Vol. 71/No. 29      6 de agosto de 2007

“El combate en Iraq es parte de una lucha más amplia que se está desarrollando en la región”, dijo el presidente George Bush en rueda de prensa el día que fue presentado el informe. “El mismo régimen en Irán que está tratando de obtener armas nucleares y que amenaza con borrar del mapa a Israel está también proveyendo sofisticados IED’s (aparatos explosivos improvisados) a extremistas en Iraq quienes los están usando para matar soldados norteamericanos. Los mismos terroristas de Hizbolá que están haciendo guerra contra las fuerzas de la democracia en el Líbano están entrenando a extremistas a hacer lo mismo contra fuerzas de la coalición en Iraq”.

El informe concluyó que el gobierno iraquí esta progresando “satisfactoriamente” en 8 de los 18 “puntos de referencia” políticos, militares y económicos establecidos por Washington. Estos incluyen pasos para establecer regiones semiautónomas en Iraq, la creación de un Comité de Revisión Constitucional y prestar ayuda a Washington en su última ofensiva militar.

La incapacidad de Bagdad de crear una ley sobre el petróleo que satisfaga a las facciones capitalistas contendientes en Iraq —y a sus amos imperialistas— fue calificada de “insatisfactoria”. También lo fueron los esfuerzos de reducir el faccionalismo en las fuerzas armadas, la supresión de las milicias locales y el establecimiento de un ejército iraquí capaz de defender el régimen de Bagdad sin depender de una gran fuerza de ocupación estadounidense.

“Deben esperarse batallas difíciles en el verano”, señaló Bush.

“Las principales debilidades de al-Qaeda en Iraq son una ideología que no tiene resonancia entre los iraquíes y una brutalidad indiscriminada que enajena a la gente”, dijo el general David Petraeus, el comandante estadounidense en Iraq, al New York Post en una entrevista el 10 de julio.

Además de las fuerzas de al-Qaeda, las operaciones militares estadounidenses también tienen como blanco los grupos entre la población árabe chiíta que ellos acusan de mantener relaciones con el gobierno de Irán.
 
 
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