El término Holocausto se refiere al periodo en los años 30 y 40 cuando el partido nazi de Adolfo Hitler tomó el poder en Alemania. Como parte de asestarle una derrota aplastante al movimiento obrero, los fascistas demagógicamente acusaron a los judíos de ser responsables de la aguda crisis económica capitalista, y el régimen desató una ofensiva mortal contra ellos, primero en Alemania y después en otros países europeos conquistados por el ejército alemán. Los judíos fueron forzados a campos de concentración para ser ejecutados, obligados a trabajos forzados o sometidos a experimentos grotescos. Sindicalistas, comunistas, opositores políticos, homosexuales y discapacitados también fueron asesinados o encarcelados.
La conferencia en Irán destacó a varios apologistas de los nazis disfrazados de eruditos haciendo investigaciones académicas de lo que ocurrió bajo el régimen de terror fascista en Europa.
El profesor francés Robert Faurisson dijo que el Holocausto "nunca existió. Frederick Töben de Australia insistió en que las "afirmaciones… sobre los gaseamientos e incineraciones en masa [son] una imposibilidad física". Trajo a la conferencia un modelo del infame campo de concentración Auschwitz, el cual, según él, era demasiado pequeño para haber matado a los un millón de judíos que se calcula murieron ahí. Georges Thiel, de Francia, denominó al Holocausto como "una enorme mentira". El derechista estadounidense Bradley Smith del Comité para el Debate Abierto sobre el Holocausto, afirmó que las "cámaras de gas nunca existieron".
Fotos y afiches también fueron exhibidos, incluso algunos de montones de cadáveres con leyendas que decían que las víctimas habían muerto de tifus, no de gases en campos de concentración.
"El Holocausto es la estratagema utilizada como pilar del imperialismo sionista, la agresión sionista, el terror sionista y el asesinato sionista", dijo Duke a Prensa Asociada. Elaboró sobre esta opinión en una entrevista con Wolf Blitzer de CNN durante la conferencia.
Duke le dijo a Blitzer, a quien denominó ser un extremista judío, que la política exterior de Washington está controlada por Israel. Tenemos una guerra en Irak porque Israel quería esa guerra, no por intereses estadounidenses, dijo el derechista. Atribuyó el curso de Washington hacia la guerra en Irak a ciertos funcionarios del gobierno estadounidense y otras personalidades con nombres judíos como Wolfowitz, Feith, Wurmser, Kristol, Abramsla lista sigue y sigue. Parece una boda judía. Ellos han fijado la política estadounidense y han dañado los intereses estadounidenses en el Medio Oriente. Tal como he dicho por años, como Walt y Mearsheimer de Harvard han dicho, es un hecho. Y estamos muriendo ahora mismo en Irak porque estamos ahí por los intereses de Israel.
Stephen Walt y John Mearsheimer publicaron un ensayo el año pasado, El lobby de Israel y la política exterior de Estados Unidos, en el que arguyen que un lobby judío determina la política exterior de Washington, una línea también promovida por algunos liberales e izquierdistas de la clase media.
Este argumento de Duke y de otros es 100 por ciento reaccionario. Los principales personajes en la administración estadounidense que han dirigido la guerra imperialista en Irakel Presidente George Bush, el Vicepresidente Richard Cheney, el ex secretario de defensa Donald Rumsfeld, y otrosno son judíos, ni tampoco son títeres de una conspiración judía. Ellos están librando una guerra que la clase gobernante capitalista estadounidense necesita para competir más eficazmente contra sus rivales imperialistas en Europa y Japón.
El estado de Israel fue establecido por los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña después de la Segunda Guerra Mundial para mejor oprimir a los trabajadores y campesinos de esta región y proteger el saqueo imperialista de sus recursos petroleros.
Duke intentó adornar a la reunión antijudía como un evento de libertad de expresión, señalando que en muchos países europeos leyes reaccionarias prohíben negar que el Holocausto haya ocurrido.
El presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad hizo una declaración similar. Por 60 años hablar sobre el Holocausto era un crimen en el occidente, dijo a la conferencia, pero hoy existe un debate serio sobre el Holocausto en los medios de comunicación y en foros públicos.
Pero esta conferencia no fue sobre un debate erudito o por la libertad académica. Era una asamblea de apologistas de la maquinaria asesina de Hitler. Estaba diseñada, como lo son todas las campañas antisemitas, para ocultar el verdadero origen de la guerra, la explotación y opresión, el capitalismo, y mas bien culpar a los judíos.
El régimen iraní no convocó esta conferencia porque haya aumentado el antisemitismo entre el pueblo iraní. De hecho, una protesta estudiantil en Teherán poco después de la conferencia incluyó la demanda ¡Dejen el Holocausto, hagan algo por nosotros! Esta se refería al hecho que la tasa de desempleo entre los jóvenes iraníes graduados de la universidad sigue siendo muy alta. El gobierno busca distraer la atención de estos hechos culpando a Israel y a los judíos por todo el mundo de las condiciones que enfrentan los iraníes. El régimen también aspira a aumentar su posición en el Medio Oriente como el más recio opositor de Israel.
Los gobiernos imperialistas desde Washington hasta Berlín se están aprovechando de la Conferencia sobre el Holocausto diciendo que es una razón adicional para negarle al pueblo iraní el derecho a desarrollar la energía nuclear y para promover las acusaciones de que Irán es una gran amenaza terrorista. El evento reaccionario le dio una oportunidad a los defensores de Israel de acusar falsamente a todos sus opositores de antisemitismo. Ayudó a los defensores del imperialismo a distraer la atención del verdadero origen del antisemitismo: el sistema capitalista en crisis.
Ahmadinejad dijo a la conferencia El régimen sionista desaparecerá pronto, de la misma forma que desapareció la Unión Soviética. Luego la humanidad llegará a su liberación. Pero ligar la lucha progresista del pueblo palestino por su patria con personajes como David Duke y los nazis solo sirve para fortalecer al gobierno israelí y su falsa declaración que está protegiendo al judaísmo mundial de su aniquilación.
Además, la explotación de clase y la opresión nacional no van a desaparecer si deja de existir Israel. Mientras las clases capitalistas estén en el poder, incluso en Irán y otros países del Medio Oriente, los trabajadores y agricultores ahí están condenados a la pobreza y la opresión. El camino para poner fin a estas condiciones comienza con el pueblo trabajador dependiendo de su propia acción colectiva independiente de los partidos y gobiernos capitalistas.
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