Maldonado se dirigió al público en un mitin celebrado en esta ciudad sobre el nuevo libro de Pathfinder Nuestra historia aún se está escribiendo: la historia de tres generales cubano-chinos en la Revolución Cubana.

Este mitin, que tuvo como oradora principal a Mary-Alice Waters, editora del libro y miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, contó con la participación de 75 personas del área de Minneapolis-St. Paul y de Austin, Minnesota, además de Chicago, Des Moines y Detroit. Entre los asistentes se encontraba Seyon Nyanwleh, presidente de la Asociación de Estudiantes Africanos en la Universidad de Minnesota, junto con otros miembros del grupo; August Nimtz del Comité de Cuba en Minnesota; y Marty Knaeble, miembro del Local 1833 del sindicato mecanometalúrgico IAM y trabajadora de la aerolínea Northwest que promovió la solidaridad sindical con los mecánicos en huelga contra la Northwest.

Rebecca Williamson, dirigente de la Juventud Socialista en esta ciudad, empezó la reunión instando al público a unirse a las protestas de millones de trabajadores que piden la legalización de los inmigrantes indocumentados. El carácter combativo de esas protestas —en St. Paul marcharon 30 mil personas al día siguiente— estuvo presente en este mitin.

Williamson pidió a los presentes que promovieran la marcha a Washington del 20 de mayo para exigir “Manos fuera de Venezuela y Cuba”, a la vez que dio la bienvenida a los promotores de la manifestación que brindaban información sobre la marcha desde una mesa en la sala.

“Mi generación nunca ha visto manifestaciones del carácter y tamaño que estamos viendo ahora”, anotó Jacob Perasso, un dirigente nacional de la Juventud Socialista. “Nuestra historia aún se está escribiendo es para los miles de jóvenes que están dirigiendo muchas de las manifestaciones por los derechos de los inmigrantes”, dijo. “Ellos están escribiendo su propia historia”.

Fidel Maldonado, miembro del Local 9 del sindicato de la carne UFCW en Austin, Minnesota, se refirió al orgullo que tiene el pueblo cubano de la participación de miles de voluntarios cubanos en misiones internacionalistas de solidaridad, sobre todo el papel de los médicos y maestros en Venezuela.

Señaló un capítulo del nuevo libro titulado “Cuba, Venezuela y América Latina”, y describió el éxito de la Misión Robinson, que emplea métodos y materiales de enseñanza elaborados en Cuba, y que ha revolucionado la rapidez con que los estudiantes venezolanos de todas las edades aprenden a leer. Maldonado contrastó el enfoque cubano de promover la educación para todos con el enfoque de los gobernantes capitalistas norteamericanos, que responden a los problemas de deserción escolar con la construcción de más cárceles.

Gabriela Moreano, organizadora de la Juventud Socialista en esta ciudad, señaló cómo Moisés Sío Wong, uno de los generales entrevistados en el libro, describe la “abnegación y las capacidades de liderazgo” del dirigente revolucionario cubano Ernesto Che Guevara. La manera en que Guevara ponía los intereses del pueblo primero por encima de sus preocupaciones personales, dijo, le produjo una gran impresión.

Los miembros de la JS están promoviendo activamente la marcha a Washington del 20 de mayo, dijo Moreano, y estarán mañana en las calles vendiendo suscripciones al Militante y libros y folletos revolucionarios a las decenas de miles de luchadores por los derechos de los inmigrantes.

“Ante todo, Nuestra historia aún se está escribiendo es una introducción a la Revolución Cubana”, dijo Waters. “Muestra de qué se trata el hacer una revolución socialista. Los gobernantes norteamericanos no lo entienden por que son incapaces de comprender la capacidad del pueblo cubano, como también son incapaces de comprender la capacidad del pueblo trabajador en este país”.

Señaló una cita de Fidel Castro en la contraportada del libro Cuba y la revolución norteamericana que viene: “Primero se verá una revolución victoriosa en los Estados Unidos, que una contrarrevolución victoriosa en Cuba”. Ese juicio, hecho un mes antes de la derrota de las fuerzas mercenarias apoyadas por Washington en Bahía de Cochinos en abril de 1961, es hoy tan correcta como cuando se pronunció entonces, dijo.

La mayoría de los asistentes al evento continuaron las conversaciones por dos horas, disfrutando de una cena mexicana. “Algo que aprendí de esta reunión,” dijo Sam Wegner, miembro de la JS, “es que las lecciones del libro pueden ser empleadas aquí, incluso hoy en las luchas por los derechos de los inmigrantes y por la sindicalización.” Wegner, de 20 años, trabaja en un almacén de Wal-Mart. Dijo que la mayoría de sus compañeros de trabajo son oriundos de Africa oriental.

Christian Castro, de 27 años, que vino de Chicago, dijo que la mejor forma de comprender el libro es estudiándolo con otros. El viene participando en una serie de clases sobre este libro en Chicago. Los jóvenes que participaron en la reunión de St. Paul se reunieron al día siguiente para hablar del trabajo de la JS.

El público contribuyó $740 para ayudar a promover el libro en Estados Unidos y otras partes del mundo.
 
 
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