Militante/Frank Forrestal |
Manifestación de 1500 obreros avícolas y sus partidarios frente a planta de Foster Farms en Livingston, California. La protesta culminó un paro de cinco días por la Liga de Trabajadores Independientes del Valle de San Joaquín, el sindicato que organiza a los 2400 obreros en una de las mayores procesadoras avícolas del país.
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Los trabajadores regresaron a trabajar el 31 de octubre resueltos a volver a salir en huelga si no se avanza en las negociaciones con la compañía.
La planta, con 2 mil trabajadores, es una de las mayores procesadoras de pollos en este país. Procesa medio millón de pollos al día.
La unidad que se forjó entre los trabajadores oriundos de México y de Punjab, India, fue evidente en el mitin. Ralph Meraz, presidente del sindicato que realizaba la protesta la Liga de Trabajadores Independientes del Valle de San Joaquín habló en español e inglés, y fue traducido al punjabi por uno de los trabajadores.
Meraz fue aclamado cuando rindió homenaje a la fuerza de las muchas trabajadoras que participaron en la lucha, y a los de la comunidad punjabi que donaron alimentos y bebidas día tras día para los cientos de trabajadores y sus partidarios en la línea de piquete.
La huelga frenó la producción pero no la paró. Según Meraz, 1 103 trabajadores habían firmado una lista indicando su participación en la huelga, mientras que la mitad de la planta, incluyendo a los trabajadores sustitutos, empleados a través de un contratista, permanecieron adentro.
La lucha la han dirigido un grupo de trabajadores que llevan muchos años luchando para forjar un sindicato fuerte.
Estos trabajadores comenzaron organizando una elección hace ocho años para retirarse del sindicato de la industria alimenticia UFCW. Tomaron acción después de una huelga de 17 días en 1997 que los dejó con un alza salarial de solo 70 centavos durante un plazo de cinco años, y un aumento de la cuota que los trabajadores debían pagar por el seguro médico. No conseguimos el apoyo que deberíamos haber tenido del sindicato, señaló al Militante Isabel Mendoza, una de los trabajadores que votaron contra el contrato.
Organizaron la Liga como sindicato nuevo, con el voto de la mayoría de los trabajadores en una elección que se celebró en 2004.
Para mejorar su capacidad de negociar un contrato, la unión se afilió al sindicato de trabajadores mecanometalúrgicos IAM unas semanas antes de la huelga. La empresa se ha negado a aceptar esta afiliación, diciendo que es ilegal.
Foster Farms no quiere aceptar nuestro voto a favor de la nueva unión, dijo Gloria Castillo, una de la luchadoras veteranas de la planta. Por eso salimos en huelga.
El número de participantes es impresionante, y es un mensaje que la Foster Farms no puede ignorar, dijo Jim Beno, representante del Distrito 190 de la IAM en el mitin. Beno anunció el estreno de una sede sindical permanente en el 416 de la calle Main, en Livingston.
Raj Brinder Dhaliwal, uno de los que ayudaron a organizar el nuevo sindicato, indicó que el deterioro del seguro médico y los bajos salarios eran los temas principales de la lucha. Desde 1993 el salario ha aumentado 1.45 dólares, o sea un promedio de 12 centavos anuales, dijo. Al mismo tiempo, ha subido el costo del seguro médico, incluyendo una tarifa de 25 dólares por cada visita al médico, y cuotas deducibles muy altas.
María Caballero, una operaria con 25 años en la fábrica, dijo que gana lo que es el salario típico para un trabajador en la línea de producción: 9.28 dólares la hora. Y los precios están subiendo, dijo Caballero.
Nos han hostigado, amenazado y discriminado, son muchas injusticias, dijo Francisco Alvarez, coordinador del sindicato en la sección de empacado, que lleva un año trabajando en la planta.
El 14 de diciembre se realizará una audiencia sobre una demanda del sindicato contra la empresa por prácticas laborales injustas ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales.
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