Vol. 72/No. 27 7 de julio de 2008
Entre los cambios en el mantenimiento de las estadísticas, se encuentra el de no requerir que se declare una lesión si el trabajador regresa a su puesto el día siguiente de haber ocurrido. En la industria de la carne, por ejemplo, es muy común que los patrones ordenen a los empleados demasiado lesionados para trabajar a que se presenten el día siguiente para hacer trabajos livianos.
OSHA ha dejado de colectar la información directamente de los sitios de trabajo y más bien depende en que los patrones se la provean.
Las compañías frecuentemente declaran trabajadores, quienes en otro tiempo hubieran sido considerados sus empleados, como contratistas independientes, y por lo tanto son excluidos de las estadísticas de accidentes.
Los cortes más crueles, una serie de artículos que fueron publicados a principios del año en el Charlotte Observer, expusieron como sucede esto dentro de la multimillonaria industria avícola, y en particular en House of Reaford Farms.
Las estadísticas del gobierno muestran una reducción en las lesiones entre trabajadores de la matanza de pollo a nivel nacional. Los 800 trabajadores de la planta de House of Raeford Farms en Columbia del Oeste en Carolina del Sur, no declararon ninguna lesión por trabajo repetitivo ni síndrome del túnel carpiano en cuatro años. Los expertos dicen que esto es inconcebible en una industria donde los trabajadores realizan más de 20 mil movimientos para cortar por jornada laboral para mantener la producción de 150 a 160 aves por minuto, informó el Observer.
El periódico encontró que la compañía mantiene las cifras bajas en sus plantas rehusándole a los trabajadores la atención médica, regresando a los trabajadores a la fábrica horas después de haber sido operados, no reportando las lesiones al gobierno, y amenazando a los trabajadores con despedirlos.
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