The Militant (logo)  
   Vol. 69/No. 44           14 de noviembre de 2005  
 
 
‘Leer es crecer’ es el lema de la
primera feria del libro en la
nación africana de Guinea Ecuatorial
(Especial)
 
POR MARTÍN KOPPEL  
MALABO, Guinea Ecuatorial—Varios cientos de estudiantes, maestros y otras personas participaron en la Primera Feria del Libro de Guinea Ecuatorial, celebrada aquí del 17 al 20 de octubre. El evento lo auspició la Universidad Nacional en la capital de este país, situado en la costa occidental de Africa Central.

El evento cultura se organizó con el fin de fomentar la lectura y promover la literatura y a los escritores, sobre todo de Guinea Ecuatorial. Se ofrecieron presentaciones de libros, seminarios, lecturas de poesía, exposiciones de arte y la venta de libros, finalizando con un sketch creado y puesto en escena por un grupo de estudiantes.

A lo largo de los corredores externos del recinto había mesas con libros sobre cultura e historia guineoecuatoriana, así como títulos publicados por editoriales cubanas, libros de la casa editora Pathfinder —con sede en Nueva York—, literatura de la editorial católica San Pablo, obras de arte y otros materiales.

El festival literario se organizó para que coincidiera con el día de la independencia de Guinea Ecuatorial. La celebración de varios días culminó el 12 de octubre con una masiva y animada marcha, expresión de orgullo nacional, realizada en el pueblo de Evinayong, una capital provincial en el territorio continental.

Ante el éxito de la feria del libro, los organizadores anunciaron que ya proyectaban la segunda feria nacional del libro, a celebrarse dentro de un año, probablemente en el recinto universitario en la ciudad de Bata.

Algunos de los profesores y otros participantes expresaron asombro —y alegría— al presenciar la sed de los jóvenes por los libros sobre cultura y política en Guinea Ecuatorial y el mundo. Muchos manifestaron que esperaban que la feria llevara al establecimiento de la primera librería en el país, y que el evento del año próximo tuviera aún más libros de autores guineanos.  
 
Guinea Ecuatorial
Guinea Ecuatorial es un país de unos 400 mil habitantes que colinda con Camerún y Gabón, antiguas colonias francesas. Está compuesto de una región continental —en la cual Bata es la ciudad principal— y varias islas, entre ellas Bioko, donde se encuentra Malabo. El país, situado estratégicamente como base para el comercio de esclavos, que duró hasta bien entrado el siglo XIX, fue dominado en uno u otro momento por Portugal, Holanda, Gran Bretaña y España. Con el reparto de Africa entre las potencias coloniales europeas tras la Conferencia de Berlín en 1884-85, el país quedó firmemente bajo la bota colonial española. Logró la independencia en 1968.

La mayoría de los guineanos hablan español y algunos también francés, los dos idiomas oficiales. Además, la mayoría hablan fang, bubi, pidgin English (pichinglis) u otras lenguas bantúes. A raíz de estos siglos de dominación colonial e imperialista, hoy día Guinea Ecuatorial es uno de los países más subdesarrollados económicamente de Africa. Sin embargo, durante la última década, el descubrimiento de enormes reservas de petróleo y gas natural en el Golfo de Guinea ha llevado a importantes inversiones por empresas petroleras norteamericanas y de otros países imperialistas. La mayoría de este capital se ha invertido en la construcción de plataformas petroleras marinas, así como gestiones destinadas a crear la infraestructura necesaria para sustentar la extracción del petróleo. En el pueblo de Luba, una hora al sur de Malabo, se está desarrollando un masivo proyecto de 10 años con miras a crear un puerto de agua profunda que servirá de base para la industria petrolera por toda Africa Occidental y Central.

Punta Europa, un complejo industrial así como centro administrativo y de apoyo para las operaciones petroleras, se ha convertido prácticamente en una ciudad norteamericana. De acceso prohibido a todos menos los empleados o residentes en esa zona, sus luces resplandecientes y caminos llanos contrastan con las calles oscuras y no pavimentadas en gran parte de Malabo, apenas unos kilómetros al otro lado de la bahía.

