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   Vol. 70/No. 21           29 de mayo de 2006  
 
 
Mineros, UMWA ganan resolución de lucha
obrera en mina Co-Op
Patrones retiran pleito judicial antisindical; celebran victoria
el 4 de junio en Price, Utah
(portada)
 
POR PAUL MAILHOT 
PRICE, Utah—Los mineros del carbón que dirigieron una reñida campaña de sindicalización, junto con el sindicato minero UMWA, negociaron un acuerdo con C.W. Mining Co., dueño de la mina Co-Op en Huntington, Utah. El acuerdo se logró en la víspera de una audiencia de la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) sobre el despido de mineros partidarios del sindicato. La audiencia, programada para el 16 de mayo, se ha cancelado.

El acuerdo también se logró tras un fallo emitido por escrito el 1 de mayo por el juez federal Dee Benson en Salt Lake City, quien desestimó seis de las siete acusaciones de la compañía del carbón contra los mineros y sus partidarios. Estas incluyen fraude inmigratorio, prácticas laborales injustas, violaciones de la Ley sobre Organizaciones Corruptas e Influenciadas por Chantajistas (RICO) y conspiración civil. La C.W. Mining había formulado estos cargos en una demanda vengativa entablada en una corte federal en septiembre de 2004 (ver artículo de la semana anterior).

Al negociar el acuerdo, los mineros insistieron en que fueran desestimados los cargos de “difamación” contra todos los demás acusados en la demanda: el UMWA, el Militante y el grupo Utah Jobs with Justice. El acuerdo con la C.W. Mining cesa las acusaciones contra todos estos acusados, y también contra todos los que habían sido incluidos en dos pleitos anteriores de la empresa.

“Habría sido una injusticia que alguien se hubiera quedado como acusado en la demanda, especialmente ya que estos grupos fueron los que más nos apoyaron durante la lucha”, dijo uno de los dirigentes de la campaña de sindicalización, quien pidió que no se usara su nombre en este artículo.

“Los mineros opinamos que era importante que se terminara con la demanda para todos”, dijo al Militante el ex minero Guillermo Hernández. “A todos nos alegra que la retiren como parte del acuerdo”.

“La forma en se resolvió es una victoria para nosotros”, dijo Hernández.

Los mineros que participaron en la campaña de sindicalización en la mina Co-Op proyectan una celebración con una cena mexicana en la sede del UMWA aquí en Price el domingo 4 de junio.

“Es una forma de agradecer a todos los que nos apoyaron a través de esta lucha tan larga”, dijo uno de los mineros. “Queremos mantener nuestros lazos de amistad con el sindicato y con los que nos apoyan. Podríamos necesitar esos lazos en el futuro”.  
 
Despedidos por actividad sindical
Además de retirar del caso a todos los acusados, como parte del arreglo la C.W. Mining acordó pagar salarios perdidos a seis de los mineros que fueron despedidos en septiembre de 2003 o en diciembre de 2004.

La compañía despidió a un total de 30 mineros, una semana antes de las elecciones de representación sindical en la mina en diciembre de 2004, bajo el pretexto de que hacía poco se había enterado de que la mayoría de los trabajadores eran indocumentados. Casi todos los partidarios del UMWA en la mina fueron despedidos.

Un año más tarde, en diciembre de 2005, el director de la NLRB en la Región 27, Allan Benson, falló que los despidos eran discriminatorios contra los mineros y tenían como fin “desalentar la afiliación a una organización sindical”. Esta conclusión de la NLRB sigue vigente.

Como parte del acuerdo, dos de los mineros despedidos, Guillermo Hernández y Alyson Kennedy, decidieron no ejercer su derecho de regresar a trabajar a la mina Co-Op.

En la audiencia de la NLRB del 16 de mayo, ahora cancelada, se habría presentado argumentos sobre las objeciones de la C.W. Mining contra las conclusiones del director de la Región 27 de la NLRB de que los despidos eran discriminatorios. Si se hubiera ratificado las conclusiones del director regional, se habría hecho el conteo de las boletas de la elección sindical.

Sin embargo, a raíz de los despidos, ya no hay partidarios del UMWA que sigan trabajando en la mina. Además, la compañía alega que las leyes federales de inmigración no permiten que vuelvan a contratar a los demás mineros despedidos en diciembre de 2004. Según los mineros de la zona, ahora la fuerza laboral en la Co-Op ahora está integrada casi exclusivamente por miembros de la familia Kingston, dueños de la mina.

“Yo no iba a regresar a Co-Op a menos que hubiera respeto y dignidad,” dijo Hernández, quien había trabajado 18 años en la mina y, a la hora de ser despedido, recibía 7.40 dólares la hora.

