Unos 15 mil trabajadores en 16 plantas de la Goodyear en Estados Unidos y Canadá, miembros del sindicato siderúrgico USW, han estado en huelga desde el 5 de octubre contra los intentos de la compañía de imponer recortes salariales de hasta un 40 por ciento, eliminar prestaciones médicas a los jubilados y cerrar plantas.
Las negociaciones entre ambas partes se reanudaron el 14 de noviembre, por primera vez desde que comenzó la huelga. Ese día, el USW informó en su Alerta de Solidaridad que la Goodyear insiste en su demanda de recortar 500 millones de dólares de su obligación financiera con los planes médicos de los jubilados, algo que fue rechazado por el sindicato.
Elkins, un miembro del Local 12L del USW con 33 años en la fábrica de Gadsden, dijo que la compañía había empezado a llevar a la planta 100 esquiroles cada día. Hasta ahora no han sido muy productivos. Han destruido más llantas que las que producen.
Una de las principales razones que dan los trabajadores para haber suspendido sus labores fue la demanda de los patrones de recortar las prestaciones médicas de los jubilados. Ellos tienen un ingreso fijo y no pueden trabajar horas extra como nosotros para compensar por la reducción de beneficios. Estoy en huelga por ellos, pero ese también es mi futuro porque un día yo seré un jubilado, dijo Elkins.
Los huelguistas describen cómo los patrones gritaban bancarrota hace tres años y exigieron que los trabajadores en la planta de Gadsden se tragaran las concesiones, entre ellas que les quitaran dos años de su jubilación. Hoy los trabajadores que se jubilan después de 30 años, reciben una paga basada solamente en 28 años de servicio.
En 2003, cuando la compañía alegaba que estaba al borde de la quiebra, querían que renunciáramos al COLA [Ajuste al Costo de Vida], que pagáramos por prestaciones médicas, entregáramos dos años de servicio y aceptáramos otras concesiones, declaró el sindicalista Buddy Rawls. Bueno, las cosas mejoraron para la compañía, pero nunca nos devolvieron los dos años, y ahora efectuamos pagos por el seguro médico, agregó.
Hoy los patrones están presionando para eliminar los aumentos por el costo de vida, para así hacer que los trabajadores paguen por las prestaciones médicas, explicaron los huelguistas. Empezamos a dar concesiones en 1984, y cada contrato propuesto desde entonces ha sido sobre lo que vamos a renunciar, no sobre lo que vamos a recibir. Ellos siguen exigiendo recortes. No es más que avaricia corporativa, dijo Rawls.
Señaló otras maniobras de la compañía para impulsar sus ganancias a expensas de los trabajadores, incluso eliminando puestos de supervisores al nombrar trabajadores con salarios por hora como capataces y hacerlos que asuman responsabilidades de supervisores. También cuando varios trabajadores se jubilaron, combinaron esos trabajos pero nunca los remplazaron, observó Rawls.
En 1999, la Goodyear compró el 75 por ciento de la Sumitomo de Japón, que era propietaria de las llantas Dunlop, la principal competidora de la Goodyear en Estados Unidos. La compañía realizó esa maniobra, señalaron los trabajadores en la línea de piquete, para fortalecer su posición en los mercados extranjeros. Luego en 2003 la Goodyear cerró la planta de la Dunlop en Huntsville, Alabama, afectando a 1 100 obreros y empleados a sueldo.
Froman dijo que su opinión era la más común entre los 60 huelguistas en la bodega y planta de reencauche ubicada al oeste de Toronto.
Aunque esperan que algo resulte de la reanudación de negociaciones, los huelguistas se están preparando para una huelga larga de ser necesario. Han construido casetas en las líneas de piquetes y acumulado gran cantidad de leña para quemar en barriles y poder calentarse en el invierno que ya llega.
Entretanto los patrones, usando gerentes y trabajadores temporales, continúan sacando llantas de la planta para suministrar a la Wal-Mart, la Canadian Tire y la industria automotriz.
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