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Vol. 72/No. 9      3 de marzo de 2008

 
Pakistán: Washington elogia voto,
impulsa guerra ‘anti-terrorista’
(portada)
 
POR CINDY JAQUITH  
Febrero 19—Washington recibió con beneplácito los resultados de las elecciones parlamentarias que tuvieron lugar ayer en Pakistán, esperando que estos resulten en un gobierno capitalista más estable y con apoyo popular. Tal estabilidad podría facilitar la escalada de la guerra imperialista en el noroeste de Pakistán y en Afganistán.

El presidente Pervez Musharraf fue derrotado rotundamente. El Partido del Pueblo Pakistaní (PPP) logró 80 escaños; la Liga Musulmana pakistaní de Nawaz (PML-N) logró 66; y el partido de Musharraf solo 38. Musharraf reconoció su derrota. Las acciones subieron 3 por ciento en la principal bolsa de valores de Pakistán. En la región del noroeste del país, cerca de la frontera con Afganistán, donde las fuerzas del Talibán y al-Qaeda mantienen operaciones, los partidos seculares y opuestos al Talibán habían ganado dos tercios del voto al momento de tener la mitad de los votos contados. Los resultados perturbaron a la coalición pro Talibán que ha gobernado la provincia de la frontera nor-occidental.

La vocera del Departamento de Estado de Estados Unidos Nicole Thompson declaró que la elección era “un paso importante en el rumbo hacia una democracia civil electa” .

El Demócrata Joseph Biden, presidente del Comité del Senado de Relaciones Exteriores, se encontraba en Pakistán con motivo de las elecciones, formando parte de la delegación senatorial de Estados Unidos. Elogió el papel que el jefe del ejército General Ashfaq Parvez Kayani ha jugado, asegurando que las elecciones procedieron sin problemas y que Kayani se vislumbra como un socio prometedor para Washington según el New York Times. Los Demócratas han criticado por mucho tiempo a la administración de Bush por no proveer más recursos militares a la guerra en Afganistán y al noroeste de Pakistán.  
 
Guerra en frontera con Afganistán
Las fuerzas pakistaníes aparentemente vienen logrando avances en sus enfrentamientos con el Talibán y al-Qaeda en la frontera. El 11 de febrero Mansour Dadullah, jefe de los combatientes del Talibán en Helmland, provincia sureña de Afganistán, fue capturado por tropas pakistaníes en el suroeste de Pakistán. El 17 de febrero una bomba suicida causó la muerte de más de 100 personas en el sur de Afganistán, el ataque más grande desde el derrocamiento del Talibán hace siete años. El año pasado se dieron la mayor cantidad de bajas de tropas norteamericanas desde el inicio de la guerra en Afganistán.  
 
 
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