Por otra parte, los pasos iniciales que se están dando para asfaltar algunas de las principales carreteras del país, mejorar los sistemas eléctrico y de telecomunicaciones, y construir hoteles, oficinas y complejos modernos de viviendas para los que tienen suficientes medios económicos, al mismo tiempo, están sentando las bases para una naciente clase trabajadora guineana.  
 
‘Fomentar cultura de la lectura’
Carlos Nse Nsuga, rector de la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial, dio apertura a la feria del libro, realizada bajo el lema “Leer es crecer”. Destacó que era la primera vez que se celebraba un evento de esta clase en el país.

En la tribuna también estaban Joaquín Mbana, viceministro de educación; Trinidad Morgades y Pedro Ndong Asumu, vicerrectores de los recintos universitarios en Malabo y Bata, respectivamente; el embajador cubano Víctor Dreke; y Hwangbo Ung Bom, embajador de la República Popular Democrática de Corea. Entre el público había estudiantes tanto de la universidad como de escuelas secundarias.

La feria va dirigida a fomentar la lectura, dijo la poeta Carmela Oyono Ayíngono en sus palabras de introducción. La lectura y el acceso a los libros son “imprescindibles para el desarrollo cultural”, dijo. Todo hogar guineano necesita una pequeña biblioteca para que a los niños se pueda “iniciarles a en la cultura de la lectura”.

Dos libros presentados el primer día sentaron la pauta para todo el evento: Historia de Guinea Ecuatorial: Período precolonial, por Rosendo-Ela Nsue Mibui, y De la sierra del Escambray al Congo, por Víctor Dreke. La embajada cubana en Guinea Ecuatorial fue uno de los patrocinadores del evento, que también coincidió con el Día de la Cultura Cubana, el 20 de octubre.

Como parte del primer día de actividades, la presidenta de Pathfinder, Mary-Alice Waters ofreció una introducción a la editorial que fue muy bien recibida por los participantes de la feria. A nombre de los cinco miembros del equipo que participaron en la feria y estuvieron en el stand de Pathfinder, Waters dijo: “Nuestra presencia aquí ayuda a subrayar que en Estados Unidos existen personas comunes y corrientes que no empiezan con un deseo de proteger la relativa riqueza y abundancia de recursos que se consumen en los países más económicamente desarrollados.

“Hay muchas personas, como nosotros, que comprendemos que el desarrollo norteamericano y europeo existe únicamente porque miles de millones en el mundo viven en condiciones de pobreza aplastante”, dijo Waters. “Empezamos con el mundo y cómo transformar el orden económico internacional que es la fuente de esta realidad” (ver presentación en la página 13).

Rosendo-Ela Baby habló sobre Historia de Guinea Ecuatorial, cuyo autor es su padre, un reconocido historiador. “Este libro explica acontecimientos que llevaron a la formación de nuestro país”, dijo. El libro presenta una abundancia de hechos sobre la época de la sociedad pre-clase —incluida la migración a Africa Central de los fang, bubi y otros pueblos de habla bantú— que precedió la imposición del coloniaje europeo y la trata de esclavos en lo que hoy día es Guinea Ecuatorial.

Dreke presentó De la sierra del Escambray al Congo, un relato sobre su trayectoria de cinco décadas como luchador revolucionario, editado por Pathfinder. Dreke, disfrutando la oportunidad de intercambiar con un público receptivo de jóvenes guineanos, se refirió a algunas de estas experiencias; desde su incorporación de adolescente a la guerra revolucionaria que en 1959 derrocó a la dictadura de Batista apoyada por Washington, hasta su papel como comandante de las unidades voluntarias de trabajadores y campesinos que derrotaron a las bandas contrarrevolucionarias organizadas por la CIA en la sierra del Escambray en la región central de Cuba a principios de los años 60.

