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   Vol. 70/No. 13           3 de abril de 2006  
 
 
‘Publicaciones que enriquecen el arsenal político’
 
POR MARIO RODRÍGUEZ MARTÍNEZ  
Soy un lector permanente de la revista Nueva Internacional y de algunos de los libros que ha editado la Pathfinder, que tienen una gran importancia para nosotros. He querido traer por escrito algunas reflexiones acerca de estos dos números y de las otras obras.

Para nosotros, tocar estos temas sensibles y actuales de esta época nuestra —que está caracterizada por la voracidad del imperialismo, el cual emplea todas sus fuerzas económicas, diplomáticas y militares por el dominio del mundo— es de suma importancia. Así también, el desmerengamiento de la URSS y del campo socialista nos impone a los revolucionarios el desafío de defender y desarrollar nuestras ideas y programas, dirigidos a alcanzar ese mundo de libertad y de justicia que hemos proclamado y por el que estamos dispuestos a dar nuestra vida: el socialismo:

Para nosotros los cubanos, que nos encontramos a 90 millas del imperio, encabezado por la más agresiva y fascistoide de las 10 administraciones a las que nos hemos tenido que enfrentar, la defensa del primer estado socialista del continente americano constituye el primer deber en este mundo por el que andan desconsolados muchos de los que han renegado del marxismo.

Es para nosotros importante tener claro que no es consigna defender el estado socialista como primera tarea. Es una realidad que nos han impuesto las condiciones; no las hemos escogido nosotros. Y nuestro pueblo encara esa tarea con dignidad, con renovados bríos y con inteligencia.

Cuando empezó este siglo pasado, nos defendimos con las cañoneras en nuestros mares y el ejército norteamericano en nuestra tierra, envueltos en la primera guerra imperialista. Este hecho, que cercenó nuestra independencia, ha marcado nuestras luchas hasta hoy, a comienzos del siglo 21. Continuamos defendiendo la soberanía y las libertades que ganamos a golpes de sangre y fuego un 1 de enero de 1959.1

Buena parte de esa historia está recogida con absoluta fidelidad en las páginas de Nueva Internacional, y en las docenas de publicaciones de títulos de los testimonios y ensayos de destacados combatientes revolucionarios cubanos publicados por la editorial Pathfinder. Pero también nos estimula, y nos compromete aún más, cómo los revolucionarios norteamericanos se comprometen y participan en esta lucha desde las mismas entrañas del monstruo, para citar al Apóstol [José Martí]. Luchan por Cuba. Luchan por la América toda. Luchan por su propio pueblo. Nos demuestran que la estirpe patriótica e internacionalista de Henry Reeve vive y se fortalece. 2

La carrera desenfrenada del imperialismo hacia la guerra tomó impulso con los sucesos del 11 de septiembre. El mundo, sorprendido ante las pantallas de sus televisores en las salas de sus casas, contemplaba el criminal espectáculo. Pero a la vez se demostraba que el imperialismo era vulnerable, muy vulnerable.

Ese acontecimiento no hizo más que acelerar —explotando la sorpresa y el dolor del pueblo norteamericano— los planes de dominio mundial que venían ejecutando. En el artículo de Nueva Internacional, “Su transformación y la nuestra”, queda claro que la transformación operativa del ejército norteamericano para lograr más alcance geográfico y el aumento de sus operaciones militares, alimentando las ganancias del complejo militar-industrial.

Están haciendo buena la consigna lanzada de “la paz será la excepción y la guerra la norma para este ejército”. Vemos que no solo buscan nuevos armamentos sino que además persiguen nuevas alianzas políticas y militares en diferentes zonas del mundo donde proyectan agredir. De acuerdo a cada nuevo conflicto, proclaman que “cada misión definirá la coalición”.

En el lenguaje internacional abunda también retórica, como la que ya es permanente en la prensa internacional, contra países —sobre los que penden las más sangrientas amenazas, desde los golpes limitados hasta el empleo de armas nucleares— que llaman “estados forajidos” o “regímenes hostiles” o parte del “eje del mal”

A todo esto debemos agregar nuevos campos de confrontación que se abren. El fomento del odio religioso, de la intolerancia y la xenofobia se convierte en medio de guerra contra los pueblos árabes. El fantasma del fascismo recorre el mundo. Se hace trizas el sistema internacional de Naciones Unidas.

Estamos en el derecho de pensar que el 11 de septiembre fue un hecho autoprovocado, ¿por qué no también un nuevo Reichstag?

A lo interno de los Estados Unidos se limitan cada vez más los derechos del ciudadano. Se persigue al extranjero. Amparados, por ejemplo, en la Ley Antiterrorista, que supera con creces al macartismo, se hace trizas la constitución norteamericana y su Quinta Enmienda.

Ante estos hechos, nosotros los cubanos decimos como el Che: “al imperialismo ni un tantito así” [indica con la puntita del dedo].

