Vol. 71/No. 47 17 de diciembre de 2007
Aunque el despliegue de tropas imperialistas ha aumentado en 8 mil 500 este año, los comandantes de la OTAN que están en el escenario dicen que necesitan más helicópteros, aviones y unidades móviles para fortalecer la lucha contra los talibanes, informó la Prensa Asociada.
Washington y Ottawa están presionando para que otros gobiernos imperialistas incrementen su compromiso de tropas y equipo en Afganistán frente a una serie de ataques de los talibanes y fuerzas islamistas aliadas, sobre todo en el sur y el este, donde los combates implican principalmente a las fuerzas estadounidenses, británicas, canadienses y holandesas.
Los mayores contingentes de la fuerza encabezada por la OTAN son las 15 mil 100 tropas estadounidenses, 7 mil 700 británicas, 3 mil 200 alemanas, 2 mil 400 italianas, 1 700 canadienses, 1 500 holandesas, 1 200 turcas, 1 100 francesas y 900 australianas. Una fuerza encabezada por Washington, que realiza operaciones de contrainsurgencia y contraterroristas, aumenta el total de las tropas de ocupación a 50 mil.
Según los comandantes de la OTAN, la operación tiene por lo menos cuatro batallones (un total de 4 mil soldados) menos de lo que necesita, y la fuerza carece de equipos vitales como helicópteros, informó el Financial Times el 19 de noviembre. El periódico observó que las tropas de ciertos países, entre ellos Alemania, Italia y España, operan bajo restricciones, lo cual entre otras cosas impide que recursos militares en la relativamente pacífica región norte del país sean desplazadas al sur donde hacen más falta.
El 21 de noviembre el Grupo de Políticas de Seguridad y Desarrollo, un tanque pensante basado en Europa y conocido como el Consejo Senlis, afirmó en un informe que la única manera de recuperar los territorios sureños de Afganistán que fueron tomados por los talibanes es que la OTAN duplique el número de sus tropas a 80 mil.
La presidenta del Consejo Senlis, Norine MacDonald de Canadá, dijo al noticiero CBC News que la fuerza de la OTAN debe empezar a atacar más sistemáticamente los campos de entrenamiento de los talibanes en el norte de Pakistán. Toda la OTAN debe perseguir a los talibanes a sus propias bases en Pakistán, dijo.
El informe Senlis ofreció un vistazo del impacto que ha tenido la guerra entre la población. Los trabajadores afganos desplazados por las incursiones de los talibanes ya han llegado hasta Ciudad Kandahar en busca de trabajo como jornaleros, aumentando las tensiones al rebajar los salarios. El salario corriente de jornalero es menos de 180 afganis, aproximadamente 3.50 dólares canadienses.Los talibanes están ganando apoyo político a nivel local al explotar inteligentemente la ira afgana por las muertes de civiles en todo el sur de Afganistán, concluyó el informe.Más de 6 mil personas han muerto en la guerra de Afganistán en 2007, el año más letal hasta la fecha, según la AP. Muchos de los combates más fuertes han tenido lugar sobre la frontera con Pakistán.
El gobernador de la provincia de Nuristán, Tamim Nursitani, dijo a la prensa el 28 de noviembre que un ataque aéreo en esa zona había matado a una docena de trabajadores de una compañía local de construcción de caminos.
Hasta el momento las fuerzas imperialistas han sufrido casi 750 bajas militares, incluidos 469 soldados estadounidenses, 84 británicos y 73 canadienses.
Ottawa promueve guerra
El primer ministro canadiense Stephen Harper aprovechó el anuncio de las más recientes muertes canadienses para justificar la participación de su gobierno en la guerra. Las acciones de estos valientes soldados han dado esperanza al pueblo afgano, dijo.
El ex presidente estadounidense William Clinton recientemente elogió el papel de Ottawa en Afganistán, instando a que se quede allí después de la fecha programada de retirada de febrero de 2009. Clinton estaba hablando en una reunión de la Cumbre Económica de Ontario, patrocinada por la Cámara de Comercio de Ontario.
El congreso estadounidense actualmente está debatiendo un pedido de la Casa Blanca de 50 mil millones de dólares más para las guerras en Iraq y Afganistán.
La senadora Hillary Clinton, candidata demócrata a la presidencia, ha estado abogando por una guerra más agresiva en Afganistán. En el mismo sentido, el New York Times, en un editorial publicado el 17 de noviembre, instó a los demócratas a seguir buscando una reducción de tropas en Iraq a fin de reenfocarse en Afganistán.
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