La decisión del 20 de noviembre nace de una demanda por discriminación que fue presentada en abril a nombre de seis de los jornaleros y de la Red Nacional de Jornaleros, con apoyo del Fondo de Defensa Legal y Educativo Puertorriqueño, contra el pueblo de Mamaroneck, su alcalde, y el jefe de policía local. La demanda buscaba una orden contra lo que los demandantes denominaron una aplicación selectiva de la ley y discriminación.

“Estaban discriminando contra nosotros”, dijo al Militante Mario Martínez de 45 años, residente de Mamaroneck, mientras esperaba por trabajo. “Estaban buscando como sacarnos de aquí. Nunca hicimos nada de lo que se nos acusaba. Estamos aquí buscando trabajo”.

Martínez se refería a la campaña dirigida por el alcalde y otros funcionarios del pueblo, supuestamente respondiendo a un aumento de quejas de los residentes, que los jornaleros degradaban su “calidad de vida”.

Muchos de los trabajadores dijeron que la victoria en la demanda registra un paso importante en su lucha para defender su derecho a solicitar trabajo, y más ampliamente en los esfuerzos para contrarrestar los ataques contra los inmigrantes.

“Ahora queremos comenzar un centro de contratación”, dijo Misael López. “Va a ser un poco difícil porque no todos lo van a aceptar. Hay personas que tienen racismo pero hay otros con corazón y solidaridad”.  
 
 
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