“En 1965 tuve la gran oportunidad de poder venir al continente africano, al Congo, para combatir junto al Comandante Ernesto Che Guevara y un grupo de 130 compañeros cubanos bajo las órdenes del movimiento de liberación del Congo”, dijo Dreke, quien fuera el segundo al mando de esa columna de combatientes voluntarios internacionalistas cubanos. La mayoría de los profesores y muchos estudiantes entre el público conocían a Dreke como embajador cubano en su país, pero desconocían su participación en las luchas de liberación de Africa.

El señaló que Cuba no solo tiene unos 140 voluntarios —mayormente personal médico— que cumplen misión internacionalista en Guinea Ecuatorial, sino que su objetivo es “que nuestros médicos, técnicos de agricultura, y otro personal puedan ser sustituidos por compañeros ecuatoguineanos”. Unos 70 jóvenes guineanos actualmente completan su sexto año de medicina en Cuba o en la facultad de medicina dirigida por cubanos en Bata.

Dreke dijo que los cubanos que trabajan hoy día en Africa no están ahí para extraer la riqueza petrolera de la región. “Lo único que nos llevamos son nuestros muertos —los más de 2 mil cubanos que han perecido en combate en varios países africanos— y el corazón de la mayoría de los africanos”, dijo ante los aplausos del público. (El texto de sus palabras se publicará en un próximo número del Militante.)  
 
Discusiones animadas
Durante los cuatro días del evento, las presentaciones de libros y seminarios provocaron animadas discusiones.

Rosalía Andeme, profesora de la universidad e integrante de la comisión organizadora de la feria del libro, habló sobre “El folklore como instrumento para la educación y la cultura”. Ella explicó los orígenes de algunas de las danzas y la música guineanas en la resistencia a los traficantes de esclavos y a la opresión colonial.

Los jóvenes en Guinea Ecuatorial necesitan aceptar su herencia cultural y no sentirse avergonzados de ella, planteó Andeme. “La modernización no tiene por qué significar la americanización o europeización de nuestra cultura”.

Joaquín Mbana, viceministro de educación y uno de los autores, presentó De boca en boca, una selección de ensayos que aporta a la historia oral fang. Con mucho sentido de humor, apreciado por los estudiantes en la sala, explicó que si bien las tradiciones descritas en el libro forman parte de la herencia cultural del país, la creencia en la brujería y la magia no se limita a Guinea Ecuatorial —también existe en Europa y otras partes— y se le puede dar una explicación histórica.

Una mesa redonda de cinco profesores habló sobre Macías: Verdugo o víctima, por Agustín Nze Nfume, actual embajador de Guinea Ecuatorial en Londres. El libro, publicado el año pasado, trata un tema hasta ahora muy poco comentado en público en este país: el reino de terror de 1968 a 1979 bajo el presidente Francisco Macías Nguema, quien dirigió el primer gobierno tras la independencia de España.

Durante la época de Macías, decenas de miles se exiliaron y muchos, incluidos los que eran objeto de desconfianza por ser “intelectuales”, fueron encarcelados, torturados o ejecutados. Macías, cuyo gobierno desarrolló relaciones estrechas con Moscú y Beijing, se vistió de lenguaje antiespañol y antiimperialista. Se hizo presidente vitalicio y en un momento dado se declaró “comunista”. El 3 de agosto de 1979 fue derrocado en un golpe de estado por un grupo de jóvenes oficiales militares; luego fue enjuiciado y ejecutado. El golpe lo dirigió Teodoro Obiang Nguema, hoy presidente de la república.

En otra mesa redonda se habló sobre Mi vida por mi pueblo, un libro autobiográfico del presidente Obiang.

En las discusiones después de estas y otras presentaciones, los estudiantes hicieron preguntas penetrantes a los panelistas. ¿Acaso Macías fue realmente víctima de su propio carácter, según indica el libro? ¿Qué pensaban de la situación de derechos democráticos y sindicales en Guinea Ecuatorial hoy día?

En honor al Día de la Cultura Cubana, varias presentaciones se enfocaron en la historia y cultura de Cuba, incluidos los lazos históricos entre las dos antiguas colonias españolas.

