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Vol. 71/No. 24      18 de junio de 2007

 
Gobernantes de EE.UU. presionan a Teherán
por arresto de cuatro iraníes-americanos
Washington mantiene 5 iraníes detenidos en Iraq
(portada)
 
POR MA’MUD SHIRVANI  
3 de junio—Teherán acusó hoy al presidente de Estados Unidos George Bush de interferir en los asuntos internos de Irán al demandar que el gobierno iraní ponga en libertad de forma “inmediata e incondicional” a cuatro iraníes-americanos detenidos en mayo y acusados de espionaje. Mientras tanto, las fuerzas de ocupación estadounidenses en Iraq todavía tienen detenidos a cinco funcionarios iraníes capturados en enero.

Los gobernantes estadounidenses están usando los arrestos de los cuatro iraníes-americanos para presionar y aislar más a Irán. Un coro de políticos, organizaciones y figuras famosas —incluso muchas publicaciones liberales y de izquierda— han emitido protestas públicas responsabilizando a Teherán por la confrontación.

Noam Chomsky, por ejemplo, un profesor de MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets), y auto declarado anarquista, emitió una declaración el 26 de mayo “condenando enérgicamente la persecución y ahora encarcelamiento” de Haleh Esfandiari como “un regalo a los de línea dura en el Occidente”.

Esfandiari, director del Programa sobre el Medio Oriente del “grupo de expertos” Centro Internacional para Eruditos Woodrow Wilson, financiado por el gobierno, es el iraní-americano más prominente entre los detenidos por Tehe rán. Los otros tres son Parnaz Azima, un reportero de Radio Farda, financiada por Estados Unidos; Kian Tajbakhsh del Instituto Sociedad Abierta de George Soro; y Ali Shakeri, un negociante miembro de la junta de directores del Centro para la Construcción de la Paz Ciudadana de la Universidad de California.

En una rueda de prensa reciente, el vocero del ministerio del exterior iraní Mohammad Ali Hosseini dijo que los detenidos tienen “nacionalidad iraní y que las autoridades están revisando sus casos. Están en un proceso de investigación”.

A la misma vez cinco funcionarios iraníes detenidos en Iraq en enero por fuerzas estadounidenses durante una redada en el consulado iraní en la norteña ciudad de Irbil siguen bajo custodia de Estados Unidos, a pesar de las demandas del gobierno iraquí de que sean puestos en libertad. La fuerzas militares estadounidenses afirman que están siendo detenidos por sospechas de conspirar contra las fuerzas iraquíes y estadounidenses.

Las divisiones entre las facciones dentro de la clase gobernante iraní parecen agudizarse a medida que aumenta la presión imperialista.

El Ministerio de Inteligencia emitió una declaración el 21 de mayo diciendo que Esfandiari era parte de los esfuerzos de Washington para usar intelectuales y a otros para provocar un “derrocamiento suave” del gobierno iraní usando el método de cambio de régimen usado en Europa Oriental.

Unos cuantos días después, otro vocero de este ministerio dijo que habían descubierto una red de espionaje conectada con Washington y Londres que operaba cerca de las “fronteras para fomentar la disidencia entre las nacionalidades”. Afirmó que la red operaba entre otras en tres provincias con grandes poblaciones de miembros de nacionalidades oprimidas en Irán: Kurdistán, Azerbaiján y Khuzistán. Esta última es una provincia en la frontera con Iraq y es donde reside una nacionalidad indígena árabe.
 
 
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