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Vol. 81/No. 10      13 de marzo de 2017

 
(especial)

Nuevos libros ‘capturan la realidad que enfrentan los trabajadores en EEUU’

Panelistas en feria de libros en La Habana debaten crisis capitalista y la respuesta obrera

 
POR MARTÍN KOPPEL
Y MAGGIE TROWE
LA HABANA—“Me llama la atención el interés que han suscitado aquí estos libros”, dijo Fernando González al hablar el 10 de febrero en la presentación de tres nuevos títulos de la editorial Pathfinder sobre la lucha de clases actual en Estados Unidos.

“Estos libros reflejan la realidad que se vive día a día en Estados Unidos. Una que a veces está ausente de la vista de todos nosotros. Uno no ve esta realidad reflejada en la CNN, el New York Times, el USA Today, el Wall Street Journal, ni en la ABC, NBC o CBS u otras cadenas de televisión de Estados Unidos”.

González, uno de los cinco cubanos que pasaron más de una década y media en prisiones estadounidenses por sus acciones en defensa de la Revolución Cubana, es vicepresidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. Hablaba en un panel celebrado el primer día de la Feria Internacional del Libro de La Habana. La feria anual, que terminó el 19 de febrero, fue un gigantesco festival cultural que incluyó presentaciones de libros, mesas redondas y otros eventos, además de decenas de stands donde miles de personas acudían cada día para ojear y comprar literatura de editoriales cubanas y de otros países.

Los títulos de Pathfinder que fueron presentados incluyeron El historial antiobrero de los Clinton: Por qué Washington le teme al pueblo trabajador y ¿Son ricos porque son inteligentes? Clase, privilegio y aprendizaje en el capitalismo? por Jack Barnes, secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores. El tercero, ¿Es posible una revolución socialista en Estados Unidos?Un debate necesario entre el pueblo trabajador, es por Mary-Alice Waters.

Junto a González para discutir los libros se encontraban Elier Ramírez, historiador en el Consejo de Estado de Cuba; Enrique Ubieta, escritor y divulgador del marxismo ampliamente leído entre los jóvenes y otros; y Mary-Alice Waters, presidenta de la editorial Pathfinder y dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos. El evento fue moderado por Javier Dueñas, director de la Casa Editora Abril, editora de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba (UJC).

Como señaló González, los nuevos libros atrajeron la curiosidad y el interés serio entre el constante flujo de visitantes al stand de Pathfinder durante los 10 días de la feria del libro. Estos hicieron preguntas como: ¿Cómo se explica la victoria electoral de Donald Trump? ¿Cómo es la vida para los trabajadores en Estados Unidos hoy? ¿Qué pasa con las guerras continuas en el Medio Oriente y otras partes del mundo? ¿Cómo reaccionan otras personas en Estados Unidos ante socialistas y comunistas como ustedes? ¿Enfrentan la represión del gobierno?

Ese interés se reflejó en las varias decenas de personas que asistieron a la presentación, incluyendo un buen número de estudiantes universitarios y otros jóvenes. También se registró en la venta de casi 440 ejemplares de los tres libros durante la feria.

‘Carnicería’ para trabajadores
“Si ustedes hubieran leído estos tres libros hace un año, nada de lo que está pasando hoy en la política de Estados Unidos los sorprendería”, dijo Waters al dar inicio al panel. (El texto íntegro de su presentación se reproduce en la página 14.)

Waters señaló que el presidente Trump había hablado de “esta carnicería americana” al describir las actuales condiciones de vida de muchos trabajadores. Esa frase, dijo Waters, “fue destacada por los histéricos medios liberales anti-Trump como ejemplo de cómo el presidente, de manera perversa, se negaba a reconocer lo que los que se han beneficiado tanto de los años de Obama llaman una recuperación económica”.

Pero carnicería es exactamente “la palabra que ustedes encontrarán en las páginas de El historial antiobrero de los Clinton”, dijo Waters. El libro describe las consecuencias para los trabajadores estadounidenses de un cuarto de siglo de políticas sociales llevadas a cabo por la Casa Blanca de Clinton y las subsiguientes administraciones republicanas y demócratas: altos niveles de desempleo, aumento masivo de la población carcelaria, mayor uso del confinamiento solitario, cifras sin precedentes de deportaciones, el aumento de las tasas de suicidio entre los adultos jóvenes, la epidemia de la drogadicción en los pueblos más pequeños y las zonas rurales devastadas, las guerras sin fin en el extranjero y mucho más.

Cuando la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton declaró despectivamente que aquellos que no iban a votar por ella —es decir, aquellos que no iban a votar por continuar la carnicería— eran “una canasta de deplorables irredimibles”, en ese momento “ella perdió las elecciones”, dijo Waters.

Debido al deterioro de estas condiciones, causado por la crisis económica y social del capitalismo mundial, “hoy existe una mayor receptividad en la clase trabajadora norteamericana que en cualquier momento de nuestras vidas para debatir las más amplias cuestiones sociales y políticas”, apuntó. Hay crecientes oportunidades —y enormes responsabilidades— para los trabajadores comunistas cuando se suman a estas discusiones y a las luchas del pueblo trabajador.

‘Libros muestran lucha de clases’
“Estos tres libros, que son como un solo tomo, nos dan un reflejo de cómo se está desarrollando la lucha de clases a lo interno hoy de Estados Unidos”, dijo Elier Ramírez. “Y es muy importante que los cubanos aprendan sobre esto”.

