The Militant (logo)  
   Vol. 70/No. 4           January 30, 2006  
 
 
Más de 2 mil rinden tributo a
mineros muertos en explosión
Datos prueban avaricia patronal causó muertes
(portada)
 
POR TONY LANE
Y MARTY RESSLER
 
BUCKHANNON, Virginia del Oeste—Unas 2 300 personas asistieron el 15 de enero a un acto en memoria de los 12 mineros muertos en la explosión de la Mina Sago. El acto se realizó en la universidad Wesleyan. El único superviviente, Randal McCloy, de 26 años de edad, sigue hospitalizado en Morgantown en estado de gravedad.

El servicio religioso de “Honor, Esperanza y Recuperación”, conmemoró la vida de los mineros. Los asistentes colmaron la capilla Wesley y otros 500 más que no pudieron entrar, siguieron el acto a través de una gran pantalla de televisión en el gimnasio del recinto.

Mientras, surge más información que muestra cómo el afán patronal de ganancias y la negligencia por la seguridad, llevaron a la muerte de los mineros.

Entre los presentes se encontraba Chuck Knisell, de Westover, Virginia del Oeste, quien trabajó en la Mina Sago y conocía a varios de los fallecidos tras la explosión del 2 de enero. Miembro del Local 2300 del sindicato de mineros UMWA en Waynesburg, Pennsylvania, Knisell declaró al Dominion Post, “quería venir aquí y mostrar a estos muchachos que [el UMWA] está ahí para ellos. Todos somos mineros. Todos enfrentamos lo mismo”.

Llegó un autobús lleno con mineros de Blacksville para participar en el acto. Otros vehículos trajeron mineros sindicalizados de las minas Loveridge y Robinson Run en Virginia del Oeste. También estuvieron presentes familiares de varios de los 13 mineros fallecidos en el accidente de 2001 en la mina Jim Walters Resources No. 5, en Brookwood, Alabama. El presidente del UMWA, Cecil Roberts, y otros funcionarios distritales y nacionales del sindicato, asistieron también a la ceremonia.

Además de pastores religiosos locales, entre los oradores hubo familiares de tres de los fallecidos, Tom Anderson, Jerry Groves y Terry Helms. El gobernador de Virginia del Oeste, Joseph Manchin, prometió “encontrar la causa … de esta tragedia.”

Sin embargo, las autoridades federales y estatales han hecho poco para hacer cumplir las normas de seguridad. En los últimos dos años la Mina Sago mantuvo un índice de lesiones de casi el triple del promedio nacional. De las 208 violaciones por las que la mina recibió citaciones el año pasado, 17 de las más graves resultaron en multas de apenas $1 221 dólares por parte de la Administración para la Seguridad y Salud en la Minas (MSHA), y de lo cual solo se han pagado $981, informó el Courier/Journal de Louisville el 12 de enero.

Uno de los documentos sobre las violaciones a la seguridad cita a un inspector de la MSHA quien escribió que la empresa “ha mostrado un alto grado de negligencia hacia la salud y la seguridad de los mineros que trabajan en esta mina de carbón, al permitir que existan tales condiciones”.

La MSHA “va a hacer que todo luzca y huela como un jardín de rosas”, dijo al Newsday en la ceremonia Dave Blevins, hijo de uno de los fallecidos en la explosión de Alabama. “Si nos hubieran escuchado, a nosotros y a otros mineros en Alabama, Sago no habría ocurrido”.

“Lo que necesitamos es que se apliqué la ley de una manera más estricta”, dijo al Militante Gene Roman, minero del carbón en la Mina 84 en Pennsylvania y miembro del Local 1197 del UMWA. “Nosotros le decimos a la MSHA de las condiciones en la mina, y ellos dicen que no hay nada que puedan hacer”.

“En una mina sindicalizada uno tiene derechos de seguridad”, dijo Brian Brahan, miembro del Local 1248 del UMWA. “Es hora de sindicalizar”.

Los sellos empleados en la sección de la Mina Sago donde ocurrió la explosión eran de un material de fibra de vidrio más liviano y más barato que ladrillos de cemento. La MSHA informó que esos sellos “fueron completamente destruidos”. Tim Baker, vocero del UMWA, dijo que el sindicato siempre se ha opuesto al uso de tales materiales para sellos, asegurando que “esos ladrillos no resisten la presión”.

Bennett Hatfield, ejecutivo en jefe del International Coal Group, propietario de la Mina Sago, dijo a la prensa que si los mineros hubieran tenido aparatos de comunicación inalámbricos, se les habría podido dirigir a un lugar por donde escapar. Un teléfono alámbrico era el único medio de comunicación en la Sago y quedó destruido en la explosión. Su declaración subraya el hecho de que los patrones de minas durante años prácticamente han mantenido sin alterar los sistemas de comunicación y navegación, a pesar de los avances tecnológicos. “Los mineros utilizan tecnología de hace 20 años, ˇde esa época!” señaló al Pittsburgh Post-Gazette Dennis O’Dell, administrador del UMWA para la salud y la seguridad.

Tony Lane es minero del carbón en la región sudoccidental de Pennsylvania. Brian Williams contribuyó a este artículo.  
 
 
Front page (for this issue) | Página inicial | Página inicial en versión de texto