Acciones similares fueron realizadas en varias ciudades del país durante el fin de semana del Día del Trabajo. Unas 8 mil personas marcharon en San José, 3 mil en San Francisco, 2,500 en Oakland, 2 mil en Chicago y mil en Houston y en St. Paul, Minnesota. Varios centenares participaron en mítines en Fresno y Sacramento, California; Phoenix; Dubuque, Iowa; Newark, New Jersey; y Dallas.
En algunas ciudades los derechistas Minutemen organizaron pequeñas protestas.
La Coalición 25 de Marzo de Los Angeles, organizó la marcha del 2 de septiembre y fue dedicada a Elvira Arellano, una trabajadora en Chicago quien está luchando contra los intentos del gobierno de deportarla.
Dos docenas de jornaleros de un centro en Pomona formaron su propio contingente. Aunque la mayoría de los manifestantes eran latinoamericanos, también habían grupos de coreanos, filipinos y otros trabajadores asiáticos.
Un grupo de 15 miembros de los Minutemen, con afiches declarando que los Sindicatos que abrazan a ilegales están traicionando a sus miembros, organizaron una contraprotesta en una loma cerca de la tarima del evento. Miguel López, el gran mariscal del evento del Día del Trabajo y representante de la división de puertos de los Teamsters en el sur de California, organizó una escuadra de sindicalistas que rodearon a los derechistas y los hicieron retroceder hacia más arriba de la loma. Desde esa posición, los sindicalistas y sus partidarios, coreando ¡Sí se puede!, los escoltaron fuera del parque.
Mario Escobar, un joven trabajador quien fue parte de la escolta, dijo que él estaba caminando por el césped y que alguien le gritó espalda mojada. Me di la vuelta y ahí estaban estas personas blancas con banderas de Estados Unidos. Estoy orgulloso de cómo los hicimos retroceder. Inmigrante o no, esta es una lucha de los trabajadores.
Unas 200 personas iniciaron la caminata de cuatro días, organizada por el Movimiento 10 de Marzo, en el Barrio Chino de Chicago. Muchos grupos asiáticos participaron en el evento de apertura, incluyendo a coreanos-americanos, chinos, camboyanos, filipinos, vietnamitas e hindúes.
La Mesa Conjunta del Medio Oeste y Chicago de UNITE HERE distribuyó una declaración diciendo, No podemos aceptar ninguna propuesta que divida a los trabajadores nacidos en Estados Unidos de los trabajadores inmigrantes, o que divida a las familias inmigrantes. El movimiento laboral tiene que luchar por derechos plenos para todos los trabajadores sin importar donde nacieron o cuanto tiempo han estado en Estados Unidos.
Muchos de los oradores en el mitin de clausura hablaron en apoyo de Elvira Arellano, quien en vez de reportarse para ser deportada ha tomado santuario en una iglesia local.
En San Francisco, marcharon 3 mil, entre los cuales habían sindicalistas del Local 2 de UNITE HERE y del Local 790 de SEIU.
Las organizaciones de jornaleros pusieron su estampa en las acciones. Ya cruzamos una frontera. Necesitamos cruzar otra, la frontera de la legalización, dijo María Marroquín, directora del centro de jornaleros en Mountain View.
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