Estos avances son parte de un paquete de medidas tomadas por la nueva administración Conservadora en los últimos cinco meses que ha atado más a la política exterior de Ottawa a la de Washington, aumentando la cooperación militar entre los dos estados y convirtiendo una vez más a la clase gobernante canadiense en un aliado más confiable para los gobernantes estadounidenses en la guerra contra el terrorismo encabezada por Washington.
Desde que asumió el gobierno el 2 de febrero, el primer ministro Stephen Harper ha tomado medidas en sus relaciones con la Autoridad Nacional Palestina encabezada por Hamás y le cortó la ayuda económica. Ottawa también denominó a los Tigres Tamiles, un grupo que lucha por la independencia del pueblo Tamil de Sri Lanka, de ser una organización terrorista, algo que la previa administración Liberal se negó a hacer. En su primer viaje al exterior en marzo, Harper fue a Afganistán, para visitar a los 2 300 soldados canadienses que forman parte de las fuerzas de ocupación de la OTAN en ese país.
El gobierno de Ottawa anunció a finales de junio que emplearía 15.3 mil millones de dólares para fortalecer su capacidad de desplazamiento militar. Entre las adquisiciones proyectadas se encuentran camiones medianos, helicópteros y aviones para transporte de tropas y carga dentro y fuera de Canadá. Tres nuevos barcos de apoyo estarán listos a comienzos de 2012.
Los aviones de carga estarán disponibles para transportar tropas y equipo a cualquier parte del mundo, algo que el ejercito canadiense no ha sido capaz de hacer en los últimos años, dijo a la prensa el ministro de defensa Gordon OConnor.
El primer presupuesto del gobierno aprobado en mayo incrementó el gasto militar por 5.4 mil millones de dólares, a 18.4 mil millones de dólares para los siguientes cinco años, un incremento de los 8.4 mil millones de dólares en 1998, bajo la administración Liberal anterior.
Ottawa ya ha anunciado sus planes para aumentar el tamaño de sus fuerzas militares por 23 mil soldados permanentes y personal de reserva. Actualmente cuenta con 60 mil soldados permanentes y 20 mil reservistas. Actualmente 2 300 de ellos están estacionados en la región de Kandahar en Afganistán, como parte de la guerra contra el terrorismo de Washington. Otros 400 efectivos militares se encuentran en 12 países, que incluyen Haití, Bahrain, Alturas del Golán, Bosnia-Herzegovina, Congo y Sudán.
La transformación del ejercito canadiense también incluye depender más en fuerzas especiales tales como las secretas Fuerza de Tarea Conjunta Dos (JTF2), compuesta por 350 voluntarios de las tres ramas del ejercito. La JTF2, establecida en 1993, ha estado operando en Afganistán.
La operación militar en Afganistán, iniciada bajo el gobierno Liberal, es la operación de combate más grande y más sangrienta desde la Guerra de Corea de 1950-53. Oficiales canadienses están al mando de la Brigada Multinacional del Comando Sur, que forma parte de la fuerza de 9 700 soldados de la OTAN en el sur de Afganistán, que se estima crecerá hasta 17 mil.
Desde junio, tropas canadienses y del Reino Unido han venido participado en la ofensiva encabezada por Washington contra el Taliban más grande desde que fueron expulsados de Kabul en 2001.
La participación de las fuerzas canadiense en los combates, que incluye el sufrir bajas, es clave para su transformación en una maquina de guerra templada, flexible y móvil.
Al mismo tiempo que se anunciaban los nuevos gastos militares, los lazos de cooperación entre el Comando Norte del Ejército de Estados Unidos (USNORTHCOM) y el Comando de Canadá fueron formalizados con la visita del 28-29 de junio del Teniente General Marc Dumais, comandante del Comando de Canadá, al cuartel central del USNORTHCOM en Colorado Springs, Colorado.
El USNORTHCOM, que por primera vez estableció una estructura de comando militar dentro de Estados Unidos, fue creado hace cuatro años. El Comando de Canadá, creado por el gobierno Liberal, inició sus actividades el 1 de febrero bajo el gobierno Conservador, con órdenes similares dentro de Canadá.
El 12 de mayo, los gobiernos de Estados Unidos y Canadá acordaron renovar sus tratados sobre el Comando de Defensa Aérea de Norte América (NORAD) y expandir su función para incluir la defensa marítima del continente, las costas y vías fluviales dentro del territorio, según la edición del 22 de mayo de U.S. Defense News.
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