El movimiento obrero debe oponerse a una nueva ley de pruebas antidrogas en el estado de Kentucky que va dirigida contra los mineros del carbón. Al igual que las demás leyes de pruebas antidrogas y reglas de compañías, ésta es un arma para que los patrones puedan abusar de los trabajadores y encubrir la principal causa de las condiciones peligrosas de trabajo: el brutal afán de ganancias de los patrones.

Desde que entró en vigor el 12 de julio, la oficina de seguridad minera de Kentucky ha empleado la nueva ley para suspender la certificación de siete mineros del carbón. La ley exige que los mineros se sometan a una prueba antidrogas para recibir su certificación, y luego que se sometan a pruebas al azar.

Los patrones del carbón aplaudieron la nueva ley, que recibió el apoyo de políticos de los partidos gemelos de los patrones, los demócratas y republicanos. Mark York, vocero del Gabinete de Protección Ambiental y Pública de Kentucky, dijo que “el objetivo [de la ley] es que la minería sea lo más seguro posible”. Tony Oppegard, ex funcionario de seguridad minera del gobierno, afirmó que los mineros “ponen en peligro su propio sustento al usar drogas”. O sea, ¡los propios trabajadores son culpables de las condiciones peligrosas en las minas!

Ese alegato infundado es típico de las agencias de seguridad minera a nivel estatal y federal, las cuales tienen un historial consecuente de responder a los intereses de las compañías del carbón. Se hace eco de la calumnia antiobrera del monopolio del carbón Massey Energy, que en una declaración en febrero alegó que “ha decaído la ética laboral del trabajador en Kentucky del este” atribuyéndoles drogadicción y otros problemas.

¿Y los hechos? El 30 de julio Jermey Heckler de Virginia del Oeste fue el 37 minero del carbón en morir en el trabajo en Estados Unidos en lo que va del año. En semanas recientes varios mineros en Pennsylvania y Virginia del Oeste han quedado gravemente lesionados en el trabajo. Al igual que los 12 obreros muertos en enero cuando se dio una explosión de gas metano en la mina Sago de Virginia del Oeste, y como los que fallecieron en una explosión en el condado Harlan, Kentucky, estos trabajadores son las más recientes bajas en la implacable campaña de productividad de los patrones del carbón, la cual pone las ganancias en primer lugar a expensas de la vida y bienestar de los trabajadores.

El sindicato minero UMWA está apoyando un mitin memorial el 19 de agosto en Harlan, Kentucky, para conmemorar la vida de los mineros que han muerto en el trabajo en el último año. Los sindicalistas y demás trabajadores deben apoyar y participar en el evento, donde hablará el presidente del UMWA Cecil Roberts. Los familiares y compañeros de trabajo de los mineros muertos buscan exponer la verdad sobre estos desastres mortales y exigen una verdadera solución para que no sigan muriendo mineros.

En respuesta a estas demandas, funcionarios del gobierno y la prensa capitalista han propuesto leyes de seguridad minera más “estrictas”. Pero ninguna ley tendrá significado alguno a menos que los trabajadores organicen locales del UMWA en cada mina. Es la única forma eficaz de hacer valer las normas de seguridad y garantizar que no muera un solo minero en el trabajo.

El punto de partida debe ser un movimiento de trabajadores que sindicalice las minas y ponga en manos de los propios mineros todas las decisiones sobre la seguridad en los centros de trabajo.
 
 
Related articles:
Usan pruebas de drogas para culpar a mineros por condiciones peligrosas  
 
 
Front page (for this issue) | Página inicial | Página inicial en versión de texto