Vol. 71/No. 31      3 de septiembre de 2007

Los desastres mineros no son "actos de Dios" como reclama la Murray Energy Corp. Las condiciones peligrosas de trabajo son el resultado de decisiones que toman los patrones para exprimir la máxima cantidad de ganancias de nuestro trabajo, incluso sacrificando la seguridad y la salud si se pueden salir con la suya. Así es como funciona el capitalismo.

Esta es la realidad brutal, especialmente en las minas sin sindicatos, desde las operaciones mineras pertenecientes a Murray a la mina Sago en Virginia del Oeste, donde la avaricia de los patrones mató a 12 mineros en enero de 2006.

En marzo, se derrumbaron dos secciones de la mina Crandall Canyon. En vez de cerrar la mina, "los operadores se movieron a otra sección y continuaron cortando", informó Prensa Asociada. Eso es lo que puede suceder cuando los trabajadores no tienen un sindicato que imponga condiciones de seguridad básicas.

Muchos trabajadores han hablado con el Militante sobre las condiciones en esa mina, pero han pedido permanecer anónimos por temor a ser despedidos. ¿Cómo pueden resolverse los problemas de seguridad cuando los trabajadores no pueden reportarlos o discutirlos libremente? Pero esas son las presiones en las que se encuentran los trabajadores cuando no están organizados en un sindicato para luchar por la seguridad en el trabajo.

Claramente los mineros no pueden depender de la Administración para la Seguridad y la Salud en las Minas, la cual había aprobado que se realizara minería de retirada en la Crandall Canyon, con sus bien conocidos peligros, y se rehusó cerrar la mina después del derrumbe de marzo.

Cuando los trabajadores están sindicalizados pueden influir en el cumplimiento de condiciones laborales adecuadas. En las minas de Murray en el oeste de Pennsylvania y el este de Ohio, el sindicato minero UMWA luchó hace varios años para derrotar los esfuerzos de la compañía para atacar la seguridad, reducir salarios, y disminuir los derechos de los trabajadores. Y en Utah, la batalla de dos años por los trabajadores en la mina Co-Op para formar un local sindical del UMWA es un ejemplo poderoso de cómo los mineros pueden luchar contra los ataques de los magnates del carbón.

Esta perspectiva, capturada en el titular del suplemento especial del Militante, "Seguridad: una cuestión sindical ¡Ni un minero tiene que morir!", ha tocado una fibra sensible entre muchos trabajadores, quienes en respuesta al colapso en la mina en Utah están discutiendo la necesidad de los sindicatos. Los partidarios del Militante han estado recibiendo una excelente respuesta y le instamos a que ayude a distribuirlo entre amigos, compañeros de trabajo, de estudio y entre agricultores. Ordene su paquete de Militantes y del suplemento especial. Ayude a difundir la verdad.
 
 
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