Los obreros pararon los intentos de la patronal de echar a andar la producción usando esquiroles el 18 de octubre.

“Tenemos unos 1 400 huelguistas en la línea de piquetes esta mañana”, dijo el miembro del comité de negociaciones Reuben Mayo al Militante por teléfono desde la entrada de la planta dos horas después de comenzar la huelga. “Estamos bien organizados. La gente está entusiasmada. La compañía intentó pasar un bus lleno de supervisores esta mañana pero los detuvimos. Van a intentar nuevamente dentro de unas horas”.

El segundo día de la huelga la compañía logró echar a andar las operaciones en la matanza con unos 300 trabajadores que cruzaron la línea de piquetes que fueron traídos en nueve autobuses a través de un campo agrícola aledaño. Esa noche varios huelguistas resultaron golpeados cuando enfrentaron a los esquiroles al ser transportados fuera de la planta.

Los patrones suspendieron la producción el 14 de octubre durante el fin de semana mientras esperaban una orden judicial otorgándole poder a la policía de ejecutar la orden de la Junta Laboral de no permitir mas de 50 piquetes frente a la fábrica. La orden fue emitida el día siguiente por la corte.

El 17 de octubre los huelguistas atrasaron la entrada de los esquiroles al punto de partida de los autobuses y demoraron su salida hacia la planta. Los huelguistas dijeron que 11 de los trabajadores que habían regresado a trabajar se sumaron de nuevo a la huelga ese día.

A los cuatro días de haber empezado huelga el presidente del Local 401 Doug O’Halloran sufrió lesiones a su cuello y cabeza cuando dos carros conducidos por personal de Lakeside lo forzaron de la carretera al intentar entregarle documentos legales. Dos altos funcionarios de la compañía han sido acusados por la policía de manejar de manera peligrosa. O’Halloran fue acusado de “daños intencionados” y de “posesión de armas con propósito peligroso”, informó el noticiero CBC News.

Una huelga por un convenio sindical fue suspendida el 20 de julio cuando el gobierno de Alberta impuso un periodo de 60 días de “enfriamiento”. A fines de septiembre los trabajadores aprobaron una propuesta de convenio presentada por el mediador del gobierno. Sin embargo la patronal de Tyson rechazó la misma y presentó un contrato inferior.

Los trabajadores votaron en agosto de 2004 a favor de ser representados por el UFCW. La primera ves desde 1984 cuando el sindicato fue decertificado después de una larga lucha en la fábrica.

“El trabajo es un infierno. La gerencia es un infierno. No hay derechos, y a nadie le importa”, dijo Muhammed Adbuley a la a la cadena de noticias Canadian Broadcasting Corporation. Adbuley y la mayoría de los trabajadores son inmigrantes de áfrica. él contó que a él no le aprobaron una licencia para cuidar a sus niños cuando su mujer tuvo un parto por operación cesárea.

“Cuando cae una vaca llegan rápido. Cuando cae un hombre lo dejan. Somos humanos. Nos deben respetar”, dijo el representante del comité de negociaciones y cortador de carne Peter Jany.

David Rosenfeld y Natalie Doucet contribuyueron a este artículo.  
 
 
Front page (for this issue) | Home | Text-version home