El voto se dio después de una audiencia pública de cinco horas, en la cual más de 350 personas colmaron el centro comunitario. Un centenar de personas tomaron la palabra.
Afuera del recinto, cientos de personas protestaron contra la medida, entre ellos estudiantes y trabajadores que llegaron después del trabajo.
El día anterior, 500 personas se manifestaron contra el decreto en un parque frente al ayuntamiento. Llegaron de pueblos pequeños por toda la región central de Florida, así como de Homestead y Immokalee en el sur. La semana antes se realizaron dos protestas, de 50 y 125 personas.
Avon Park es un pueblo de 9 mil personas. Está rodeado de naranjales. Muchos de los residentes trabajan en campos y granjas lecheras cercanas.
El alcalde Thomas Macklin había hecho campaña a favor de la medida, cuyo texto usó como modelo la ley antiinmigrante aprobada el 13 de julio por el consejo municipal de Hazleton, Pennsylvania.
La medida de Avon Park habría convertido el inglés en el idioma oficial de la ciudad, prohibiendo la traducción de formularios oficiales, señales públicas y comunicaciones telefónicas.
Gritos de ¡Sí se pudo! y ¡Aquí estamos y no nos vamos! llenaron el centro comunitario cuando fue derrotada la propuesta de ley.
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