios tácticos o de qué partido capitalista ostente la presidencia. Necesitamos construir un movimiento para exigir que Washington devuelva Guantánamo ya, ahora mismo, que termine su embargo económico y ponga fin a sus programas subversivos de ‘cambio de régimen’.

“Los gobernantes estadounidenses temen el ejemplo de la revolución socialista de Cuba, y por primera vez en décadas han empezado a temer a la clase trabajadora estadounidense”, dijo. “Los trabajadores aquí tienen la misma capacidad para transformarse y somos capaces de tomar el poder y transformar la sociedad”.

Durante el extenso debate de una hora de duración, orador tras orador se refirió a ejemplos del internacionalismo cubano, desde la ayuda a Venezuela en sus esfuerzos por resistir los ataques de Washington hasta su respuesta a la epidemia del Ebola en 2014 en África Occidental. Los intercambios continuaron informalmente durante una deliciosa cena al estilo de África Occidental.

Los participantes compraron 13 ejemplares de Cuba y Angola: La Guerra por la Libertad, el recién publicado relato de la misión internacionalista cubana en Angola, por Harry Villegas, general de brigada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR), quien sirvió como enlace directo de Fidel Castro con las fuerzas cubanas allí. El libro fue publicado por Pathfinder.

“Todo el evento fue revelador e inspirante, incluyendo los libros”, dijo al Militante Bryan Carrigan, un trabajador de almacén y miembro de los Teamster. “No sabía que Cuba había ayudado en África, como en Angola, y que se había quedado tanto tiempo”.  
 
 
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