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   Vol. 69/No. 43           November 7, 2005  
 
 
Candidatos del PST en California:
Nacionalizar energía, salud pública
Socialistas en campaña por programa obrero
(portada)
 
POR BETSEY STONE  
SAN FRANCISCO—“Lo que estamos experimentando ahora es algo que no hemos visto en muchos años”, dijo Frank Forrestal en un mitin del Militant Labor Forum celebrado aquí el 22 de octubre. El estaba describiendo la nueva situación política en Estados Unidos, la cual está suscitando una mayor receptividad entre el pueblo trabajador a las campañas electorales del Partido Socialista de los Trabajadores en California. Forrestal es el director de la campaña del PST en Los Angeles, donde habló en un foro semejante el día antes.

“Más trabajadores se están dirigiendo a organizar sindicatos y usar los sindicatos existentes para resistir los ataques patronales contra los salarios y las condiciones de trabajo y de vida”, dijo Forrestal. “Hay una mayor disposición entre los trabajadores para luchar por defenderse y solidarizarse con otros que hacen lo mismo”.

El apoyo a las luchas para organizar sindicatos y usar la fuerza sindical frente a los ataques de los patrones es un eje fundamental de la campaña del PST, dijo Forrestal. “Es a través de estas batallas que el pueblo trabajador puede luchar por demandas como la nacionalización del sistema de salud”.

Hay una necesidad apremiante de socializar la medicina y hacer que la atención médica sea un derecho universal de por vida, gratuito: desde los chequeos preventivos regulares, hasta toda forma de tratamiento, hospitalización y medicamentos, dijo Forrestal. “También demandamos la nacionalización de las compañías energéticas”, añadió. “Que las quiten de manos privadas y las operen como empresas públicas para beneficio de la mayoría”.

Los demócratas y republicanos —los partidos que arrastran al pueblo trabajador a guerras contra sus hermanos de clase en el Medio Oriente y otras partes del mundo— son un obstáculo para estas luchas, agregó Forrestal. “Estos dos partidos, que coinciden en efectuar la transformación de mayor alcance en seis décadas de las fuerzas armadas norteamericanas para librar dichas guerras a nivel internacional bajo la bandera de la ‘lucha contra el terrorismo’, están ayudando a los patrones a intensificar los ataques contra el pueblo trabajador en este país”, dijo. “Más trabajadores están comenzar a ver la necesidad de romper con estos dos principales partidos del capitalismo y de formar nuestro propio partido, un partido obrero basado en los sindicatos.

El Partido Socialista de los Trabajadores postula a cinco candidatos en contiendas locales: en Los Angeles, Diana Newberry y Seth Dellinger para los distritos 14 y 10, respectivamente, del consejo municipal; y en San Francisco, Romina Green para tesorera municipal, Laura Anderson para fiscal, y Gerardo Sánchez para asesor-registrador.  
 
Respuesta del pueblo trabajador
En ambos foros los candidatos del PST y muchos de sus partidarios informaron sobre la respuesta que están recibiendo de trabajadores en puertas de fábricas, en el trabajo, en las comunidades obreras y en las líneas de piquete.

El candidato socialista para el consejo municipal de Los Angeles, Seth Dellinger, habló en el foro del 21 de octubre en esa ciudad sobre una visita que había hecho ese día a American Apparel, una empresa de costura no sindicalizada que emplea a más de 4 mil trabajadores. “Los trabajadores escucharon con interés sobre lo que decíamos acerca de la organización y movilización de la fuerza sindical para defender al pueblo trabajador”, dijo. Decenas de trabajadores se llevaron materiales sobre la campaña y nueve compraron el Militante.

Laura Anderson, candidata socialista para fiscal municipal de San Francisco, comentó sobre el interés entre los camioneros locales en los éxitos iniciales que ha tenido el sindicato Teamsters en organizar a los camioneros-dueños en Florida, Georgia y Carolina del Sur. Muchos de estos trabajadores también están predispuestos a escuchar las ideas que presentan los candidatos del PST, dijo en el foro de San Francisco.

En las últimas dos semanas, 11 camioneros han comprado suscripciones al Militante y más de 100 han comprado el periódico en los puertos de Los Angeles y Long Beach, añadió Forrestal.

Otra muestra de la nueva situación política comentada en los foros tuvo lugar cuatro días después. Trabajadores de la planta avícola Foster Farms en Livingston, California, unas 120 millas al sudeste de San Francisco, pararon labores el 26 de octubre. Organizados por los Trabajadores Independientes del Valle de San Joaquín, que recientemente se afilió al sindicato mecanometalúrgico IAM, los 2 400 trabajadores están combatiendo años de acoso y suspensiones de sindicalistas por la compañía, y están rechazando la afirmación de los patrones de que la afiliación de su sindicato al IAM es ilegal. Los candidatos socialistas van a visitar a estos trabajadores, ofrecer su solidaridad y hablar sobre la plataforma electoral del PST.  
 
Atención médica universal, de por vida
Desde General Motors hasta Delphi, muchas aerolíneas y la gigantesca empresa del cobre Asarco, “vemos que se empieza a desbaratar el actual sistema de salud cuando el seguro médico es un beneficio colateral en los convenios sindicales o depende simplemente de las ganancias o la ‘competividad’ del patrón”, dijo Forrestal. Al mismo tiempo, va creciendo el número de personas sin seguro médico, a medida que sube por las nubes el costo de un chequeo médico, ni hablar del costo de los medicamentos, dijo.

El número de personas sin seguro medico ha aumentado de 32 millones en 1987 a casi 46 millones el año pasado, según cifras del departamento de salud de Estados Unidos. “Hay 6.5 millones de californianos, excluyendo a los mayores de 65 años, que carecen de cualquier tipo de seguro médico hoy en día”, dijo Forrestal en la reunión en San Francisco. Dadas estas cifras, California es el sexto estado con una mayor proporción de personas no aseguradas.

