Carcaño, también dirigente nacional de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), integró un panel con otras dirigentes de la FMC: Maritzel González, Tamara Columbié y Ana Milagros Martínez. Las cuatro visitaron Nueva York como parte de la delegación cubana a la sesión anual de la Comisión de Naciones Unidas sobre la Situación de la Mujer. El evento público, auspiciado por diversas organizaciones locales, se celebró en el auditorio Martin Luther King del Local 1199 del sindicato SEIU. Fue moderado por Frank Velgara y Arrin Hawkins, miembros de la coalición que organizó el evento.
Tras las presentaciones introductorias de Carcaño y Columbié sobre las labores de la FMC, hubo un intercambio muy ameno con el público. En respuesta a una pregunta sobre la participación de la FMC en lo que se conoce como la Batalla de Ideas, González dio ejemplos. Estamos trabajando con jóvenes que por una u otra razón han abandonado el estudio y el trabajo. Vamos a las comunidades y nos reunimos con jóvenes. Queremos darles una oportunidad para continuar con sus estudios.
La Batalla de Ideas es una ofensiva política impulsada por la dirección de la Revolución Cubana para profundizar la participación del pueblo trabajador y la juventud en la revolución. Se busca ampliar el acceso a la cultura y la educación para el pueblo cubano.
Los oradores también contestaron preguntas sobre la solidaridad internacionalista de Cuba. En Angola, Cuba dio su cooperación militar y nuestra sangre, dijo Columbié, quien fue una de los 300 mil voluntarios cubanos que entre 1975 y 1991 fueron a Angola para ayudar a derrotar las invasiones por tropas sudafricanas del régimen del apartheid. La FMC tuvo el privilegio de trabajar con las mujeres angolanas y lo hicimos hasta que llegó el momento cuando nos dijeron, Gracias, y a partir de acá lo podemos hacer solas .
González dijo que mientras el gobierno norteamericano rechazó la oferta cubana de enviar 1 600 médicos a la Costa del Golfo de Estados Unidos tras el huracán Katrina, posteriormente muchos de esos voluntarios han prestado servicios en otros países, incluso en Pakistán tras el terremoto de octubre de 2005. Están trabajando bajo condiciones muy difíciles, visitando hogares en zonas muy alejadas donde a veces tarda horas en llegar, dijo. Siempre actúan de forma respetuosa hacia la cultura y las tradiciones de la población. Las mujeres cubanas también están allá como médicos y estamos orgullosas de su trabajo.
Front page (for this issue) |
Página inicial |
Página inicial en versión de texto