Vol. 72/No. 13      31 de marzo de 2008

En los últimos dos años, los trabajadores inmigrantes han transformado el Primero de Mayo en Estados Unidos. En 2006, dos millones salieron a las calles, muchos de ellos faltando a sus trabajos bajo la consigna “¡Somos trabajadores, no criminales!” y “¡Legalización ya!” Esta fue la primera huelga política general a nivel nacional en la historia de Estados Unidos. El Primero de Mayo de 2006 mostró que se ha empezado a formar en Estados Unidos una vanguardia política de la clase trabajadora.

Para desquitarse la clase gobernante respondió aumentando las redadas, deportaciones y otros ataques. A pesar de estos ataques, casi medio millón de personas se manifestaron a favor de los derechos de los inmigrantes el Primero de Mayo el año siguiente en ciudades y pueblos por todo Estados Unidos.

La lucha para obtener la legalización de todos los trabajadores indocumentados es una cuestión de vida o muerte para todo el movimiento obrero. Los patrones traen a los inmigrantes para tratar de bajar los salarios y las condiciones de todos los trabajadores. Quieren mantener a una capa de trabajadores intimidada permanentemente con las amenazas de deportación, que se mantendrán cabizbajos ante el abuso y quienes los patrones esperan tendrán demasiado miedo de unirse a las luchas sindicales.

Pero en muchos casos ha sucedido lo contrario. Trabajadores inmigrantes han estado al frente de algunas de las luchas sindicales más importantes en los últimos años. Mineros del carbón inmigrantes de México estuvieron al frente de la batalla para formar un local del sindicato minero UMWA en 2003-06 en la mina Co-Op en Huntington, Utah. A principios de este año, en el matadero Dakota Premium Foods en Sur St. Paul, Minnesota, trabajadores inmigrantes y negros lograron superar las divisiones que fomentan los patrones y juntos derrotaron la campaña de la compañía para descertificar su unión.

Sin embargo la división entre los trabajadores nacidos aquí y los nacidos en el extranjero continua siendo uno de las armas más fuertes que tienen los patrones para prevenir la solidaridad de la clase trabajadora.

“El movimiento sindical debe tener una posición clara con respecto a esta cuestión política”, ha dicho el candidato presidencial del Partido Socialista de los Trabajadores Róger Calero. Instamos a los lectores a empezar ya a trabajar con sus sindicatos, grupos universitarios y organizaciones comunitarias para organizar eventos para promover las movilizaciones por la legalización del Primero de Mayo. ¡Salgamos todos en contra de las redadas y deportaciones! ¡Legalización inmediata e incondicional ya!
 
 
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