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Vol. 81/No. 15      17 de abril de 2017

 
(suplemento especial, Declaración del partido socialista de los trabajadores)

¡Manos y tropas de EEUU fuera de Siria!

 

La siguiente declaración fue emitida el 7 de abril por Osborne Hart, el candidato a alcalde de Nueva York del Partido Socialista de los Trabajadores.

Los 59 misiles Tomahawk que los buques de guerra militares estadounidenses dejaron caer sobre un aeródromo del gobierno sirio el 6 de abril, escalarán aún más las décadas de guerras de Washington en la región. ¡Exijo que cese el bombardeo! ¡Que se retiren ya las tropas de Washington del Medio Oriente!

Las guerras de Washington contra Iraq y la guerra en Afganistán —la más larga en la historia de Estados Unidos— continúan hoy. La administración de Donald Trump ha seguido en el mismo curso que la administración de Barack Obama antes de él, aumentando el número de soldados en la región.

El curso es bipartidista. El ataque con misiles de Washington ayer recibió los aplausos de los demócratas, el senador de Nueva York Charles Schumer y Hillary Clinton, así como del Washington Post.

El ataque de Washington ha escalado la guerra y conducirá a masacres de los trabajadores en Siria y el Oriente Medio. Los gobernantes capitalistas que determinan las acciones imperialistas de Estados Unidos en este país y en el extranjero, consideran sus intereses económicos y políticos de suprema importancia. El acceso de Washington a recursos, mercados e inversiones —y la prevención de cualquier acción revolucionaria de los trabajadores y agricultores de la región— guía sus acciones.

Anunciando el ataque, Trump cínicamente exhortó a “todas las naciones civilizadas a unirse a nosotros para poner fin a la matanza y el derramamiento de sangre en Siria”, ignorando desdeñosamente las muertes de más de mil civiles, entre otros, en los bombardeos estadounidenses durante el año pasado. Son las guerras de Washington las que han provocado y prolongado los combates en toda la región, incluyendo la creación del vacío que llevó al surgimiento del reaccionario Estado Islámico.

El presidente Trump afirma que el ataque de misiles es una respuesta a un ataque de armas químicas contra civiles días antes. Hay evidencia sustancial de que el régimen dictatorial de Bashar al-Assad es el responsable. El ataque químico presentó en bandeja de plata a Washington la oportunidad para intensificar su intervención.

La pretensión de Washington a contar con la autoridad moral es una afrenta a los trabajadores de todas partes. La clase dominante de Estados Unidos es la única potencia que ha hecho blanco en civiles con bombas atómicas. Ha utilizado napalm y todo tipo de armas de destrucción masiva, impuso su sofocante embargo económico contra Cuba durante décadas para hacer que los trabajadores y agricultores de Cuba paguen por su revolución socialista, y más.

Los trabajadores en el Medio Oriente sufren la carnicería de las continuas guerras. Los trabajadores de Siria organizaron masivas movilizaciones populares por derechos políticos y contra el régimen en 2011, pero fueron aplastadas en sangre. Desde entonces, más de 400 mil han muerto y 11 millones de personas, más de la mitad de la población, han sido expulsadas de sus hogares.

Los trabajadores en Siria necesitan encontrar un camino hacia adelante, pero la intervención imperialista extranjera es un obstáculo mortal para la lucha por la liberación.

Los trabajadores estadounidenses también se enfrentan a una carnicería. La “nueva normalidad” de empleos permanentemente inferiores, ataques a la salud, las pensiones, la seguridad en el trabajo, los derechos políticos y sociales, y los ataques de los policías de los gobernantes y del sistema de “justicia” penal marcan la vida bajo la actual crisis capitalista. Los empleadores y su gobierno están tratando de aumentar sus tasas de ganancia a costa nuestra.

Entre los más golpeados están los trabajadores que son atraídos al servicio militar en el ejército imperialista, mutilados y marcados y dejados a su suerte cuando regresan.

El ataque de Washington contra Siria es también una advertencia para Corea del Norte. Los portavoces del gobierno estadounidense han dejado claro que Washington está listo a usar su poderío militar para actuar unilateralmente e infligir dolor y sufrimiento al pueblo coreano si ven la oportunidad.

Los gobernantes capitalistas —y sus partidos demócrata y republicano— tienen su política exterior para defender su sistema de lucro capitalista y divisiones por todos los medios.

Los trabajadores necesitamos nuestra propia política internacionalista de solidaridad con los trabajadores que luchan en todo el mundo. Necesitamos nuestro propio partido político. Eso es lo que el Partido Socialista de los Trabajadores está luchando por construir.

Únase a nosotros para condenar el asalto de Washington a Siria. Únase a las protestas contra sus guerras. Y exijamos la retirada inmediata de todas las tropas y militares estadounidenses de Siria y el Oriente Medio.  
 
 
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