Marcha en Caracas el 19 de noviembre
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En la cumbre Washington promovió el ALCA, el cual propiciaría la inversión extranjera y la explotación imperialista.
El discurso de Chávez culminó una jornada que comenzó con una marcha festiva con mariachis y todoque arrancó en el este de la ciudad y terminó frente al palacio presidencial de Miraflores, en el centro de Caracas. La movilización se convocó para oponerse a la intervención imperialista norteamericana y apoyar al gobierno de Chávez en una disputa con el gobierno de México.
Las relaciones diplomáticas entre México y Venezuela fueron reducidas de categoría el 14 de noviembre cuando ambos gobiernos retiraron a sus embajadores. El día antes, el presidente mexicano Vicente Fox amenazó con expulsar al representante venezolano en 24 horas si Chávez no se disculpaba por las declaraciones que había hecho en su programa semanal de radio y televisión. Chávez calificó al gobierno mexicano de cachorro del imperio por haber brindado apoyo enérgico al ALCA durante la cumbre en Argentina.
Actuando a favor de Washington, Fox y el primer ministro canadiense Paul Martin encabezaron un esfuerzo fallido para introducir el ALCA en las deliberaciones de la cumbre y en su documento final.
En la concentración del 19 de noviembre, el canciller venezolano Alí Rodríguez y otros funcionarios del gobierno rechazaron la demanda de Fox. El vicepresidente José Vicente Rangel llamó a restablecer las relaciones normales con México pero no a través de disculpas como lo que exige el gobierno de ese país.
Con sombrero de charro, Chávez cantó canciones rancheras acompañado por mariachis y alabó al pueblo de México. Dijo que Washington era responsable de la disputa. El gran culpable de este lamentable conflicto con el gobierno mexicano no es otro que 'mister Danger' ", dijo, refiriéndose al presidente norteamericano George Bush.
Con respecto a las defensas del país, Chávez anunció que Venezuela pronto recibirá el primer envío de 100 mil rifles Kalashnikov que compró de Rusia, así como botes patrulleros y aviones que compró de España.
Defendamos la soberanía de Venezuela, afirmaban pancartas en la marcha. Había un mar de personas con camisetas rojas y miles de banderas mexicanas. Además de expresar su apoyo al gobierno en su conflicto con el gobierno mexicano y su oposición a la política agresiva de Washington, los manifestantes expresaron su apoyo a los programas sociales del gobierno.
No nos obligaron, ni nos pagaron para venir, dijo María Mayorga, una joven vencedora, la palabra que se usa aquí para las personas que habían abandonado la escuela pero que lograron obtener un diploma de escuela secundaria gracias a la Misión Ribas, una de las distintas campañas de alfabetización en el país.
Elena Lugo, de 62 años de edad, y otras 16 personas que participan en clases de la Misión Ribas llegaron desde Catia La Mar, un barrio obrero en los extremos occidentales de la ciudad. Es una maravilla poder completar la escuela secundaria, dijo Lugo. Esto nunca se había visto. Esta si es una revolución de verdad, un paso a un futuro mejor conocimiento.
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