Vol. 71/No. 19 14 de mayo de 2007
La mayoría de las participantes vinieron de las Américas y Europa. Las delegaciones más numerosas eran de Brasil, Cuba, Portugal y Venezuela. La participación de mujeres de 18 países de áfrica, 8 de Asia y 11 de Oriente Medio marcó la amplitud internacional de la reunión y trajo las condiciones que encaran las mujeres en dichos países a las discusiones del congreso.
Además de cinco sesiones plenarias, muchas comisiones de trabajo del congreso y una conferencia de todo un día sobre mujeres jóvenes (vea el artículo del 23 de abril del Militante), la agenda del congreso incluyó casi una docena de talleres. Estos enfocaron temas como La historia y el papel de la FDIM en la defensa de los derechos de las mujeres, la independencia nacional, la justicia social, la democracia y la paz, Los impactos negativos de la globalización neoliberal en las mujeres, Las luchas de las mujeres contra el terrorismo de estado y la guerra imperialista y la lucha por la independencia nacional, La promoción de la igualdad y los derechos sociales en el trabajo, el cuidado de la salud y la educación, La defensa de la cultura y los derechos de las mujeres indígenas y de ascendencia africana, y Transformar el impacto negativo que tienen los medios de comunicación en la imagen de la mujer .
La discusiones del congreso reflejaron la ausencia en todo el mundo hoy en día de luchas de masas por parte de las mujeres por sus derechos. Las contribuciones de las delegadas en las sesiones plenarias y los talleres tendieron a enfocarse en caracterizaciones políticas amplias en las que muchas señalaron la globalización neoliberal en general y la administración Bush en Washington en particular y no la propiedad privada y el sistema capitalista como el origen de los problemas que las mujeres encaran hoy. ¡Fuera Bush! fue una consigna popular en español y portugués durante las sesiones plenarias.
La ausencia casi completa de discusión sobre asuntos como el cuidado de los niños, la educación, o el derecho de la mujer a controlar su vida reproductiva, incluyendo el derecho al acceso al aborto, caracterizó la reunión.
Raíces de la opresión de la mujer
Probablemente las discusiones más interesantes sobre las raíces materiales de la opresión de la mujer y sobre el tipo de lucha necesaria para eliminarla se realizaron en el taller La FDIM, el feminismo y la teoría del género.
Para lograr la igualdad entre los géneros es necesario construir un nuevo sistema social, dijo Carolina Aguilar de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). Aguilar señaló que una revolución socialista transformó las relaciones sociales en Cuba y abrió la puerta para que las mujeres, y los hombres, cambiaran el estado económico y social de las mujeres. El alcance de lo que ha cambiado en Cuba en 50 años de lucha revolucionaria por la igualdad de la mujer no se supera en ninguna parte del mundo.
En la industria de la costura en Estados Unidos, a los trabajadores históricamente se les ha pagado menos porque la mayoría son mujeres y también inmigrantes, observó Maura DeLuca, operadora de máquina de coser y miembro de la Juventud Socialista en Estados Unidos. Subrayó que el capitalismo perpetúa y se beneficia de la opresión de la mujer. Acciones por la legalización de los inmigrantes indocumentados y contra las redadas y deportaciones han aumentado la confianza de la clase trabajadora en Estados Unidos, dijo DeLuca, inclusive entre los trabajadores que son mujeres. Mediante estas luchas los trabajadores derrumbamos las barreras que los patrones nos imponen basadas en raza, género y estado de inmigración, explicó.
Especialmente en discusiones informales, las participantes intercambiaron información sobre las condiciones que las mujeres encaran, desde el analfabetismo hasta los problemas de derechos de propiedad y sobre sus experiencias en la lucha.
Hoy día, si una mujer quiere divorciarse, la decisión se basa en la ley religiosa dijo al Militante la doctora Shaikha Al-Zayani de la Sociedad de la Mujer de Bahrein. Si dos mujeres con el mismo problema intentan divorciarse, los resultados pueden ser muy diferentes, dependiendo de las opiniones personales del juez y la escuela religiosa. La Sociedad de la Mujer de Bahrein está haciendo campaña por una Ley de Status Personal que convertiría el divorcio en un asunto civil, y no religioso.