Una de las discusiones más animadas se dio en torno a la charla sobre “La mujer negra en la literatura y la plástica del siglo XIX en Cuba”, por Jassellys Morales, tercera secretaria de la embajada cubana. Ella se enfocó en la esclavitud, las relaciones sexuales, el matrimonio y la mezcla racial que caracterizan la historia de Cuba. La presentación provocó un intercambio con miembros del público sobre las diferencias entre Cuba y Guinea Ecuatorial sobre las tradiciones matrimoniales y la responsabilidad por los niños, actitudes sobre matrimonios interraciales y la formación de la nación cubana.

Entre otras presentaciones especiales hubo una por el Centro Cultural Español de Malabo, otra por las hermanas Paulinas que tenían un stand de libros de las Ediciones San Pablo y otra sobre la transformación de la educación en Guinea Ecuatorial y en Cuba.  
 
Sed de libros
La sed de libros entre los jóvenes y otros participantes de la feria era evidente en las mesas de exposición. En el stand de las editoriales cubanas, acompañado por algunos de la media docena de voluntarios internacionalistas cubanos que enseñan en la Universidad Nacional aquí, los estudiantes compraron libros y folletos por autores desde José Martí y Ernesto Che Guevara hasta el novelista Alejo Carpentier y la poeta Nancy Morejón.

En el stand de Pathfinder, los títulos más solicitados, además del libro De la sierra del Escambray al Congo, fueron las selecciones de discursos de Thomas Sankara, el dirigente de la revolución popular democrática de 1983-87 en el país oesteafricano de Burkina Faso. Se vendieron como pan caliente decenas de ejemplares de Somos herederos de las revoluciones del mundo y La emancipación de la mujer y la lucha africana por la libertad: en español, francés e inglés. Las mujeres jóvenes en especial se interesaron en la explicación de Sankara sobre la lucha por la emancipación de la mujer.

Igualmente populares fueron los libros de Nelson Mandela y sobre el movimiento que derrocó al régimen del apartheid en Sudáfrica, seguidos por Malcolm X habla a la juventud y Habla Malcolm X. Los estudiantes también se llevaron una gama de títulos de Pathfinder, desde El desorden mundial del capitalismo por Jack Barnes hasta el número 7 de la revista Nueva Internacional, con el artículo “Nuestra política empieza con el mundo”.

En total se vendieron más de 300 libros y folletos de Pathfinder, incluyendo todo lo que Sankara, Mandela y Malcolm X. Para garantizar que estos títulos siguieran accesibles a los estudiantes, Pathfinder hizo una donación de más de 125 libros a la universidad, que según dijeron los organizadores de la feria serían distribuidos entre varias bibliotecas.

En la clausura, el rector Carlos Nse Nsuga habló con mucho gusto sobre el rotundo éxito de la feria del libro. Agradeció a “aquellos cuyos esfuerzos lo hicieron posible”, entre ellos el viceministro de educación, la editorial Pathfinder y los muchos universitarios que participaron.

El evento finalizó con un sketch cómico que un grupo de estudiantes de derecho pusieron en escena en el patio del recinto. Presentaron un juicio en el cual un hombre acusaba a otro de la muerte de su hermana en un accidente de tránsito, alegando que el acusado había causado la muerte mediante la brujería. El público se mataba de la risa ante los divertidos intercambios en español y fang, y dieron un fuerte aplauso cuando el acusado resultó absuelto.

Al final los estudiantes leyeron una declaración, diciendo que su propósito al preparar la obra era de hacer un llamado al gobierno para desarrollar un grupo de leyes que traten las acusaciones de brujería que se llevan a la corte con mucha frecuencia. Los estudiantes y los profesores en el público recibieron con entusiasmo su defensa del materialismo y del imperio de la ley frente a la superstición y las tradiciones que retrasan el desarrollo moderno de Guinea Ecuatorial.
 
 
Related article:
‘Empezamos con el mundo y cómo transformarlo’  
 
 
Front page (for this issue) | Home | Text-version home