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Vol. 81/No. 33      11 de septiembre de 2017

 
(portada)

PST promueve protestas, lleva discusión
a los trabajadores

 
POR BRIAN WILLIAMS
Miembros y partidarios del Partido Socialista de los Trabajadores se han estado sumando a marchas contra el racismo por todo el país. Han estado teniendo discusiones con trabajadores y jóvenes en estas manifestaciones y llevando la discusión de manera más amplia a la clase trabajadora yendo de puerta en puerta en barrios obreros.

También han estado discutiendo con trabajadores el anuncio del presidente Donald Trump el 21 de agosto de que Washington enviará miles de jóvenes soldados más para continuar la guerra que los gobernantes estadounidenses han venido librando en Afganistán por 16 años, la más larga en la historia de Estados Unidos.

En Berkeley, California, montaron una exhibición de libros y otra literatura del partido cerca de donde protestaban varios miles de manifestantes antirracistas.

“Les mostré Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero por el Secretario Nacional del PST, Jack Barnes, el Militante y otros libros por dirigentes del partido”, dijo Joel Britton, quien vendió tres ejemplares de este libro en una hora. Entre los que compraron el libro estaba una mujer oriunda de Vietnam, dijo Britton, “quien quedó cautivada por las fotos sobre la oposición de Malcolm X a la guerra imperialista estadounidense en Vietnam y las de los soldados estadounidenses opuestos a la guerra. También conocí a un hombre mayor iraní que me dijo que ya tenía el libro en idioma persa”. En esta manifestación y en la del día anterior en San Francisco se vendieron 20 ejemplares del libro.

“Una parte importante de la discusión fue explicar el curso proletario del PST en contraste con los métodos violentos de los “antifa”, y el peligro que ellos representan para la clase trabajadora”, dijo Britton. Este grupo atacó a conservadores, partidarios de Trump y a otros que ellos consideraban “fascistas” que se encontraban en el parque donde se realizó la protesta. (Ver artículo en esta página.)

“Los policías se retiraron y permitieron que algunos de los antifas entraran al parque portando palos gruesos y largos con pequeñas banderas ecológicas verdes pegadas a la punta, claramente preparadas para ser utilizados como garrotes”, dijo el miembro del PST Dennis Richter, quien estaba en una mesa de libros del partido en el parque Martin Luther King en Berkeley donde tuvo lugar la manifestación. La mesa se convirtió en un foco de discusión sobre lo que estaba pasando.

Richter y otros manifestantes intervinieron cuando vieron que varios de estos malhechores estaban golpeando a un hombre en la protesta y ayudaron a quitárselos de encima.

En la mesa del PST, Richter habló con un miembro del sindicato de electricistas IBEW quien había comprado un Militante en la protesta antirracista en San Francisco el día anterior y dijo que apoyaba las acciones de antifas.

“El fascismo no es una amenaza seria hoy día”, dijo Richter. Él describió cómo el PST —el cual estuvo muy involucrado en las batallas sindicales de los Teamsters en Minnesota en los años 1930 y en la campaña de sindicalización de camioneros por todo el Medio Oeste— respondió cuando los matones a sueldo de los patrones y las organizaciones ultraderechistas que crecieron a finales de los años 30 representaron una seria amenaza para los trabajadores. La acción masiva de los trabajadores, acompañada por escuadrones de defensa sindical bien organizados y disciplinados, fueron la clave y no pequeños grupos de malhechores.

Richter explicó que las acciones violentas de los antifas ofrecen a los gobiernos municipales y sus policías oportunidades para cerrar el espacio para los trabajadores para organizar y realizar acciones contra las muertes a manos de la policía y contra el racismo. “No lo convencí, pero sí escuchó los argumentos”, dijo Richter.

En Augusta, Georgia, más de 200 personas participaron en una manifestación el 24 de agosto organizada por la NAACP para exigir que se retire un monumento a la Confederación construido en 1877. “Vine a la protesta para aprender sobre el tema”, dijo la estudiante Twyla Wallace a Lisa Potash, candidata del PST para alcalde de Atlanta, mientras compraba un ejemplar del Militante.

En una manifestación contra el racismo en la que participaron varios miles de personas en Seattle el 26 de agosto, Tanner Osborn, de 17 años, estudiante del Everett Community College, se acercó a los miembros del PST presentes y se interesó en su literatura. “Me sorprendió ver todos estos libros revolucionarios”, les dijo. Tanner compró una suscripción al Militante y un ejemplar de ¿Es posible una revolución socialista en Estados Unidos? por Mary-Alice Waters.

Junto con el libro sobre el Poder obrero y el de Waters, los miembros del PST y sus partidarios también están presentando a trabajadores los libros ¿Son ricos porque son inteligentes? y El historial antiobrero de los Clinton, de Barnes.

El Partido Socialista de los Trabajadores y el Militante están preparando una campaña de otoño para intensificar los esfuerzos del partido en el seno de la clase trabajadora y aumentar la circulación del periódico y los libros de la campaña. Manténgase al tanto.  
 
 
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