Fortalecemos nuestras defensas alcanzando la invulnerabilidad militar. Aquí, no cabe duda, peleará todo el pueblo por el socialismo. Será un gran Girón. 3

Trabajamos por garantizar la marcha de nuestra economía. Desarrollamos la revolución energética; fortalecemos nuestra moneda.

Pero lo más importante es que unimos más a la nación. Fortalecemos los valores morales: la honestidad, la solidaridad, la valentía, elementos que caracterizan a nuestro pueblo. Quebramos el espinazo a los rezagos de prácticas ajenas a nuestra sociedad, como los robos, los desvíos, la cobardía.

Repetimos con Fidel [Castro] que aquí no habrá una URSS jamás. Aquí no habrá un campo socialista disuelto ni disperso. Aquí no habrá derrota. Siempre hemos tenido muy claro el papel de las masas como protagonistas principales de la revolución.

En virtud del poder invencible de las armas morales, poseemos armas del poder de las nucleares. Nos dice Fidel que las tenemos hoy. Estamos combatiendo la muerte con miles de médicos en todas partes del mundo. Frente al neoliberalismo capitalista que asfixia a los pueblos, buscamos formas justas de integración, de igualdad y desarrollo para nuestros pueblos.

Los valores fundacionales de nuestra nación son justicia, igualdad y libertad. Empuñándolos nuestro pueblo ha conquistado las mayores victorias de nuestra nación.

La revista Nueva Internacional aborda, con profesionalidad y precisión, importantes aspectos teóricos. Y los libros publicados sobre los clásicos de los fundadores del marxismo y de los revolucionarios que los aplicaron consecuentemente enriquecen el arsenal político-ideológico, no solo de la clase obrera y de los campesinos y jóvenes norteamericanos, sino también los nuestros.

Estos aspectos tienen hoy gran importancia. Cuando se ataca a nuestra ideología argumentando el fracaso de la URSS, es necesario continuar trabajando sin descanso por despertar el conocimiento del marxismo, el dominio de sus clásicos. Debemos combatir el academicismo y el seguidismo, males que castran el conocimiento, el interés investigativo y el desarrollo intelectual: cualidades que deben caracterizar al revolucionario. Sin estas premisas, poco podemos aportar a la obra de transformación a la que hemos dedicado la vida.

En la formación del cuadro revolucionario, esta combinación de teoría y práctica, de práctica y teoría, contribuye a la fortaleza del partido.

En nuestro caso hay importantes experiencias y especificidades históricas.

La primera salta de inmediato. Fue José Martí, nuestro Apóstol de la independencia, el que, al analizar las causas del Pacto de Zanjón y todos los conflictos de la Guerra Grande de 1868, comprendió la necesidad de un partido para hacer la guerra por la independencia de Cuba. Fue entre los tabaqueros de Tampa y dentro de la inmigración mambisa, y aquí en la tierra cubana, en los que conspiraban y continuaban firmes, que echó raíces el Partido Revolucionario Cubano. Martí cayó en Dos Ríos, pero cayó también, y principalmente, como delegado de ese partido. Y nos entregó ese legado histórico a todas las generaciones que ya veníamos después. 4

Esas enseñanzas, esas experiencias, estuvieron presentes de forma definitiva en el asalto al cuartel Moncada.5 Durante la guerra de liberación fueron los fundamentos del Ejército Rebelde y de la lucha clandestina,. El Partido Comunista de hoy atesora y hereda legítimamente ese legado histórico. Solo ese partido puede ser capaz de trascendernos a todos nosotros y de continuar en manos de generaciones nuevas la obra hasta su definitiva victoria. Para lograrlo, debemos continuar trabajando sin descanso.

Damos las gracias a la compañera Mary-Alice y a todos los compañeros aquí.


1. El 1 de enero de 1959 fue la fecha en que se derrumbó el régimen del dictador Fulgencio Batista, apoyado por Washington, y que él huyó de Cuba. Al extenderse una huelga general por todo el país, tomaron control muy rápidamente las fuerzas revolucionarias dirigidas por el Movimiento 26 de Julio y el Ejército Rebelde.

2. Henry Reeve era un norteamericano que luchó en la primera guerra cubana de independencia contra España, alcanzando el grado de general de brigada. Cayó en combate en 1876.

3. La victoria cubana de abril de 1961 contra una invasión mercenaria organizada por Washington en la Bahía de Cochinos se selló en Playa Girón.

4. La primera guerra cubana de independencia terminó en derrota con el Pacto del Zanjón de 1878. José Martí, el héroe nacional de Cuba, organizó el Partido Revolucionario Cubano y peleó en la segunda guerra de independencia, cayendo en la batalla de Dos Ríos en 1895. Los combatientes independentistas se conocían como mambises.

5. El 26 de julio de 1953, Fidel Castro dirigió a un grupo de revolucionarios en un asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba. Fue el inicio de la guerra revolucionaria, dirigida por el Movimiento 26 de Julio y el Ejército Rebelde, que culminó el 1 de enero de 1959 con el derrocamiento de la dictadura de Batista.
 
 
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