Vol. 72/No. 21      26 de mayo de 2008

La votación fue parte de una campaña de los latifundistas y otros capitalistas de Bolivia para desestabilizar el gobierno de Evo Morales y desmovilizar las luchas populares por el control de la tierra y de los recursos nacionales. Los gobiernos de las provincias vecinas de Tarija, Beni y Pando han programado votaciones sobre la autonomía regional en los próximos meses.

La campaña es un reto directo al programa de reforma agraria, a leyes para aflojar el control del capital extranjero sobre los recursos nacionales y otras medidas populares aprobadas por el gobierno del presidente Evo Morales. Estos logros han sido producto de movilizaciones masivas de los trabajadores y campesinos en los últimos años.

El gobierno provincial de Santa Cruz reclama, entre otras cosas, el control de la distribución de la tierra y el derecho a firmar tratados internacionales de comercio e inversión.

Los partidarios del referéndum dicen haber obtenido más del 80 por ciento del voto. Morales, quien calificó el referéndum como ilegal, instó a los residentes a abstenerse de votar. Un 39 por ciento de los posibles votantes se abstuvieron. Después de la votación, Morales dijo que negociaría con los gobiernos provinciales renegados.

Santa Cruz y las otras provincias bajas en el oriente de Bolivia tienen la mayoría del petróleo y del gas natural del país y producen gran parte de los alimentos del país. La mayoría de los residentes de Santa Cruz son mestizos o blancos. La mayoría de la población de Bolivia son indígenas quechua o aymará y viven principalmente en las tres provincias elevadas.

Un 90 por ciento de la tierra cultivable en Bolivia se encuentra en manos de apenas el 10 por ciento de la población. Bajo el proyecto de constitución que actualmente se está debatiendo, las propiedades individuales no podrían ser mayores de 25 mil acres. Campesinos previamente sin acceso a la tierra ya han obtenido títulos para 25 millones de acres de tierra desde que se inició la reforma agraria en 2006.

Meses después de llegar a la presidencia en enero de 2006, Morales nacionalizó el petróleo y el gas natural. El Primero de Mayo de este año, ante una enorme concentración en La Paz, Morales anunció medidas para la nacionalización de las principales compañías de telecomunicaciones. También anunció que cuatro compañías extranjeras que hace dos años dijo serían nacionalizadas ya están bajo manos estatales.

Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, encabeza el Movimiento hacia el Socialismo, una de las organizaciones que participaron en protestas populares que derrocaron a sus dos antecesores.

En 2003 una rebelión de trabajadores y campesinos derrocó al gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Enormes protestas obligaron a Carlos Mesa, antecesor de Sánchez de Lozada, a renunciar en 2005.  
 
 
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