El gobierno de Estados Unidos y sus aliados en la UE lograron presionar a Moscú y a China a que se sumaran al voto. Solo los gobiernos de Cuba, Siria y Venezuela votaron en contra. Otros cinco gobiernos los de Argelia, Bielorrusia, Indonesia, Libia y Sudáfrica se abstuvieron.
Esta decisión no contribuye a abrir nuevos caminos para las negociaciones, sino a una confrontación, dijo Gustavo Márquez, el delegado de Venezuela ante la OIEA, en una declaración del gobierno. Existe un esfuerzo entre las potencias nucleares, como los Estados Unidos, de desarrollar un monopolio en la energía nuclear creando una dependencia económica y política.
El gobierno de Irán respondió declarando que reanudará el enriquecimiento de uranio en escala comercial, un paso necesario en la producción de combustible para la energía nuclear, y pone fin a todas las visitas sorpresa a sus instalaciones nucleares por los inspectores de la ONU. Teherán insiste que la energía nuclear es necesaria para responder a sus necesidades enérgicas y de desarrollo y niega que está intentando construir una bomba nuclear.
Muchos de los aliados de Washington en Europa se han unido a su posición en el asunto. Debemos prevenir que Irán desarrolle su programa nuclear, declaró Angela Merkel, la canciller de Alemania, en un discurso en la anual Conferencia de Munich sobre la Política de Seguridad, que tuvo lugar en la ciudad alemana con el mismo nombre en el mismo momento que la OIEA se reunía en Viena.
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