Como parte del acuerdo, el UMWA ha retirado su solicitud de representar a los actuales o antiguos empleados de la mina.  
 
La lucha en la mina Co-Op
Los trabajadores de la mina Co-Op, en su mayoría inmigrantes mexicanos, iniciaron su lucha por condiciones seguras, dignidad y mejores salarios en el otoño de 2003. El salario inicial de los mineros subterráneos de la Co-Op era 5.50 dólares la hora.

Después que los mineros acudieron al sindicato UMWA para que los representara, los compañía empezó a acosar y disciplinar a los partidarios del sindicato. El 22 de septiembre de 2003 la compañía suspendió a Bill Estrada, uno de los mineros partidarios del sindicato, preparando el camino para despedirlo. Anteriormente la compañía había intentado despedir a otros dos partidarios del UMWA pero los mineros habían frustrado esos intentos.

En vez de aceptar el despido de Estrada, prácticamente toda la fuerza laboral, depusieron sus herramientas y se enfrentaron a los patrones afuera de la oficina de la mina. Cuando los mineros, después de dos o tres horas de discutir con los supervisores, rehusaron ceder y regresar al trabajo, la compañía llamó al sheriff y les impuso un cierre a los trabajadores.

Unos 75 mineros convirtieron el cierre patronal en huelga, la cual recibió mucha publicidad en los medios noticiosos. Logró apoyo entre el movimiento sindical y otras organizaciones e individuos por todo Utah y el Oeste, por todo Estados Unidos y a nivel mundial desde Nueva Zelanda hasta Canadá y el Reino Unido.

La línea de piquete se formó en medio del invierno. Desde el comienzo, mineros jubilados afiliados al UMWA llegaron a la línea de piquete con donativos de alimentos y otra solidaridad. “Fuimos los primeros”, dijo en una entrevista Bob Fivecoat, un minero del carbón jubilado y miembro del Local 9957 del UMWA en el pueblo cercano de East Carbon. “Estamos sumamente orgullosos de haber estado al lado de estos mineros desde el principio”.

Los mineros se ganaron el apoyo de otros mineros, con y sin sindicato, por todos los condados de Carbon y Emery. La iglesia católica en la zona creó un fondo para ayudar a los mineros a pagar el alquiler y sus cuentas de gas y electricidad. Sindicatos y otros grupos e individuos respaldaron a los mineros con actividades solidarias y apoyo económico.  
 
Viraje decisiva en la lucha
Cuando los patrones no lograron convencer a los huelguistas a cruzar la línea de piquete, y seguía creciendo la solidaridad con la huelga, la compañía aceptó en julio de 2004 un acuerdo, negociado a través de la NLRB, con el UMWA. Los patrones ofrecieron restituir a sus puestos a los mineros y aceptaron que se realizaran elecciones de representación sindical.

Dado el gran número de empleos disponibles en otras minas de carbón en los condados de Carbon y Emery, solo la mitad de los huelguistas regresaron a trabajar a Co-Op. Esos mineros se dedicaron a obtener más apoyo al sindicato entre los compañeros de trabajo que no habían apoyado la huelga.

“La compañía estaba tan decidida a ganar como nosotros”, dijo Estrada. “Hicieron todo lo posible para que los trabajadores se opusieran al sindicato, pero al llegar el momento de la votación en diciembre, ya nos habíamos ganado a nuestro lado a prácticamente todos los mineros de la Co-Op que no eran miembros de la familia de los patrones”.

“Se estaba abriendo una gran oportunidad para el sindicato en el Oeste hacia el final de la huelga”, dijo Alyson Kennedy, ex minera de la Co-Op. “Fue el verdadero viraje decisivo en esta lucha”.

“Kennedy dijo que trabajadores ferrocarrileros de la zona estaban intercambiando con los huelguistas sobre actividades solidarias. Trabajadores sindicalizados de las centrales eléctricas estaban hablando sobre la posibilidad de impugnar los negocios que sus patrones realizaban con la Co-Op. Trabajadores de minas sindicalizadas y no sindicalizadas llegaban a visitar nuestra línea de piquete para hablar sobre las condiciones en las minas vecinas, y había un creciente interés en las posibilidades de organizar algunas de las minas no sindicalizadas.

“Ese fue el momento en la lucha en que existían las mejores condiciones para salir de la huelga y reivindicar un local del UMWA en la Co-Op”, dijo Kennedy. “Eso era lo que se nos presentaba —independientemente de nuestras distintas situaciones migratorias— si la acción obrera en esta localidad, en la región y a nivel nacional hubiera sido suficientemente fuerte para reforzar lo que se estaba haciendo en la línea de piquete y, después, cuando habíamos regresado a la mina”.

Pero eso no fue lo que pasó, dijo. “Así que el terreno comenzó a cambiar.

