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Vol. 71/No. 23      11 de junio de 2007

 
Ha comenzado el invierno del capitalismo
(editorial)
 
Un reciente artículo de portada de la revista BusinessWeek destacó el repentino aumento de compañías que ofrecen crédito con un alto interés a algunos de los trabajadores con menos ingresos, hundiéndolos en más deudas. Estos capitalistas están sacando altas ganancias empujando a millones de los más explotados contra la pared.

Esto es parte de un panorama más amplio en el que en las últimas tres décadas el salario real de los trabajadores en Estados Unidos ha descendido, mientras su endeudamiento ha aumentado. Esto es resultado de la campaña patronal —bajo el látigo despiadado de la competencia entre ellos mismos— para incrementar las ganancias reduciendo los salarios, recortando la cobertura médica y las pensiones y haciéndonos trabajar más rápido, una jornada laboral más larga y en condiciones más inseguras.

El artículo de BusinessWeek cita a defensores de lo que la revista denomina una “audaz campaña de compañías estadounidenses para extraer más ganancias de los trabajadores pobres del país”. Sin embargo, algunas opiniones en círculos capitalistas han expresado su preocupación de que el rápido crecimiento de “préstamos a personas de crédito malo” —que también es un factor en el incremento en el incumplimiento de pagos de hipotecas— precipitará una crisis financiera del capitalismo en Estados Unidos. Algunos también advierten que aumentará las tensiones de clase y eventualmente aumentará el riesgo de explosiones sociales conforme siga bajando el nivel de vida de los trabajadores.

La presidenta del Banco de la Reserva Federal de San Francisco Janet Yellen, dijo en un discurso en noviembre, en inusual lenguaje de un funcionario bancario, que “el aumento de la desigualdad [de los ingresos] está intensificando el rechazo a la globalización, impidiendo la cohesión social y podría, finalmente socavar la democracia estadounidense”.

Por más de un cuarto de siglo la tasa de ganancia de los capitalistas estadounidenses se ha estancado. Para revertir este patrón han venido extrayendo más producción de los trabajadores, mientras usan cada vez más su poderío militar en el extranjero para tomar control de mercados y territorios. A la misma vez han expandido las inversiones en el mercado especulativo en busca de mayores ganancias. La burbuja de deuda masiva que esto produce es una amenaza cada vez mayor a todo el sistema financiero capitalista de Estados Unidos.

Para lograr sus metas de ganancias, los gobernantes norteamericanos deben de tomar medidas mucho más agresivas y propinar duros golpes a los trabajadores y agricultores. El mayor obstáculo que enfrentan para lograr sus objetivos hoy día es la resistencia del pueblo trabajador, incluso actos de vanguardia de trabajadores nacidos en el exterior tales como las recientes manifestaciones del Primero de Mayo. Estas manifestaciones son un factor importante en la política de Estados Unidos, aun cuando los sindicatos siguen en declive y muchas luchas obreras terminan en empates con los patrones o incluso en derrotas.

La movilización de 400 mil trabajadores el Primero de Mayo en las calles de ciudades y pueblos de Estados Unidos para exigir el estatus legal para todos los inmigrantes indocumentados muestra la creciente confianza de una capa sustancial de trabajadores. Las manifestaciones subsecuentes, como la marcha del 17 de mayo en Los Angeles para protestar la embestida policial del Primero de Mayo allí, muestran que las acciones del Primero de Mayo no fueron una casualidad. Estas movilizaciones asientan un ejemplo para otros trabajadores de cómo luchar y extender la mano en solidaridad.  
 
 
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