Vol. 71/Suplemento Agosto de 2007
Para divulgar los hechos, le instamos a que haga llegar este suplemento especial del Militante a otros trabajadores y agricultores lo más ampliamente posible.
A pesar de las declaraciones de funcionarios de la Murray Energy Corp. de que la suerte de los seis mineros atrapados en la mina está en manos del Señor, la responsabilidad por la vida de estos hombres está en manos de los patrones. La mina Crandall Canyon fue citada por las autoridades por más de 300 violaciones de seguridad en los últimos tres años.
Sin embargo, los dueños de las minas normalmente reciben apenas un tirón de orejas por violar hasta las más básicas reglas de seguridad. La multa que los dueños de Crandall Canyon tuvieron que pagar por no tener suficientes salidas por segunda vez fue solo de 60 dólares, apenas el equivalente de una multa de estacionamiento. No es de extrañarse entonces que solo unas semanas antes del derrumbe, los inspectores de MSHA, la agencia federal de seguridad y salud en las minas, encontraron el mismo problema en la mina por tercera vez en dos años.
Como sabemos muchos de nosotros por experiencia propia, las condiciones peligrosas son la norma, no la excepción, para los mineros del carbón y muchos otros trabajadores. Los patrones, en su competencia a muerte por aumentar la productividad y sus ganancias, nos obligan a trabajar más rápidamente y más horas, a expensas de las condiciones de seguridad. Los trabajadores no podemos depender de la MSHA o de otras agencias del gobierno, el cual defiende a la clase patronal. El contar con un sindicato eficaz es la única manera de asegurar que los patrones no podrán obligarnos a hacer lo quieran para impulsar la producción.
Un ejemplo poderoso para los mineros en Utah y por todo el mundo es la lucha que se desarrolló en Huntington Canyon entre 2003 y 2006. Los obreros en la mina Co-Op, a pocas millas de Crandall Canyon, libraron una batalla resuelta para sindicalizarse con el UMWA. Un aspecto fundamental de las demandas de los mineros era la cuestión de condiciones más seguras.
Los mineros de la Co-Op, en su mayoría inmigrantes de México, obtuvieron mucha solidaridad en el movimiento obrero. El impacto de su lucha se sintió en toda la región, inclusive entre mineros no sindicalizados que empezaron a discutir cómo cambiar sus condiciones de trabajo. Los mineros derrotaron repetidos ataques de los patrones, incluyendo una demanda judicial. Aunque no ganaron un sindicato local, demostraron la fuerza que tienen los trabajadores cuando nos organizamos y luchamos juntos. Hoy muchos ex mineros de la Co-Op trabajan en otras minas de la región y algunos participan en las operaciones socorristas en Crandall Canyon.
Muchos mineros del carbón en la región, incluso tres de los atrapados en la mina en Huntington, son inmigrantes de México y América Central. Esto subraya que la lucha por los sindicatos está entrelazada con la lucha por legalizar a todos los trabajadores inmigrantes, inmediatamente y sin condiciones. Los patrones tratan de usar el status migratorio de los trabajadores para intimidarlos y hacerlos aceptar condiciones peligrosas, salarios bajos y abusos. Tanto la sindicalización de los inmigrantes como la lucha por la legalización para todos fortalecerán a todo el movimiento obrero.
La lucha en Co-Op fue de carácter parecido a la batalla que forjó un sindicato en el matadero de Dakota Premium Foods en el Sur de St. Paul, Minnesota en el año 2000. En ambos casos los obreros se adueñaron de su lucha desde el comienzo. Hoy los empacadores de carne en Dakota resisten una ofensiva de los patrones que intentan revocar la certificación de su sindicato, el Local 789 del sindicato alimenticio UFCW. Antes de que los obreros tuvieron el sindicato, los patrones muchas veces los forzaban a trabajar mientras estaban lesionados. Las condiciones se hicieron más y más peligrosas a medida que los patrones aumentaron la velocidad de la línea de producción.
El ganar un sindicato local allí fue el primer paso para establecer condiciones de trabajo más seguras. Es importante apoyar tanto su lucha para defender su sindicato como apoyar a los mineros en Utah en su lucha por la seguridad en el trabajo.
El movimiento obrero necesita actuar desde la óptica de que no tiene por qué morir un solo minero.
Ayude a difundir la verdad sobre la responsabilidad de los patrones por el desastre en Huntington. ¡Promovamos la solidaridad con los obreros de la Dakota en la defensa de su sindicato! ¡Apoyemos las luchas de los mineros, los empacadores de carne y otros trabajadores por sindicalizarse!
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