Durante una sesión plenaria una delegada de Corea del norte describió la lucha para dar a conocer la verdad sobre cómo el ejército japonés forzó a más de 200 mil coreanas a la esclavitud sexual entre 1910 y 1945. Aprendimos una amarga e importante lección: que sin luchar contra el imperialismo, no se puede lograr nada, dijo. El congreso aprobó una resolución en apoyo a la lucha por la reunificación de Corea. Las delegadas de Japón se abstuvieron, con el resultado que esta resolución fue la única entre las docenas de resoluciones adoptadas por el congreso que no fue aprobada unánimemente.
Como en América Latina, los colonizadores españoles no dejaron muchos buenos recuerdos para las mujeres saharauíes, dijo una delegada de Sahara Occidental durante una sesión transmitida por televisión y por radio. Estamos aquí representando al pueblo de la última colonia en áfrica y continuamos sufriendo la ocupación ilegal por el Reino de Marruecos, apoyado por el imperialismo español. Las mujeres saharauíes son verdaderas protagonistas de la lucha por la liberación nacional.
Historia de la FDIM
Un taller sobre La historia y el papel de la FDIM en la defensa de los derechos de la mujer, independencia nacional, justicia social, democracia y paz fue uno de las más interesantes en términos políticos. La presentación central por Yolanda Ferrer, secretaria general de la FMC, fue distribuida a las participantes por escrito.
La FDIM se fundó en 1945 tras la Segunda Guerra Mundial. Desde el principio, sus miembros eran en su gran mayoría organizaciones de mujeres dirigidas por Partidos Comunistas que dependían de la dirección política de Moscú. La sede internacional de la FDIM estuvo en Berlín, Alemania del este, hasta 1990.
Por décadas, los partidos estalinistas en la Unión Soviética y Europa oriental dominaron la federación y en gran parte excluyeron la participación de organizaciones de mujeres que no compartieran su política. La presentación de Ferrer subrayó la importancia de las revoluciones anticoloniales y anticapitalistas en áfrica y Asia en las décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, y el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, como factores que ampliaron los horizontes de la FDIM y empezaron a cambiar su centro de gravedad hacia las luchas de la mujer en los países subyugados por el imperialismo.
Después de la caída de los regímenes y partidos que habían sostenido la FDIM en los 90, la federación casi se desintegró. Iniciativas regionales de la FMC y otros incluyendo el Encuentro Internacional de Solidaridad entre las Mujeres que tuvo lugar en La Habana en 1998, y en el cual participaron 3 mil personas buscaron incorporar a nuevas y más amplias fuerzas en la lucha por los derechos de la mujer ayudando a revitalizar la federación.
La FMC y la oficina regional de la FDIM en América Latina en La Habana dedicaron mucho liderazgo para asegurar el éxito del 14º congreso, un éxito marcado por el hecho de que se efectuó por primera vez en América Latina y con una amplia participación internacional, siendo el más numeroso desde 1991. El gobierno venezolano patrocinó el evento y suministró recursos para garantizar su funcionamiento. Fue auspiciado por varias organizaciones de mujeres venezolanas, las cuales están en plena discusión sobre cómo crear un movimiento unificado.
Delegadas e invitadas también se sumaron a una marcha de un millón de personas que tuvo lugar en esta ciudad el 13 de abril para celebrar el quinto aniversario de la derrota del golpe de estado apoyado por Washington en contra del presidente venezolano Hugo Chávez. Una de las sesiones del congreso, un intercambio con Chávez, fue televisada y transmitida en vivo en el programa Aló Presidente el 12 de abril.
El congreso reeligió a Márcia Campos, de la Confederación de Mujeres Brasileñas y del Movimiento Revolucionario 8 de Octubre como presidenta de la FDIM. También fueron elegidas cinco vicepresidentas, una para cada región de la FDIM: Annie Raja de la Federación Nacional de Mujeres Indias, para Asia; Ruth Neto, de la Organización Nacional de Mujeres Angolanas, para áfrica; Mayada Abassi, embajadora palestina en Brasil, para los países árabes; Skavi Koukoumes, de la Federación de Organizaciones de Mujeres Pan-Chipriotas para Europa; y María Inés Brassesco, de la Organización Nacional de Mujeres en Argentina, para las Américas.
Maura DeLuca y Mary-Alice Waters contribuyeron a este artículo.
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