Vol. 72/No. 17 28 de abril de 2008
Al mismo tiempo, Petraeus continuó la campaña norteamericana de amenazas y presión contra Irán. Alegó que en los recientes combates entre tropas iraquíes y milicias chiítas en Basora, Irán desempeñó un papel destructivo al financiar, entrenar, armar y dirigir a los llamados grupos especiales. Afirmó que el grueso del armamento provino de Irán. El gobierno iraní desmintió esos alegatos.
Ante el Comité de los Servicios Armados del Senado, el general dijo que después de las reducciones de tropas habría un período de 45 días de consolidación y evaluación, después del cual se podrían hacer recomendaciones sobre los niveles de tropas.
El senador John McCain, presunto candidato presidencial republicano, dijo que bajo el liderazgo de Petraeus se habían hecho avances sustanciales a pesar de cuatro años anteriores de malmanejo de la guerra por la administración Bush.
Los demócratas restaron importancia a los logros militares. El senador Barack Obama, candidato demócrata a la presidencia, dijo que el enfoque en Iraq había quitado atención de la guerra en Afganistán contra al-Qaeda. Propuso una ofensiva diplomática incluyendo discusiones con el gobierno de Irán.
La senadora Hillary Clinton, también aspirante presidencial demócrata, coincidió con Obama. Dijo que hacía falta una retirada ordenada de Iraq para enfocarse en Afganistán y en grupos terroristas globales.
Portada (este número) |
Página inicial |
Página inicial en versión de texto