Vol. 71/No. 33 10 de septiembre de 2007
Los artículos se refieren al hecho que en 2006 una corte federal desestimó los cargos de difamación de la compañía y otras acusaciones contra el UMWA, 16 mineros y otros que habían brindado apoyo o informado sobre la lucha de sindicalización.
POR NORTON SANDLER
SAN FRANCISCOGanamos la batalla en la mina Co-Op debido a la fuerza de nuestra lucha y la solidaridad que recibimos de muchos sindicatos por todo el país e internacionalmente y de los trabajadores como ustedes que están aquí hoy, dijo el minero Bill Estrada.
La cuestión de seguridad y de condiciones de trabajo fueron una preocupación central de los mineros de Co-Op y una de las razones principales por las que acudimos al sindicato minero UMWA, dijo Estrada [en un evento del Militant Labor Forum].
Necesitamos sindicalizar las minas. Así podremos movilizar el poder sindical para protegernos, incluyendo poder salirnos de la mina cuando las condiciones sean muy peligrosas. Con nuestros comités de seguridad a la cabeza, se pueden trabajar las minas de una manera segura y ningún minero tiene que morir.
Estrada describió la lucha realizada por 75 mineros en la mina Co-Op, propiedad de la compañía C.W. Mining Company.
Los mineros, en su mayoría oriundos de México, ganaron todas las rondas de esta lucha, desde el día que salimos en huelga hasta el día en que se llegó al acuerdo que acabamos de finalizar, dijo Estrada.
Los trabajadores de las minas vecinas miraban el ejemplo de los mineros de Co-Op. Un grupo de choferes de camiones de carga establecieron contacto con el sindicato para sindicalizarse. Se dieron discusiones sobre realizar líneas de piquetes afuera de las plantas eléctricas que estaban utilizando carbón de Co-Op. También había nuevas posibilidades de involucrar a trabajadores de los ferrocarriles.
Pero los mineros no podíamos librar esta lucha solos, dijo Estrada. Teníamos poca experiencia en este tipo de batalla. Teníamos que encontrar trabajos para sobrevivir. Necesitábamos más ayuda de un movimiento obrero más amplio que el que habíamos logrado ganar a nuestra causa hasta entonces. Como resultado de esto no pudimos aprovecharnos de las posibilidades genuinas de avanzar en la organización sindical.
La lucha de los mineros de Co-Op subraya porque la lucha por la legalización de millones de trabajadores indocumentados en este país es tan importante, señaló Estrada.
Fallo de juez: otro golpe a Co-Op
El 1 de mayo el juez federal de distrito, Dee Benson, falló en los pedidos para desestimar la demanda federal en contra de los acusados que quedaban en el caso. Benson dijo que la compañía no había establecido un caso de difamación valido contra el Salt Lake Tribune y el Deseret Morning News y desestimó la demanda contra estos periódicos. En la misma decisión Benson también desestimó la demanda completa contra los 16 mineros declarando que los trabajadores tienen derecho a sus opiniones. Tienen derecho a expresar esas opiniones, estén o no en una disputa laboral.
Cuando se combina la decisión del juez con las conclusiones de la NLRB [Junta Nacional de Relaciones Laborales] de que C.W. Mining había despedido a los mineros por actividad sindical, quedó claro que habíamos logrado que la compañía retrocediera en cada uno de sus intentos por derrotarnos, dijo Estrada.
No tuvimos que sacrificar ni una sola cosa con este acuerdo. La realidad es que solo una partidaria del UMWA, Alyson Kennedy, era elegible para ejercer su derecho de regresar a trabajar, dijo Estrada. Pero Alyson y los otros mineros ya habían decidido mucho tiempo atrás que no querían ser parte de un local del UMWA que solo lo era en nombre.
Sin embargo, es muy importante decir que nada en este acuerdo previene a partidarios del UMWA de organizarse de nuevo en esta mina, dijo Estrada. Si mañana la mayoría de los trabajadores en Co-Op, o en seis meses, o un año, firman tarjetas a favor de ser representados por el UMWA, toda la campaña de sindicalización puede comenzar de nuevo.
Me preguntaban cuanto me pagaban. Les dije 7.50 dólares la hora. La mayoría de la cuadrilla ganaba menos aunque tenían más tiempo que yo de estar ahí. Me preguntaban cuanto me pagaron en las otras minas. Les dije que de 18 a 20 dólares la hora, porque había un sindicato en esas minas.
Los mineros ganaron confianza cada vez que hicieron frente a los patrones, continuó [al hablar en un evento auspiciado por el sindicato].
Empezamos a hablar de cómo cambiar estas condiciones en la primavera y el verano de 2003. Decidimos reunirnos y discutir cómo hacerlo. Ante esto, la compañía empezó a suspender a mineros.
El 22 de septiembre de 2003, cuando el minero Bill Estrada llegó al trabajo, dijo Kennedy, un patrón le dijo que firmara un papel aceptando que sería despedido la próxima vez que no revisara el equipo según las reglas. Bill dijo que no firmaría. Lo suspendieron por tres días con miras a despedirlo, y lo mandaron a casa. Bill pudo explicar a su cuadrilla lo que había pasado.
Cuando corrió la voz sobre la suspensión, decidimos ir a la oficina de la gerencia y decirle a la patronal que no regresaríamos hasta que restituyeran a Bill. Más de 50 mineros estuvimos horas en la oficina, dijo.
La compañía llamó al sheriff. Llegaron dos carros del sheriff y los patrones les pidieron que sacaran a los obreros, dijo Kennedy. Uno de los sheriffs miró los dos autos de policía, después a los mineros, y dijo, ¿Dónde voy a ponerlos a todos? El patrón respondió, Todos están despedidos; sáquenlos ahora de la propiedad.
Los obreros se fueron y convirtieron el cierre patronal en una huelga que duró 10 meses, durante la cual recibieron mucha solidaridad sindical. Recuperamos nuestros empleos, incluyendo el de Bill, dijo Kennedy. Este logro fue resultado de la fortaleza de la lucha de los mineros y el UMWA.
La lucha por sindicalizar la mina Co-Op cambió las posibilidades para desarrollar el sindicato en la región, dijo Kennedy. Mineros no sindicalizados empezaban a discutir cómo cambiar sus condiciones de trabajo. Algunos venían a nuestras líneas de piquete y decían que necesitaban luchar por un sindicato. Nos decían que ganaban más que nosotros, pero que las condiciones en que trabajaban eran como las de nosotros en la Co-Op.
Ante esta situación, los patrones entablaron su pleito judicial para desviar la lucha hacia los tribunales, anotó. Pero los mineros, el UMWA y el apoyo más amplio que recibimos, especialmente entre los trabajadores en los condados de Carbon y Emery, permanecimos firmes y pudimos frenar nuevamente a la compañía, dijo Kennedy. Ahora también la demanda ha sido derrotada.
Artículo relacionado:
Utah: cierran mina por cuestiones de seguridad
Mineros airados por cesantías, afán patronal de ganancias
Portada (este número) |
Página inicial |
Página inicial en versión de texto