Los patrones llevaron la lucha a un terreno que era más de su agrado, dijo Kennedy. “Entablaron la demanda, arrastrándonos a nosotros, al UMWA y a muchos de nuestros partidarios a las cortes.

“A solo unos días de las elecciones sindicales, los patrones decidieron usar el pretexto de las leyes de inmigración para realizar una segunda serie de despidos.

“No podían derrotarnos”, dijo Kennedy, “pero la lucha llegó a un empate”.  
 
Demanda vengativa
En septiembre de 2004 la C.W. Mining y la Asociación Internacional del Sindicato de Trabajadores Unidos (IAUWU), aliada a la compañía, entablaron su demanda en la corte federal acusando a 16 mineros y a casi todos los partidarios públicos de la lucha de los mineros de calumniar a la compañía y a la IAUWU. La inicial original contaba con más de 150 acusados. Estos incluían al Militante y a dos de los principales diarios de Utah, el Salt Lake Tribune y el Deseret Morning News. Posteriormente muchos de los acusados originales fueron quitado de la demanda.

En respuesta a este ataque judicial, se lanzó el Fondo de Lucha del Militante en octubre de 2004 para recaudar fondos a fin de ayudarle al Militante a defenderse y divulgar los esfuerzos de otros acusados, incluidos los mineros y el UMWA. Desde entonces, más de mil organizaciones e individuos brindaron su apoyo al fondo, incluyendo 26 sindicatos locales, miembros de las directivas de 10 sindicatos internacionales y casi 230 miembros de las directivas de sindicatos locales.

En su decisión del 1 de mayo, el juez Benson desestimó los cargos de difamación contra los dos diarios de Utah y contra los mineros. Calificó las acusaciones de difamación contra los mineros como “un intento de intimidar a los empleados [de la Co-Op] y suprimir una discusión franca sobre asuntos obreros”.

Dada la forma en que se redactan las leyes, dijo Bob Butero, director de sindicalización de la Región 4 del UMWA, “los trabajadores inmigrantes realmente no tienen muchas protecciones”. Este es uno de los grandes retos para organizar sindicatos, dijo. “Los mineros de Co-Op demostraron que podían luchar, y el apoyo para su lucha fue inmenso”.

“El objetivo del UMWA es de sindicalizar a cada uno de los mineros del carbón, pero esa lucha no siempre termina con un convenio sindical”, dijo Butero. Añadió que él pensaba que los trabajadores de la Co-Op habían logrado algo gracias a la lucha por un sindicato. Butero dijo que anticipa más luchas como la de Co-Op en el futuro, porque “aún existen compañías que abusan y explotan a los trabajadores”.

“La lucha en la Co-Op abrió el camino para lo que está ocurriendo ahora con millones de inmigrantes que marchan por las calles exigiendo la legalización”, dijo Estrada.

“Estas marchas ayudan a que los sindicatos encaren el problema político más importante para todo el movimiento obrero hoy día”, dijo Estrada. “No debe permitirse que los patrones hagan impunemente lo que se hizo en la Co-Op”.

La compañía comentó sobre el acuerdo en los medios de prensa de Utah. “Nunca se gana todo en un acuerdo. Nunca se pierde todo. Fue lo correcto”, dijo Carl Kingston, el abogado que representó a la C.W. Mining en las negociaciones sobre el acuerdo, al Salt Lake Tribune.

Para la compañía se trataba de “proteger los derechos de los empresarios”, según el diario de Salt Lake City. El Tribune dijo que ahora la compañía piensa concentrarse en “restaurar la producción”.  
 
Mineros preparan celebración
La celebración y la cena mexicana del 4 de junio que planean los mineros que estuvieron involucrados en la campaña de sindicalización de Co-Op tendrá lugar en la sede del UMWA en Price a la 1:00 p.m.

Los mineros invitan a todos los grupos e individuos que apoyaron la lucha en los últimos tres años. El UMWA está enviando información sobre el evento a los locales del sindicato en el Oeste. Bob y Ann Fivecoat, quienes administraron el fondo de los mineros de Co-Op, están enviando un anuncio a los que hicieron aportes económicos.

“Los mineros son los ganadores en este empate con la compañía”, dijo Ann Fivecoat. “Sí vamos a estar presentes el 4 de junio para celebrar”.

“Espero que haya mucha concurrencia el 4 de junio”, dijo John Fischer, un miembro jubilado del sindicato de estibadores ILWU en Seattle, quien participó en varias actividades de solidaridad con la lucha de los mineros de Co-Op en el área de Price. “Todos los que hemos participado en esta lucha esperamos con gusto la oportunidad de juntarnos, hablar sobre la lucha y celebrar”.  
 
 
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