La compañía busca eliminar las prestaciones de seguros médicos para jubilados de los trabajadores que sean restituidos o contratados a partir de julio de 2006 e incrementar drásticamente los aportes al seguro médico que hacen los trabajadores. Jim Robertson, un obrero en la línea de producción de aviones de la planta de Everett, Washington, explicó: “Actualmente yo pago 66 dólares mensuales por cobertura de seguro familiar. Ellos buscaban aumentarlo a 180 dólares, más una suma deducible de 900 dólares”.

Los huelguistas señalaron que las ganancias de Boeing se han triplicado en los últimos tres años.

“Si aceptamos condiciones inferiores como estas en tiempos buenos, entonces que Dios nos ampare cuando haya una caída en la economía, y se sabe que habrá una caída”, dijo Dale Conklin, un obrero mecanometalúrgico con 17 años de antigüedad en Boeing. Conklin se encontraba entre los cientos de obreros que hicieron el primer turno en la línea de piquetes a medianoche cuando los trabajadores de las instalaciones de Renton, Washington, salían para unirse a la huelga.

La compañía también busca reducir el personal forzando a los operarios de máquinas que antes manejaban una, a operar cuatro máquinas simultáneamente. También proponen reducir los salarios de los 960 obreros en las instalaciones de Wichita.

En las negociaciones laborales de 2002, el 62 por ciento de los sindicalistas votaron en contra de la oferta de Boeing, pero solo el 61 por ciento votó a favor de salir en huelga, menos de los dos tercios requeridos para que sea aprobada. Consecuentemente, el contrato colectivo propuesto entró en vigencia automáticamente. Esta vez los obreros están decididos a no permitir que se repita lo de 2002, dijeron algunos en la línea de piquete.

John Lentz, un electricista en la planta de Renton que había estado cesanteado por tres años y recién había retornado al trabajo un mes antes de la huelga, dijo: “Creo que pensaron que nos contentaríamos con recibir el bono en efectivo y aceptar el contrato. Pero puedo sobrevivir sin el cheque de pago de Boeing. Lo hice por tres años. Tenemos que mantenernos unidos”. Lentz dijo que el piensa que la compañía deseaba promover divisiones entre los obreros jóvenes y los más viejos.

Trabajadores estibadores del Local 19 del sindicato ILWU se unieron a la línea de piquetes de los mecanometalúrgicos el 3 de septiembre en la planta Boeing de Seattle. Uno de ellos era Pat O´Connor, miembro del ILWU, quién también ha participado en las líneas de piquetes de los trabajadores de la aerolínea Northwest casi todos los días desde que empezó la huelga dos semanas antes, organizada por la Asociación Fraterna de Mecánicos de Aeronaves (AMFA). Dijo que se necesitaba la solidaridad para ambos sindicatos en huelga para repeler los ataques de la Boeing y la Northwest.

Bob Bullard, un mecánico con 20 años de antigüedad en Boeing, estuvo de acuerdo. “Estuve en la línea de piquetes de la Northwest para también apoyar a su huelga”, dijo. “Todos los sindicatos deben apoya—esta es la lucha de todos”.

Athelia Hawkins participó en un piquete de huelga muy animado en la planta de Auburn, Washington, para apoyar a su esposo, un miembro huelguista de la IAM. Dijo que le indignó la falta de acción para evacuar a la gente de la devastación del huracán Katrina y sus consecuencias. “Me repugna la manera como nos tratan. Solo me confirma que nuestro gobierno no apoya al pueblo trabajador.

“Quiero ver que más gente se una como lo hacen aquí los trabajadores y que dejen de aceptar la injusticia del gobierno”.
 
 
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