Al mismo tiempo, las administraciones demócratas y republicanas en el estado de mayor población del país han recortado el presupuesto de los hospitales públicos y otras instalaciones médicas y han estado despidiendo al personal, dijo Forrestal. En los últimos dos años, la Asociación de Enfermeros de California ha resistido exitosamente los intentos del gobernador republicano Arnold Schwarzenegger, que cuentan con apoyo bipartidista, de anular una ley estatal que requiere una proporción de cinco pacientes por cada enfermero en los hospitales.

“Estos y otros ataques plantean la necesidad de romper con el sistema de medicina con función lucrativa, donde solo un número limitado de personas cuentan con seguro médico y donde éstos tienen cada vez menos confianza de que tendrán seguro mañana”, dijo.

Forrestal describió cómo los trabajadores en el Reino Unido ganaron la salud pública socializada —con seguro universal, gratuito y de por vida para todos los servicios médicos y los medicamentos— tras un auge de luchas obreras en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. “Tardó muchas décadas hasta que la clase dominante británica pudiera siquiera tocar lo que el pueblo trabajador en el Reino Unido conquistó gracias a recias luchas”, dijo Forrestal.

“A medida que más trabajadores se orientan a sus sindicatos para luchar, se vuelve más fácil ver que el movimiento sindical puede y debe luchar por dicho objetivo —hoy— para todos”, apuntó.

Forrestal señaló que el PST está llamando a votar “no” a la Propuesta 78 y no toma posición sobre la Propuesta 79, las cuales aparecerán en la boleta electoral de California en noviembre.

Ambas medidas presentan planes alternos para ofrecer descuentos a los medicamentos para las personas de ingresos por debajo de cierto nivel. La Propuesta 78 invita a las empresas farmacéuticas a que ofrezcan descuentos “de carácter voluntario” sin penalidades por parte del gobierno. La Propuesta 79 establecería requisitos en función de la necesidad —calculada en base a un ingreso para individuos de menos de 38 mil dólares— para los que no están cobijados por el programa Medicaid u otro seguro médico. Incluye penalidades estatales contra empresas farmacéuticas que rehúsen ofrecer descuentos.

“Cada una de estas propuestas tiene apoyo entre algunos sectores de la clase dominante”, dijo Forrestal. “Algunos proponen medidas para limitar un poco las superganancias de los barones de la farmacéutica, para asegurar que mantengan sus tremendas ganancias al tiempo que fingen hacer cosas buenas para la clase trabajadora. Ninguna de estas iniciativas responde a las verdaderas necesidades de los trabajadores que carecen de medios para ir al médico o comprar medicamentos”.  
 
Nacionalizar la industria energética
Para encarar los precios estratosféricos de la gasolina, las crecientes cuentas de gas que se proyectan para el invierno y la amenaza permanente de apagones, los candidatos del PST reivindican la nacionalización de las empresas generadoras y distribuidoras de electricidad: quitarlas de manos privadas y convertirlas en empresas públicas, dijo Forrestal.

Durante la discusión en el foro de San Francisco, Romina Green dijo que una lucha para nacionalizar la industria energética debe plantear “abrir los libros de contabilidad de estos monopolios energéticos: obtener información para la clase obrera y el público en general sobre todo lo que los capitalistas y el gobierno burgués nos ocultan. Los trabajadores debemos sacar a luz los supuestos secretos comerciales, los negocios y embustes tras bastidores, cómo nos afectan los preparativos de guerra y las guerras que libran los gobernantes”. El movimiento obrero debe movilizarse para exponer las escaseces artificiales y las reservas ocultas, para descubrir los hechos sobre los desastrosos descalabros que el capitalismo le impone a la población, dijo Green.

Las compañías energéticas nacionalizadas deben estar bajo control obrero, dijo Green. Esto incluye no solo abrir los libros de contabilidad al público, sino ejercer control en el centro de trabajo: control sobre el ritmo de producción, sobre cómo se organiza el trabajo, sobre las condiciones de seguridad, tanto en el trabajo como para el público general, dijo. Esto se convierte en una escuela para que la clase trabajadora se prepare para administrar y planificar toda la economía bajo un gobierno de trabajadores y agricultores.

Forrestal señaló que el PST toma una posición de “no votar” sobre la Propuesta 80. Esta iniciativa la respaldan el Partido Demócrata, otras fuerzas liberales y sus seguidores radicales. Los partidarios de esta medida alegan que ayudará a reducir los precios del combustible al regular el mercado a través del estado: organizando “licitación competitiva” entre diversas compañías energéticas.

“Nada más falso”, dijo Forrestal. “La Propuesta 80 es un embuste. La manipulación del mercado no bajará las tarifas ni acabará con el peligro de los apagones. Las demandas a favor de regular los monopolios energéticos pretenden proteger las ganancias de las familias adineradas que las controlan, y no beneficiar a la mayoría”.

El PST también propone votar “no” sobre otras cinco propuestas que aparecerán en la boleta de California. Cuatro de ellas son promovidas por el gobernador y tienen apoyo de gran parte de la clase dominante. “Pedimos que el pueblo trabajador vote ‘no’ sobre estas medidas porque perjudican los intereses de nuestra clase”, dijo Forrestal. “Pero lo principal que estamos haciendo es pedir que los trabajadores, agricultores y jóvenes voten a favor de los candidatos del PST, que apoyen la plataforma socialista y que sigan haciendo campaña con nosotros por este programa obrero revolucionario después del 8 de noviembre.
 
 
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