Vol. 71/No. 13 2 de abril de 2007
Unas 120 personas se manifestaron en Manhattan hoy para exigir justicia para Sean Bell, de 23 años de edad, quien fue acribillado por la policía en una ráfaga de 50 tiros. Muchos de los manifestantes exigieron que se impusiera cargos y condenas para todos los policías involucrados.
Los cinco deben ser acusados de homicidio en primer grado, dijo al Militante B.M. Marcus, un pequeño comerciante en Brooklyn, cuyo sobrino fue muerto por la policía en 1998. Los oradores en el mitin exigieron que se designara un fiscal especial y exigieron que el juicio sea realizado ante una corte en Queens.
Los cargos fueron divulgados dos días después que se realizó un mitin similar de unas 100 personas en Union Square en Manhattan, una de varias protestas que se han realizado desde noviembre para exigir justicia en el caso.
Al momento que el gran jurado empezó a deliberar, el jefe de la policía de Nueva York Raymond Kelly movilizó a 1 700 policías diciendo que están disponibles en caso que necesiten ser desplegados para prevenir disturbios.
Cinco policías encubiertos dispararon contra Bell y sus dos amigos, Trent Benefield, de 23 años y Joseph Guzmán, de 31, mientras estaban sentados en el auto de Bell afuera de un club nocturno en Jamaica, Queens. Ambos, Benefield y Guzman fueron seriamente heridos.
A pesar de que algunas personas se sientan decepcionadas con la decisión del gran jurado, tenemos que respetar el resultado de nuestro sistema judicial, dijo el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg.
Pero muchos trabajadores en ésta ciudad expresan una opinión diferente. El sistema no nos va traer justicia, tenemos que obtenerla por nuestra propia cuenta, dijo Nicholas Haywood en la protesta del 17 de marzo. Haywood perdió a su hijo hace 13 años a manos de la policía.
Sarah Katz contribuyó en éste artículo.
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