Basándose en El historial antiobrero de los Clinton, destacó algunas de las políticas implementadas por esa administración, como la eliminación de la Ayuda a las Familias con Niños Dependientes, un aumento del 60 por ciento en la población penitenciaria, y las cifras más altas de la historia en las deportaciones de trabajadores inmigrantes.

“Precisamente el año que el presidente William Clinton firmó estas severas leyes contra la clase trabajadora en Estados Unidos, hizo lo mismo contra Cuba al firmar la ley Helms-Burton”, la cual intensificó la guerra económica norteamericana contra ese país.

El gobierno está aplicando estas políticas, continuadas por sucesivas administraciones, “en medio de una depresión económica a fuego lento del sistema capitalista cuya carga mayor va a los hombros de la clase trabajadora”, subrayó Ramírez. En esta situación, dijo, “no es sorprendente ver “por qué Hillary Clinton era una candidata tan impopular” y por qué “muchos trabajadores rechazaban a ambos candidatos”. Señaló la caricatura en la introducción del libro donde una casa tenía un cartel en el patio que decía “Ella es peor” y el cartel del vecino decía “Él es peor”.

Ramírez dijo que apreció el libro ¿Es posible una revolución socialista en Estados Unidos? Dijo que coincidía con la autora en que la respuesta a la pregunta es “Sí, pero depende de nosotros”, y agregó que le recordaba los argumentos que se escuchaban décadas atrás de que en Cuba era imposible una revolución socialista.

Ilustró su punto con una anécdota sobre sus abuelos, quienes emigraron a Miami durante la dictadura de Batista en los años 50. “Cuando Fidel [Castro] pasó por Miami en esa época, mi abuelo se unió al Movimiento 26 de Julio, y una de las primeras reuniones de Fidel en Miami se hizo en casa de mis abuelos. Mi abuela le dijo, ‘¿Pero tú estás loco? ¿Qué tú haces con ese hombre que atacó la segunda fortaleza militar de Cuba con escopetas para matar tomeguines? ¿Tú crees que ese hombre, que ahora está vendiendo ese librito’ —era La historia me absolverá, que lo vendía el Movimiento 26 de Julio— ‘va a tumbar a Batista?’ Por supuesto, mi abuelo tuvo razón, y con el tiempo mi abuela también se incorporó”.

“La Revolución Cubana destruyó todas esas ‘teorías’ que decían que era imposible una revolución socialista en un país como Cuba. Y si fue posible en Cuba, ¿cómo no lo va a ser para Estados Unidos?” concluyó Ramírez.

Enrique Ubieta se centró en ¿Son ricos porque son inteligentes? El libro describe la creciente desigualdad de clases en Estados Unidos y los conflictos resultantes y su intensificación por la depresión mundial.

Ubieta señaló que el libro describe la expansión de una “meritocracia” de profesionales muy bien remunerados “que están al servicio del sistema capitalista que los ha enriquecido”, en cuyas filas está el ex presidente Barack Obama. La clase capitalista, dijo, no solo gobierna a través de la coerción, sino que utiliza esta privilegiada capa de clase media alta para reforzar sus intereses y valores de clase.

Esa meritocracia “desprecia de manera absoluta a los trabajadores, a quienes considera ignorantes, estúpidos e incapaces”, dijo Ubieta. “La sociedad norteamericana se ha polarizado económicamente; los obreros se han empobrecido, han perdido conquistas a las que llegaron después de muchos años de lucha”.

La clase dominante norteamericana está comenzando “a temer a los trabajadores” a medida que crece la ira obrera ante estas condiciones. Esta ira “propició la elección de Donald Trump”, dijo.

‘¿Qué cosa es Estados Unidos?’
Fernando González habló desde el punto de vista de sus años en Estados Unidos como parte de la clase obrera, incluyendo casi 16 años en prisiones federales. Describió cómo, en su última etapa de encarcelamiento, fue trasladado de la prisión federal en Terre Haute, Indiana, a la de Safford, Arizona.

Después de ser trasladado en avión a Phoenix, dijo González, “viajé en carretera cuatro horas y media hasta una prisión en el desierto, cerca del límite entre Arizona y Nuevo México y a una hora y media de la frontera con México. Y lo que vi por la ventanilla [del vehículo] fue una lección de la pobreza que existe en áreas de Estados Unidos que muchas veces no vemos.

“Vimos pequeños pueblos por donde alguna vez pasaba el ferrocarril —era la vida del pueblo— y hoy en día son pueblos fantasma”. Se refirió a la devastación de las zonas mineras del cobre. “Pero hay que pasar por una reserva de nativos americanos para ver realmente lo que es la pobreza: el desempleo, los índices de consumo de alcohol que son una consecuencia de estas condiciones”.

“Cuando pensamos en Estados Unidos, muchas veces pensamos en las grandes ciudades, lo que vemos en las películas norteamericanas”, dijo González. “Pero Estados Unidos tiene 320 millones de habitantes. Quizás unos 100 millones viven en ciudades grandes como Nueva York, Chicago, Los Angeles, San Francisco. ¿Y dónde están los otros 220 millones? Qué cosa es Estados Unidos realmente?

Esas realidades de clase en Estados Unidos, dijo González, son lo que explican los nuevos libros publicados por Pathfinder.
 
 
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